El rey Juan Carlos ha llegado este miércoles a la casa de su amigo y regatista Pedro Campos, junto a la playa de Nanín, en Sanxenxo (Pontevedra), dos minutos antes de las tres de la tarde y, desde el vehículo de este, ha saludado a la prensa allí congregada.

En Sanxenxo no ha respondido a la pregunta de cómo se encuentra, ni con gestos ni de forma verbal, y tampoco ha bajado la ventanilla, como sí había hecho en su primer viaje a España desde que decidió marcharse a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020. Esta es su tercera visita a España desde entonces.

Antes de la llegada de Juan Carlos I, muchos conductores de vehículos particulares han hecho sonar sus bocinas para animar a los medios de comunicación.

La idea del anterior jefe del Estado, de 85 años, es participar en Sanxenxo en las regatas de preparación para el Mundial de la categoría 6m que tendrán lugar a finales de agosto en el Reino Unido.

Tercera visita a España desde que reside en Abu Dabi

Una hora antes, Juan Carlos I aterrizó en el aeropuerto vigués de Peinador. El monarca se desplazó en un vuelo privado que había partido esta mañana del aeropuerto internacional de Abu Dabi.

Al rey emérito lo esperaba su amigo y regatista Pedro Campos, que acudió en su vehículo particular acompañado por su mujer, Cristina Franze, para conducirlo a Nanín.

Se da la circunstancia de que en el aeródromo vigués estaba también este mediodía el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, porque, según ha explicado su partido, de esa terminal salía su vuelo hacia Madrid. Feijóo asistió el 25 de julio, Día da Patria Galega, a la ofrenda al apóstol Santiago, su primer acto oficial tras las elecciones generales.

Al igual que en abril, está previsto que su estancia esté marcada por la discreción después del malestar que causó en el Gobierno en mayo de 2022 su primer viaje a España desde que se estableció en Abu Dabi y su negativa a dar explicaciones por las irregularidades fiscales que cometió en los últimos años de su reinado.