Quevedo deja la música (o no)
El artista canario ha decidido retirarse de la música, o al menos eso deja caer en su última canción, pero otros han dicho que se marchan y han acabado sacando canciones. ¿El anuncio de retirada es la nueva estrategia de marketing de los cantantes?
Hace algo más de un año, Quevedo publicó su primer álbum de estudio. Después de arrasar en todo el mundo con la BZRP Music Sessions, Vol. 52, el artista canario publicó Donde quiero estar, un disco que fue reproducido 10,92 millones de veces en Spotify el día de su lanzamiento. Fue el registro más alto conseguido hasta la fecha por un artista español en la plataforma, superando a Rosalía y su Motomami. En ese primer gran lanzamiento, Pedro Luis (nombre real del artista) ya dejó claras sus intenciones. “2021 sembrar, 2022 recoger, 2023 coronar, 2024 desaparecer”, canta en Ahora qué.
En una entrevista para el Periódico de España hizo referencia a esas barras. “En su momento dije que desaparecía de la música, pero no la dejo ni de coña. Tan solo quiero estar a mi bola. Y hacer canciones cuando de verdad tenga el cuerpo para trotes. No voy a desaparecer del mapa, sino buscar más mi tranquilidad.”
El de Gran Canaria cumple ahora lo prometido y desaparece. Después de borrar todas las fotografías de perfil de Instagram, ha decidido poner en pausa su carrera. Se retira de la música, aunque sin dejar claro si esta será una parada definitiva o solo un descanso. La lista de artistas que necesitan parar es larga: el año pasado fue Natalia Lacunza quien decidió no hacer gira de su último álbum.
El peso de la fama
Para despedirse de sus fans, Quevedo ha publicado La última, un tema en el que el artista se abre en canal. “Todo era tan puro que donde quería estar era donde estaba / Cuando no tenía nada / Cuando ocio y negocio eran dos palabras separadas / Ya no soy capaz de volver pa’ atrás’ / Y tengo tanto dinero no sé ni pa’ qué lo quiero”.
El canario reflexiona sobre el peso de la fama y cómo el dinero y el éxito no han conseguido darle la tranquilidad que necesita. “Ni las alfombras rojas ni los trajes de etiqueta / No son capaces de mirarme de forma discreta / No ven que del lado izquierdo yo tengo una grieta / Todos están viendo que me duele pero igual me aprietan”.
El videoclip de la canción es una recopilación de clips donde aparecen una decena de artistas del panorama, entre los que se encuentra Rels B, Lola Índigo, Cruz Cafuné, Mora, Saiko y Omar Montes. No son pocos los que han empezado a teorizar si la canción, en vez de ser un adiós, podría ser todo lo contrario. ¿Y si fuera el comienzo de una nueva era? Así lo explica un seguidor en la cuenta de Instagram de Quevedo: “¿Soy el único que piensa que va a sacar un álbum y que todo esto es puro marketing que la peña se está creyendo y que todos los artistas del vídeo son los ft. [featurings] con los que va a aparecer?”
No sería nada descabellado, teniendo en cuenta que lo de “decir que se van pero no irse” es una tónica algo recurrente en la industria musical.
Rigoberta Bandini y otros
En julio de 2022, Rigoberta Bandini fue a La Resistencia y le reveló a David Broncano que se retiraba de la música. “Tengo que explicar una cosa importantísima que es que en otoño voy a hacer el final de la gira, después me retiro. Me retiro un rato largo. La verdad es que ya estoy un poquito hasta el coño de las cosas, ya no puedo más”. Los medios casi colapsaron dedicándole titulares a aquellas declaraciones, teniendo en cuenta que, a principios de ese mismo año, la catalana y su Ay mamá habían puesto patas arriba el Benidorm Fest.
Pero ¿qué implica retirarse exactamente en el contexto de la industria musical? En mayo de 2023, Bandini publicó Miami Beach (utilizada en Sálvese quien pueda). Un mes más tarde, salió Yo solo quiero amor, canción por la que recientemente recibió el Goya a Mejor Canción Original. En diciembre, llegó el turno de Qué más da, junto a Julieta Venegas. Lo mismo en lugar de una retirada lo que anunciaba la catalana era un cambio de ritmo, menos vorágine de directos y canciones más espaciadas destinadas a proyectos muy selectos.
La estrategia es más vieja que el tebeo. En 2003, después del lanzamiento de su triple disco platino The Black Album, Jay-Z decidió que estaba harto de la música y que dejaría de ser rapero. Hasta organizó un concierto de despedida en el Madison Square Garden de Nueva York. La cosa acabó siendo una retirada sin retiro, pues tres más tarde salió su siguiente álbum Kingdom Come y siguió sacando canciones.
En 2019, fue el turno de Nicky Minaj. "He decidido retirarme y tener a mi familia. A mis fans, sigan representándome, háganlo hasta el día de mi muerte. Los amo de por vida”, publicó entonces en Twitter. Solo hace falta darse un paseo por Spotify para ver que esas palabras tampoco fueron demasiado ciertas. En 2022 publicó Do We Have a Problem?, el primer tema a su nombre desde que se despidió. Sin embargo, hasta entonces, ya había sacado grandes colaboraciones como el mítico Tusa con Karol G.
Tendremos que esperar para ver si La última de Quevedo es realmente un punto y final o simplemente una estrategia de marketing.