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El 18F arrastra al PSOE gallego a su peor crisis en 15 años mientras afloran las críticas a Sánchez y Besteiro

Los peores resultados electorales de su historia en unas autonómicas reabren las heridas en el socialismo de Galicia.

19/2/24 Besteiro, el pasado domingo en Santiago
Besteiro, el pasado domingo en Santiago. Agostime / Europa Press

El batacazo del PSOE en las elecciones gallegas ha acabado con la falsa sensación de calma que se instauró hace cuatro meses con la candidatura de José Ramón Gómez Besteiro a la Xunta, avalada personalmente por Pedro Sánchez y que ha contado durante la campaña con un apoyo sin precedentes del aparato estatal de Ferraz en Galicia.

Los socialistas se han quedado con nueve diputados en un Parlamento de 75 en el que el PP tiene 40, una diferencia inaudita en la comunidad desde que se celebraron las primeras elecciones autonómicas hace más de cuatro décadas. Desde 1981 nunca había habido semejante desigualdad.

En los últimos 15 años el PSdeG ha tenido cinco secretarios generales, cinco candidatos a la Xunta y cinco portavoces parlamentarios distintos, cuyas figuras, además, no siempre han coincidido. Pero muchos militantes y dirigentes admiten ahora que el partido ha entrado en pánico. El PSOE cayó el domingo por debajo del 14% de apoyos, está a 16,5 puntos del BNG y a más de 33 del PP.

"Desde ayer [por el domingo] he leído cientos de guasaps de la militancia transmitiendo cabreo e incredulidad por la falta de dimisiones y pidiendo forzar que se asuman responsabilidades", asegura un exdiputado.

"Tibieza y despreocupación"

"Lo malo es que no parece que haya intención alguna de hacer eso", añade, en referencia a la aparente tibieza y despreocupación con la que las ejecutivas tanto estatal como autonómica ha leído el desenlace del 18F.

Otro exalto cargo del partido recuerda que hace apenas dos días, para Pedro Sánchez las elecciones gallegas eran "históricas", "clave", "fundamentales"... En apenas un mes de precampaña y campaña el presidente visitó la comunidad en media docena de ocasiones. El lunes, la portavoz del partido, Esther Peña, calificó los resultados como un mero "revés" en una intervención a la que dedicó al tema apenas dos minutos.

Mientras tanto, la dirección gallega, que dirige Valentín González Formoso -Besteiro no es el secretario general autonómico, sólo el candidato a la Xunta- ha convocado una reunión extraordinaria para este miércoles de la que tampoco se espera que derive en dimisiones, en ceses o en la puesta a disposición de los cargos de nadie.

"Toca hacer autocrítica, con análisis profundo de la situación y siendo conscientes del mensaje que nos han enviado los gallegos y las gallegas", se limitó a decir a través de un comunicado el secretario de organización de Formoso, José Manuel Lage Tuñas. Fue el director de la campaña socialista, y el sector crítico le señala en buena medida como responsable no de los resultados del 18F, sino de la división y parálisis del partido.

A Coruña y Pontevedra, tres escaños menos

Lage Tuñas es teniente de alcalde en A Coruña, ciudad gobernada por el PSOE y donde la candidatura encabezada por una independiente designada por Besteiro cayó en 3,5 puntos de voto. En esa provincia se perdió un escaño y en Pontevedra, donde el aparato autonómico situó como cabeza de lista a la exministra de Zapatero Elena Espinosa, cayeron otros dos.

Besteiro se presentó por Lugo, donde había sido presidente de la Deputación provincial, llevándose de segunda en su candidatura a la que era alcaldesa de la capital hasta hace un mes, Lara Méndez. Logró mantener un escaño para cada uno y perder sólo un 0,22% de voto en la provincia, pero eso parece muy poco bagaje para la supuesta fortaleza que se le suponía a ese tándem.

El caso paradigmático está en Ourense, donde el PSOE perdió el domingo otros dos escaños para quedarse con uno solamente, después de que la ejecutiva estatal decidiera vetar a la candidata que había sido apoyada masivamente por la militancia.

Pocos meses antes, la dirección de Lage y Formoso había forzado la suspensión de las primarias locales para nombrar para las municipales a un candidato a dedo que llevó al partido de primera a tercera fuerza local el 28M, y que dejó al PSOE con tres concejales menos en la capital. En las generales del 23J, con otra candidatura armada por el aparato y ajena a lo que pedían las asambleas locales del partido, se perdió otro escaño en el Congreso por la misma provincia.

"No hemos aprendido, ni parece que vayamos a aprender de esa cadena de errores", advierte otro socialista ourensano, quien alerta además de la complejidad de que Besteiro pueda coser el partido desde un grupo parlamentario débil y con muchos perfiles desconocidos, con una ejecutiva que no dirige y de la que todos los críticos han sido excluidos. "La solución pasa por un congreso que Besteiro y Formoso saben que pueden perder", concluye.

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