El fútbol femenino avanza decidido hacia la profesionalización. La reglamentación aún se lo prohíbe y los que pueden cambiarla no se dan por aludidos, pero las mujeres están empeñadas en conquistar un derecho que les pertenece. De momento, han ganado la unidad, pelear la batalla de forma conjunta. Con excepciones un punto sospechosas, la mayoría de los equipos, reunidos ayer en Madrid, decidieron constituirse en asociación para defender 'donde haga falta la igualdad y la profesionalización'.

El Cáceres, el club que promovió la reivindicación, ha comprobado enseguida que esta pelea es mejor no afrontarla solo. Jaime Lissavetzky, que durante 16 días no contestó a su solicitud de reunión y declaró abiertamente que no veía discriminación alguna, citó al fin ayer a la nueva asociación el lunes a las 11.00 para escucharla.

A la reunión de ayer, que duró tres horas de agitado debate, asistieron, además del Cáceres, 11 clubes de la Superliga. A saber: Rayo Vallecano, Atlético de Madrid, Málaga, Torrejón, Levante, Huelva, LEstartit, Pozuelo, Zaragoza, Colegio Alemán y, con la sesión ya avanzada, el Athletic. También asistieron la presidenta del comité territorial de Castilla-La Mancha y una representante de MUDEGA, la Asociación de Mujeres Deportivas Gallegas .

La participación debe considerarse un éxito. Ya que, según aseguran fuentes de la reunión, la Federación se encargó de recomendar a algunos clubes la no asistencia al acto. De hecho, así justificaron desde dentro las ausencias del Barcelona, Espanyol y Real Sociedad, club que en su parte masculina está muy vinculado a los intereses de la Federación. Lagunak y Puebla justificaron y se disculparon previamente de su no asistencia.

Todos los presentes firmaron el acuerdo alcanzado menos el Athletic, el más crítico durante el debate, que supeditó su aprobación al visto bueno de su junta directiva, la de los chicos. 'Yo firmo desarrollo de fútbol femenino', llegó a decir durante la reunión el representante del Athletic, 'no profesionalización del fútbol femenino'. Su tesis se quedó sola.

La Asociación recién constituida ya tiene decidida su primera actuación: solicitar de manera inmediata una reunión con Villar (presidente de la Federación) para hacerle llegar la reivindicación. La meta es conseguir que se trate en la Asamblea la modificación de los estatutos.