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El milagro de don Emilio: su hija controlará el Santander con un puñado de acciones

CARLOS DEL CASTILLO

El difunto Emilio Botín, rostro perenne del banco Santander, controlaba un 0,66% de su capital, que ahora pasará a sus herederos. Su hijo, Francisco Javier Botín, posee un 0,13%. Ana Patricia Botín, primogénita de Don Emilio, como era conocido el que fuera presidente del banco durante 28 años, cuenta con el 0,149%. En total, el clan Botín controla menos del 1% del Santander.

Ese pequeño porcentaje basta para que los Botín impongan una sucesión dinástica al frente del banco. Ana Patricia, de 53 años, se ha convertido en la cuarta generación del ilustre apellido cántabro que accede al liderazgo del grupo, pese a no contar con el apoyo de todos los grandes fondos, que han criticado en varias ocasiones su presencia entre los sillones de mayor importancia de la ejecutiva de la empresa.

De esta forma, el Santander, mayor banco de la Eurozona y tercer entidad por beneficios del mundo, líder de un grupo con 13.927 sucursales, 182.958 empleados, 103 millones de clientes y 3,3 millones de accionistas en todo el planeta, es gobernado desde el salón familiar del clan Botín como si de una pequeña empresa se tratara. 

'El capital está muy repartido, de tal manera que con poca participación se puede controlar el consejo', expone Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. 'Hay miles de accionistas que no tienen presencia en el consejo de administración, no pintan nada porque no sindican sus acciones y no se posicionan. Si todos esos pequeños inversores se sindicaran y se unieran serían los dominadores del banco, pero no lo hacen porque el número es tan grande que no son capaces de hacerlo, es imposible que se pongan de acuerdo', explica a Público.

'Botín ejercía un control que no equivale con el número de acciones que tiene su familia. Es político'Según la propia entidad, el 46,4% del Santander está en poder de inversores minoritarios y el 1,54% es propiedad del consejo, mientras que el 52,2% está controlado por inversores institucionales. Entre ellos destaca el BNP Paribas, con un 2,65% de las acciones, seguido por el fondo de inversiones estadounidense BlackRock, uno de los grupos financieros más influyentes en Wall Street y Washington, que posee un 2,24% del capital del banco. En la lista de accionistas también aparecen nombres como Crédit Agricole, UBS, Credit Suisse o Deutsche Bank, tal y como recoge la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Entre estos inversores institucionales se encuentran algunos de los accionistas que han opuesto una mayor resistencia a la sucesión dinástica al frente del banco. En 2006, un 24% de ellos expresaron su disconformidad con la presencia de Ana Patricia en el consejo de la entidad. En 2011, el rechazo a que se hiciera cargo de la filial británica fue del 19%. En 2013, la oposición al apellido Botín se hizo patente en el 24% que votó en contra de la reelección como presidente del patriarca Emilio.

Teniendo en cuenta que en estas votaciones los Botín han contado con el apoyo incondicional de los inversores minoristas y del consejo, que representan casi la mitad del accionariado, las dudas de los grandes fondos sobre la gestión familiar salen a la superficie. 

Ana Patricia Botín en una junta de accionistas del grupo Santander. 

'Botín ejercía un control que no tiene representación en el número de acciones que tiene su familia. Es político', afirma a este medio un analista de mercado. 'Está el poder accionarial y por otra parte está el tema de la acción de gobierno real, algo que no está en los números pero que es muy efectivo —destaca este economista—, este hombre ha ido colocando a su hija utilizando ese poder y cuando ha habido que sucederle, ya se ha visto lo que ha pasado'.

Pese a todo, la rapidez en la sucesión, planeada por los Botín durante más de una década, ha tranquilizado a los mercados. 'El Santander es un banco fortísimo pero simplemente por conocerse la noticia del fallecimiento se produjo un descenso en su cotización. Cuanto antes te quites del medio la incertidumbre, mejor', señala en una conversación con Público otro analista. 

La Bolsa acogió la noticia del fallecimiento de Don Emilio con una bajada del 0,6% en el valor del banco, descenso que se repitió este jueves, aunque este viernes ha recuperado un 0,44%. La capitalización del Santander es de 92.128,480 millones de euros. 'Creo que, precisamente por su formación internacional, tiene una visión distinta y menos familiar de la banca y es consciente de que la entidad pertenece a sus accionistas', dijo un operador a la agencia Reuters.


https://www.quoners.es/debate/crees-que-se-desatara-un-guerra-por-el-control-del-banco-santander

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