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Venezolanas amenazan con demanda masiva por implantes PIP

Reuters

Por Mica Rosenberg

Unas 2.000 venezolanas están amenazandocon demandar a cirujanos, clínicas privadas y distribuidores sise niegan a reemplazar gratuitamente los desacreditadosimplantes mamarios PIP, un escándalo que ha sacudido a uno delos mercados de cirugía plástica más lucrativos del mundo.

El país sudamericano, obsesionado con los concursos debelleza y los cuerpos esculturales, se ha visto enormementeafectado por los implantes del fabricante francés Poly ImplantProthese (PIP), rellenos con una silicona industrial peligrosapara la salud y con una tasa de rotura inusualmente alta.

Según el grupo de protección al consumidor ANAUCO, Venezuelaimportó cerca de 30.000 pares de implantes PIP en la últimadécada, un 10 por ciento de los productos que vendió la compañíagala en todo el mundo.

ANAUCO espera reunirse en los próximos días conrepresentantes de clínicas, doctores y comerciales relacionadoscon los polémicos implantes para negociar la extracción yreemplazo gratuito.

"Si los médicos ponen sus manos, las clínicas sus quirófanosy Locatel (la firma importadora) las prótesis, ya prácticamentetendría todo lo necesario para que ellas puede operarse sincosto", dijo el presidente de ANAUCO, Roberto León.

"Si eso no funciona, en los próximos 30 días más o menosnosotros estaríamos ya presentando demandas judiciales a todoslos actores para que cada uno tenga su cuota deresponsabilidad", agregó.

León dijo que unas 2.000 mujeres quieren presentar demandasindividuales luego de que un intento de demanda colectivafracasase antes este año. Esta cifra no pudo ser verificada porotras fuentes.

ANAUCO también está ayudando a que entre 200 y 300 mujeresse unan a casos abiertos en Francia contra el presidente de PIP,Jean-Claude Mas, quien está encarcelado y enfrenta cargosciviles y criminales.

PIP quebró, pero León dijo que la demanda a la que acudiránlas interesadas también podría pedir una compensación a lacompañía de certificación alemana TUV Rheinland.

TUV Rheinland dice que su misión era vigilar el proceso defabricación de la prótesis, no el contenido de la silicona.

Los implantes de PIP, que llegó a ser la tercera mayor firmamundial del sector, fueron retirados del mercado en marzo del2010 después de que una investigación demostrara que muchoscontenían un gel aprobado para el uso doméstico, pero no médico.

Las autoridades francesas provocaron pánico mundial el añopasado al recomendar la extracción de los implantes debido a losnumerosos casos de rotura.

OPERACIONES BARATAS

Pedro Del Médico, director de la asociación civil venezolanade clínicas privadas, dijo que su grupo está dispuesto anegociar si las decisiones son tomadas en base a criterioscientíficos ya que no todos los expertos de salud hancertificado que los implantes sean peligrosos.

Algunos gobiernos, como el británico y el brasileño,recomendaron a las usuarias chequear sus implantes pero no sunecesaria su remoción.

Galaxia Médica, importadora de productos PIP en Venezuela,dijo que estaba abierta al diálogo pero que no son los últimosresponsables de la situación.

"Queremos aportar una solución adecuada a esta situación,sin embargo hemos manifestado que nosotros desde el punto vistolegal no tenemos ninguna responsabilidad en lo que ha sucedido",dijo Rubén Bretto, portavoz para la compañía que vendió lasprótesis directamente a médicos y cadenas farmacéuticas.

"Igual nos sentimos engañados en nuestra buena voluntadporque adquirimos un producto de fama internacional conregistros internacionales y certificaciones que hicieron enVenezuela para venderlo acá, y nos conseguimos con estasorpresa", agregó.

Si no se llega a un acuerdo en el reemplazo de losimplantes, León dijo que ANAUCO demandará a los doctores yclínicas por daños físicos y económicos.

