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El Annapurna atrapa a Calafat

AGENCIAS

El martes fue día de cumbre en el Annapurna (8.091 metros). Además de la coreana Oh Eun-sun, que se convirtió en la primera mujer de la historia en hollar los catorce ochomiles, alcanzaron la cima los españoles Carlos Pauner, Juanito Oiarzabal y Tolo Calafat. Lo peor, como suele suceder, sobrevino en el descenso.

Calafat se quedó en la montaña. Al parecer sufrió un edema cerebral y no pudo seguir a sus compañeros. El montañero mallorquín podría estar a unos 7.500 metros, aunque no se sabe con exactitud, y hasta allí subió ayer un sherpa con un saco, corticoides, agua y algo de comida, para que 'no tenga que pasar otra noche al raso', según se informa en la página web de Carlos Pauner.

El balear logró comunicarse con su mujer mediante un teléfono vía satélite. Según Pere Joan March, amigo y compañero de escalada, Calafat se ha mostrado tranquilo y 'con aplomo' en la conversación, pero tenía 'muy poca voz' después de haber pasado una noche a la intemperie y verse abocado a pasar una más sin tienda ni saco de dormir.

March indicó que hasta que no pueda evaluarlo un médico no se puede confirmar que su amigo sufra un edema cerebral y ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que pase su segunda noche solo, puesto que a las 17.00 (hora de España) el sherpa que le llevaba un saco de dormir y medicinas no había alcanzado aún su posición.

Un helicóptero tenía previsto acudir ayer el rescate, pero el mal tiempo lo impidió. Hoy volverá a intentarlo y, si tampoco es posible, Pauner, Oiarzabal y el rumano Horia Colibasanu subirán a por él. Oiarzabal y Pauner están muy fatigados, con pequeñas congelaciones y pérdida temporal de visión debido a la ventisca que les pilló el martes por la noche cuando descendían. En principio, la pérdida de visión es temporal, causada por pequeños derrames, y debería mejorar en las próximas horas, según los médicos del Hospital Clínico de Zaragoza que están en contacto con los montañeros desde el campo base.

Los sherpas de Sun no ayudan

Colibasanu afronta una situación muy especial. El rumano era compañero de cordada de Iñaki Ochoa de Olza en la fatídica expedición de marzo de 2008 al Annapurna y quien arriesgó su vida al acompañar y cuidar del navarro durante cuatro días a 7.400 metros. Finalmente, tuvo que abandonarle y dejarlo morir. En homenaje a su amigo fallecido, Colibasanu enarboló una bandera navarra el martes, cuando también hizo cumbre. A las tareas de rescate también se podría sumar hoy el asturiano Jorge Egocheaga, otro amigo de Olza, quien desde el campo base subiría de tirón al campo 4 con oxígeno para ayudar a bajar a Tolo.

Por su parte, la agencia coreana Yonhap informó que Oh Eun-Sun había detenido su descenso para ayudar a Calafat, pero Oiarzabal, en declaraciones al diario Marca, lo negó. El alpinista vasco asegura que intentó pagar a los sherpas de Sun, quienes rechazaron la propuesta. 'La situación es desesperada', sentencia Oiarzabal.

 

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