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"Mis personajes lo pierden todo, pero se ríen"

Use Lahoz, autor de ‘La estación perdida', en Alfaguara

P.H.R.

Use Lahoz (Barcelona, 1976) ha querido reunir los cinco grandes temas de la literatura universal en una sola novela. Infancia, viaje, amor, dinero y muerte, para regresar con un libro que pueda igualar el éxito que tuvo hace un año con Los Baldrich. También publicado por Alfaguara, La estación perdida es una historia de superación en la posguerra, desde 1945 al año 2000.

05La novela es un río de aventuras y acontecimientos que manejan a su personaje, Santiago Lansac. ¿Coincide esto con Los Baldrich'?

Sí, porque la realidad es movimiento. Las novelas que escribo tienen mucha acción. Además, el personaje nunca ha sabido callar y eso acelera los acontecimientos. Es una novela que requiere velocidad porque es una comedia de perdedores que se ríen de sí mismos.

04A eso ayudan sus personajes.

Desde luego, los personajes es lo que más cuido. Me gustan las novelas con buena trama, pero también los espacios importan porque veo la vida a través de la literatura.

03Sin embargo, el libro es melancólico desde su título.

Sí, el protagonista es muy melancólico y soñador. El título alude claramente a la nostalgia por el peso de la infancia perdida. Así que decide buscar la siguiente estación con ayuda de la fantasía. El soñador también tiene mucha fe, nunca piensa en el fracaso. Los soñadores no se hunden, aunque se equivocan continuamente.

02¿Es posible escribir sobre la posguerra sin ideología?

No. Hacer una novela así deja las referencias ideológicas claras, porque los personajes lo único que pueden hacer es sobrevivir. Sin embargo, ellos no tienen tiempo para preocuparse por sus planteamientos ideológicos. Aunque estén condicionados por las leyes franquistas. En Los Baldrich sí había una conciencia política de los personajes, pero estos reciben la democracia trabajando.

01¿Es ingenuo pensar en el amor como salvación?

No lo creo, porque el amor es de lo más importante en la vida. No hablo de una salvación mística o piadosa, hablo de una salvación real, que hace la vida más feliz. Santiago, sin el amor de Candela, sería mucho más desgraciado. Dentro de su mala vida, es feliz gracias al amor, de las pocas cosas en las que vale la pena perder. Santiago lo pierde todo, pero por amor, como Candela, por eso se salvan: ganan hijos, buenos momentos... pierden pero se ríen.

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