También citó un precedente legal el mes pasado, cuando unacorte española multó a un cirujano y a una clínica privada acompensar a una cliente con 7.500 euros por ofrecerle implantesPIP sin la información suficiente.

En Venezuela, dijo, cada caso tiene un precio diferentedependiendo de las circunstancias.

Pero clínicas, doctores y distribuidores insisten en suinocencia en vista de que utilizaron productos internacionalescon certificados de seguridad.

Algunos cirujanos en Italia están demandando tanto a PIPcomo a TUV Rheinland, alegando que son víctimas en el caso delas prótesis bajo sospecha.

Demandas contra médicos, clínicas y autoridades sanitariaslocales que permitieron la importación de estos productospodrían darse en otras partes de América Latina. Encabezadas porVenezuela y Colombia, la región se convirtió en el mayor mercadode PIP y representaba dos tercios de sus ventas totales.

En Argentina, algunas afectadas ya pactaron fuera de lostribunales para que el seguro médico pagara por las operacionesde reemplazo de prótesis.

En Venezuela, país célebre por sus reinas de belleza conseis Miss Universo y otras tantas Miss Mundo, las cirugíasplásticas de bajo costo se han propagado en medio de la altademanda.

Mujeres de toda condición social piden préstamos paramoldear, recortar o repotenciar diferentes partes del cuerpo enun país obsesionado con el aspecto físico.

Joli Cañizales, una limpiadora doméstica de 32 años, gastóbuena parte de su salario para una operación de aumento depechos en una "clínica pirata" hace siete años. La operación fuea precio de ganga, pero la realizó un asistente de cirujano sincalificación para el procedimiento.

"El no era un médico certificado, era más bien uncarnicero", dijo Cañizales, quien ahora experimenta doloresdiarios después de que sus implantes PIP reventaran filtrandosilicona en su cuerpo.

"Yo no soy de muchos recursos pero siempre fue un sueño míoel sentirme más bonita, ahora es sólo una pesadilla", agregó.

Cañizales se quedó sin casa en las inundaciones del añopasado y ahora dice no puede permitirse otra operación. Un grupoorganizado de víctimas la identificaron a ella y a otras 50mujeres como los casos más graves y pidieron a los abogados quetengan un fondo aparte para sus operaciones.

Después de que el presidente venezolano, Hugo Chávez,arremetiera contra la "publicidad capitalista" por avivar lalocura de las cirugías plásticas, las autoridades sanitariasofrecieron quitar los implantes gratuitamente en los hospitalespúblicos del Gobierno socialista.

Cañizales dijo que intentó esa ruta, pero que el hospital leniega la atención porque no se trata de una emergencia.

El sistema público de salud está insuficientemente equipadopara manejar el problema, dijo Nakary Fleming, un abogado de 32años que está ayudando a organizar a las mujeres afectadas. "Enlos hospitales públicos no hay nada, muchas veces ni hayalgodón", agregó.

MUJERES QUIEREN REEMPLAZOS

Fleming dijo que otro motivo es que el Gobierno se niega aponer nuevos implantes. "Ninguna mujer va a querer quedarse sinnada. Es una cosa que afecta su vida social, el autoestima de lamujer. El pecho se deforma, va a quedar con una mama sin forma,con piel estirada como una mujer anciana", argumentó.

Muchas mujeres que se lo pueden permitir están recurriendo adoctores privados que les pueden dar implantes nuevos y seguros.

El cirujano plástico Daniel Slobodianik se ha visto abrumadopor pedidos después de anunciar por Facebook y Twitter quebajaría sus honorarios para reemplazar implantes PIP.

" Tengo citas hasta agosto y hago hasta dos cirugías diariaspara reemplazar los implantes PIP", dijo Slobodianik durante unabreve entrevista mientras un flujo constante de mujeres visitabasu pequeña oficina en un centro comercial en un distritoacomodado de Caracas.

El doctor dijo que al menos un 40 por ciento de suspacientes tienen dañados los implantes. "Nunca he visto tantosimplantes rotos y algunos

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