Mallorca reducirá el número de plazas turísticas por primera vez en su historia. "Es el momento de poner límites", ha declarado el presidente del Consell, Llorenç Galmés, durante una rueda de prensa acompañado del conseller insular de Turismo, José Marcial Rodríguez. La isla reducirá su techo de plazas turísticas en 18.000, el equivalente a la mitad de las que tiene la Playa de Palma, pasando de 430.000 a 412.000 plazas, una bajada del 4,2%.

La Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) ha asegurado que se alinea y coincide con la decisión del Consell y ha defendido el "rumbo fijo" de la patronal del sector hotelero de "crecer en valor y no en volumen". La FEHM ha recordado que "siempre" ha reiterado la necesidad de revisar el Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT) con "rigor", datos actualizados y la "coherencia precisa" para contar con un instrumento que favorezca el desarrollo y distribución de la actividad turística dentro del territorio.

En esta línea, la Federación ha destacado la importancia de introducir nuevas obligaciones y actuaciones que "deben favorecer que se acabe con un turismo que es residual, pero que daña enormemente la imagen de los municipios en los que tienen puntos negros".

Las islas dicen basta al modelo turístico

España es el segundo país europeo, solo por detrás de Francia, con más estancias contabilizadas en pisos turísticos. Hace tres semanas, ocho islas se movilizaron para protestar contra el modelo turístico actual, la masificación del archipiélago y la falta de protección tanto de los residentes como de los entornos naturales.

Un informe reciente publicado por Eurostat evidencia el auge de los alquileres vacacionales en todo el continente, con Canarias y Andalucía en la parte alta de la tabla. El archipiélago ha sido la segunda región que más reservas ha registrado entre enero y marzo del año pasado, con 4,9 millones de pernoctaciones –solo superada por Ródano-Alpes, que en plena temporada de esquí alcanzó los 5,2 millones–.