Dos meses después de que Público denunciara la doble vara de medir del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ante la invasión de Ucrania y el genocidio de Gaza, la más importante entidad científica de España ha anunciado la suspensión de la "colaboración con instituciones israelíes" en respuesta a lo que califica como "vulneración de los derechos humanos de los ciudadanos palestinos". Lo ha hecho arrastrada por la creciente presión interna de cientos de profesionales e investigadores de todo el país, organizados en la plataforma CSIC x Palestina, que han exigido insistentemente la cancelación de cualquier vínculo académico con Israel, tal como ordenó el Ministerio de Ciencia en relación a Rusia apenas 14 días después de la invasión de Ucrania.

Este es el primer pronunciamiento oficial del CSIC desde los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la subsiguiente operación militar que ha devastado Gaza y asesinado a más de 60.000 palestinos en una acción mortífera investigada como presunto delito de genocidio por la Corte Penal Internacional. El repentino cambio de estrategia del CSIC se produce semanas después de un nuevo conflicto con uno de sus 121 centros científicos, en este caso el Instituto Astrofísico de Andalucía, al que prohibió suscribir un comunicado oficial contra la masacre de Gaza aprobado formalmente por una mayoría abrumadora en asamblea.

La suspensión de la colaboración científica con instituciones israelíes fue anunciada el pasado 8 de julio en la última reunión del Consejo Rector del CSIC, según confirma el organismo a Público. El órgano de dirección declaró entonces su "más firme compromiso con la paz, la convivencia, la justicia y la defensa del derecho internacional humanitario", tal como indica un breve texto enviado a este medio por el departamento de comunicación de la entidad.

El pronunciamiento no ha sido difundido públicamente ni figura en la web corporativa de la institución científica o del Ministerio de Ciencia e Innovación, donde sí aparece la declaración oficial de la cancelación de relaciones académicas con Rusia y Bielorrusia por la invasión de Ucrania. En el repositorio del Ministerio hay decenas de enlaces vinculados a la agresión rusa contra Ucrania y los planes españoles de reconstrucción de las ciudades destruidas, ayuda a los refugiados y colaboración académica con el país atacado. En relación a Gaza o Palestina no hay ninguna entrada.

El departamento de comunicación del CSIC eludió responder a la denuncia del veto contra el Instituto Astrofísico de Andalucía.  En cambio, sí enumera en el correo enviado a Público algunas "medidas relevantes" adoptadas en relación a Gaza como el "tratamiento preferente de Palestina" en el proceso de evaluación, selección y financiación de proyectos de cooperación científica, así como la contratación de un investigador palestino en el marco del programa SAFE EU de auxilio a expertos en zona de conflicto.

La declaración del Consejo Rector sobre Gaza se produjo en una tensa reunión que enfrentó a la representante de CCOO con la dirección del CSIC a cuenta precisamente del veto al Instituto Astrofísico de Andalucía. En el turno de preguntas, la delegada sindical tachó de "arbitraria, antidemocrática y contraria a la legalidad vigente de la institución" la prohibición de emitir comunicados aprobados por la asamblea. Y citó expresamente el artículo 3.5.3 de la Norma de Institutos del CSIC, que define las funciones del citado órgano colectivo.

En el acta de CCOO, a la que ha tenido acceso Público, la delegada acusa a la Vicepresidencia de Organización y Relaciones Institucionales (VORI) de "poner en duda que las acciones de Israel en Gaza fueran un genocidio" al tiempo que afirmó que limitar las funciones de la asamblea del Instituto Astrofísico de Andalucía es un "ataque en toda regla a la libertad de expresión del personal" del centro. "Hay mucha gente cansada, ofendida y muy enfadada porque no consigue que el CSIC, su casa, se manifieste como lo han hecho más de 30 universidades españolas", lamenta en relación al silencio de la entidad sobre el genocidio y la aniquilación de la práctica totalidad del sistema educativo y científico de Gaza.

El acta de CCOO, sin embargo, no menciona en su informe de cinco páginas la declaración leída por la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, en relación a Gaza, que sí recoge en su memoria la sección sindical del CSIF, como ha podido comprobar Público.

Cientos de investigadores y científicos se han movilizado en los últimos meses para exigir la suspensión de relaciones académicas con instituciones israelíes. Varios centros vinculados al CSIC se han posicionado frente al genocidio de Gaza, entre ellos la Escuela de Estudios Árabes y el Instituto de Ciencias del Patrimonio, pero han tenido que hacerlo a título individual ante el veto de la entidad matriz a usar el nombre y el logo oficiales de los centros.

Ese ha sido el caso también del Instituto Astrofísico de Andalucía, que acordó en asamblea emitir un comunicado de siete puntos donde se condenaba "cualquier forma de terrorismo y violencia, así como todo acto que tenga por objeto la destrucción sistemática de un pueblo o etnia". El texto exigía un alto el fuego entre las partes y aludía a la "ocupación colonial y el apartheid" practicado por el Estado de Israel durante décadas como "causas estructurales" del conflicto en el territorio palestino.

Finalmente, el comunicado solicita un "embargo efectivo e inmediato" por parte de España y la UE, así como la ruptura del CSIC de "toda relación institucional o académica" con cualquier entidad científica israelí que "no haya condenado de forma clara y explícita los crímenes contra la humanidad" del Estado de Israel.

En la asamblea del Instituto Astrofísico de Andalucía participaron entre 60 y 80 personas, aunque el pronunciamiento formal fue firmado por un centenar de científicos y empleados de un centro que cuenta con 280 trabajadores. En la reunión se presentó el director, Antxon Alberdi, para informar de las instrucciones recibidas por el CSIC contrarias a la difusión oficial del manifiesto. "Nos quedamos sorprendidos porque el reglamento interno no prohibía que la asamblea se pronunciara", asegura Antonio Fuentes, investigador con un contrato posdoctoral.

Tras la negativa, el colectivo se dirigió por correo a la dirección del CSIC solicitando una aclaración, pero no obtuvo respuesta alguna. Fue entonces cuando decidieron ponerse en contacto con la delegada de CCOO, que planteó la cuestión en la reunión del Consejo Rector del 8 de julio. El científico consultado denuncia la asimetría con que el CSIC afronta la invasión de Ucrania y la masacre de Gaza. "La hipocresía es flagrante", protesta. Público ha contactado con el director del Instituto Astrofísico de Andalucía a través de su correo corporativo para conocer su versión sobre el presunto veto. Al cierre de esta información, no había respondido al email.

La versión de Fuentes es plenamente coincidente con la de Roberto Varas, otro investigador contratado en el IAA y presente en la asamblea. "De momento, el asunto está aparcado. Pero no queremos que esto se quede así", asegura en conversación telefónica. En su opinión, la clara disparidad de respuestas en relación a los casos de Ucrania y Palestina tiene que ver con la "xenofobia o el racismo". "Ha habido mucha más unanimidad y contundencia cuando ocurrió lo de Ucrania que ahora con lo de Palestina", razona.

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