Miles de peregrinos y habitantes de Belén recibieron hoy al Patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabah, a su entrada en la Plaza del Pesebre, horas antes de oficiar la tradicional Misa del Gallo en la Iglesia de Santa Catalina.

Ante una muchedumbre que se comenzó a concentrar en la plaza desde primeras horas de la mañana y bajo la atenta mirada de más de 1.500 agentes de la Policía de la ANP, Sabah caminó en medio de una gran ovación y acompañado por la música que tocaba una banda de "boy scouts."

El patriarca, máxima autoridad eclesiástica católica en la región, llegó a primera hora de la tarde procedente de Jerusalén, acompañado por notables de la ciudad y de las localidades de Bet Sahur y Bet Yala, en un viaje de aproximadamente media hora que es toda una tradición.

Para ello tuvo también que cruzar el muro de hormigón que separa Belén de Jerusalén, a través de un portón a la altura de la tumba de la matriarca Raquel, que se abre únicamente tres veces al año, todas ellas en el período de la Navidad.

Mientras Sabah hacia el recorrido, cientos de boyscouts palestinos, monaguillos y personalidades de la ciudad le esperaban uniformados y en fila junto a la Basílica, bajo un cielo azul pero con bajas temperaturas, que no mermaron la participación de la población local.

Tampoco la de miles de peregrinos cristianos que han dado este año un nuevo toque a la Navidad en la ciudad cuna del cristianismo, y donde eran pocas las habitaciones que quedaban libres para esta noche.

"Es maravilloso, indescriptible, el sueño de toda mi vida", dijo a Efe María Gómez Rubio, madrileña, al ser consultada sobre lo que significa pasar la Navidad en Belén.

Y agregó que "como católica y creyente, lo que siento al visitar la Gruta de la Natividad es una emoción enorme".

Gómez Rubio es una de las más de 30.000 peregrinos que se espera que pasen por Belén esta Navidad, una cifra que no se conocía desde 1999.

Ello porque menos de un año después estalló la Intifada de Al Aqsa, y el flujo de peregrinos se redujo de forma considerable hasta 2005, cuando comenzaron a regresar gracias a un proyecto que lanzaron en Madrid -en la FITUR- los Ministerios de Turismo de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El padre Artemio Vítores, vicecustodio de los Santos Lugares cristianos y quien participó activamente en el proyecto conjunto, confirmó recientemente a Efe que "los peregrinos están regresando" y que ello representa "un gran apoyo" para la población local cristiana, cuyo número se ha ido reduciendo en las últimas décadas.

Pero hoy Belén parecía haber recobrado sus días de gloria, a juzgar por la masiva presencia de creyentes y curiosos en el tradicional peregrinaje del patriarca entre las dos ciudades más importantes para la Cristiandad.

A su llegada a la plaza, Sabah entró en procesión en la Basílica de la Natividad, por una pequeña puerta de acceso en la que le esperaban varios sacerdotes de distintas corrientes.

De poco más de un metro de altura, la puerta obliga al visitante a agacharse, dice la tradición que para forzarle a una muestra de respeto hacia el lugar donde la tradición sitúa el nacimiento de Jesús.

La Basílica está encima de la Gruta de la Natividad, donde se halla el pesebre y una estrella de plata que define el lugar exacto del nacimiento, según una creencia que data del siglo IV.

Sabah oficiará esta noche la Misa del Gallo en la Iglesia de Santa Catalina, junto a la Basílica, a la que asistirá el presidente palestino, Mahmud Abás.