'Me tengo que morder la lengua porque es una bobada'. Del Bosque salió ayer de su eterna diplomacia. El seleccionador tuerce el bigote cuando intuye la sombra de Luis Aragonés cerca. Le incomoda. No le hace ninguna gracia el debate que circula en los foros periodísticos. La pausa de su discurso evita la confrontación directa ante la prensa. 'Esta selección es la que me ha tocado dirigir a mí y antes le tocó a otro equipo técnico. Lo importante de todo es que se ha hecho un tránsito tranquilo y ha predominado la tranquilidad', afirma. .

Del Bosque calificó como 'malísimo' el debate sobre la selección de Luis y la actual. 'Está claro que yo no puedo luchar contra los debates externos. Esta selección es de España y el objetivo es global, muy por encima de intereses personales. Aquí estamos para ganar e intentar hacerlo bien. Estamos en el camino y es lo que nos tiene que preocupar en estos momentos', proseguía Del Bosque a su llegada a Mérida, donde hoy España debe certificar su pase al Mundial, siempre que Bosnia lo permita, ante la frágil Estonia. Incluso, se podría dar el caso de que España ya saltara al césped clasificada para Suráfrica. El encuentro que enfrenta a bosnios y turcos se juega un par de horas antes.

Pero la aparición de la sombra de Luis en la selección no es casual. Realmente, ha sido el propio Del Bosque el que devolvió a Aragonés a la actualidad de la selección al rescatar ante Bélgica la variante táctica con la que el anterior seleccionador jugó hasta la cita mundialista de Alemania.

El tridente ofensivo Luis García, Torres y Villa, con falsos extremos, funcionó. Hasta que Aragonés modificó los nombres, sentó a Luis García e incorporó por última vez al equipo titular a Raúl. El tridente ya no carburó ante Francia y España fue eliminada. Un partido después, ante Irlanda del Norte, Raúl jugó por última vez con la roja. El dibujo se acabó, hasta que Del Bosque lo recuperó frente a Bélgica.

'Es cierto que probamos con un nuevo dibujo y vamos a potenciar ese sistema'

Villa, a la izquierda, Torres, por el centro, y Silva, a la derecha de Luis García. 'Es cierto que probamos con un nuevo dibujo y vamos a potenciar ese sistema. Creo que esta selección y este grupo de jugadores puede jugar de diferentes formas con la misma eficacia', explicaba el técnico.

Y matizaba el porqué del cambio: 'Todo el equipo funcional igual, pero la variante de los delanteros quizás se deba más a aspectos defensivos que ofensivos. No es el sitio donde juegue ese determinado jugador, si no la técnica del futbolista la que hace buena o mala la táctica. De todas formas, un seleccionador no puede dar explicaciones de todo'.

Xavi abrió una variante más a la exposición de Del Bosque y dejó a un lado los sistemas que se están empleando en esta fase de clasificación. 'La filosofía es la misma que la del Barça: dominar, tener balón y hacer triangulaciones', apostilló el barcelonista, que mandó un aviso al entorno: 'Parece que hemos ganado ya a Estonia y hay que tener respeto a todos los rivales. Si ganamos a Estonia, será el momento de empezar a hablar del Mundial. Si nos clasificamos, claro'.

Del Bosque tiene en su pizarra la idea de realizar tres cambios respecto al partido del pasado sábado. 'Tenemos una plantilla amplia que debemos utilizar', decía, quizás siendo conocedor de la súplica de Cesc. 'Siempre me he considerado un jugador de equipo. Está claro que, como a todo el mundo me gustaría jugar más, pero cuando tenga esos minutos, intentaré aprovecharlos, salir con la mejor actitud y aportar al equipo', apuntaba el centrocampista antes de la comparecencia del técnico.

El seleccionador contentará a Cesc, que formará en la medular con Senna 

Lo cierto es que el seleccionador contentará a Cesc, que formará en la medular con Senna (por Xabi Alonso y Busquets) y Xavi, el único intocable de la roja. 'Estos cambios son también por un buen equilibrio del grupo, para que se mantenga unido, aunque siempre es doloroso para los que están fuera de la lista, y los que van al banquillo y no puedan jugar', dijo Del Bosque.

En la defensa, la única modificación respecto al partido frente a los belgas será la baja de Arbeloa, que sufre unas molestias en el empeine y los médicos han preferido darle descanso, y Puyol se desplazará al lateral derecho. Su puesto en el centro de la zaga será para Albiol.

Marchena, un fijo en la época de Luis, seguirá en el banquillo. El central, algo que ya barrunta el jugador, cada día entra menos en los planes del seleccionador. Pero se alineó con Cesc: 'Somos un equipo. Lo demuestra el nivel del banquillo que, respecto al equipo que juega, no hay mucha diferencia y no se nota un escalón de rendimiento'.