Los gobiernos de los países de origen de los extranjeros que trabajan en los países más desarrollados de la UE se han dado cuenta de que las remesas recibidas ya no compensan la ausencia de sus jóvenes. Polonia, Rumanía y Ecuador se han lanzado a giras internacionales para ofrecer a sus emigrantes ventajas para alentar su vuelta. Ecuador y Polonia ofrecen beneficios fiscal. Rumanía promete puestos de trabajo.

El Ministerio de Trabajo de Rumanía organizó el pasado abril unas jornadas para inmigrantes en Castellón en las que ofreció 10.000 empleos. Muchos de ellos en la construcción, el sector más castigado por la crisis. Los asistentes saludaron con optimismo la propuesta pero subrayaron la desconfianza que todavía sienten respecto al nivel de vida de sus países de origen y la fiabilidad de sus políticos.

Polonia se ha marcado como objetivo recuperar 1,2 millones de trabajadores. En su Plan retorno ofrece libertad de impuestos en las aduanas y un régimen especial de pago de la seguridad social. La media de edad de sus emigrantes es de 26 años.

Ecuador puso en marcha desde el inicio de 2008 un plan para sus ciudadanos que viven fuera. Pueden disfrutarlo todos los que quieran, tengan papeles o no, permiso de residencia, de trabajo o de nacionalidad y sin renunciar a los derechos adquiridos. Basta con que hayan estado fuera del país un mínimo de 60 días.

Ecuador facilita incluso la exención fiscal de la mudanza. Para alentar el retorno, el plan ha abolido una ley que impedía introducir en el país bienes de más de 4.000 euros, explicaron ayer desde la Delegación en España de la Secretaria de Inmigración. A su llegada, reciben ayudas para montar un negocio e incluso créditos blandos. A pesar de los beneficios, desde abril sólo han vuelto 120 ecuatorianos.