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Del Corral se marcha con ruidos y centellas

La directora ratifica su salida de la Biblioteca Nacional

PAULA CORROTO

Milagros del Corral apeló ayer a su coherencia para ratificar su abandono como directora general de la Biblioteca Nacional, tras aparecer en el BOE la supresión de su cargo dentro del Plan de Racionalización de la Administración.

'Si esta decisión se mantenía, ya dije que me iría, porque ¿con qué cara vendría yo aquí cada mañana? Yo no voy a avalar con mi presencia esta devaluación y esta rebaja de libertades', dijo Del Corral a los medios poco antes de presidir su último acto en la institución: una lectura de Luis García Montero.

Del Corral, que ha dirigido la BNE desde 2007, manifestó que 'en tiempos de crisis, hay que arrimar el hombro', pero 'estar entre las 32 direcciones más superfluas del país, a mí me duele'. No entendía bien el ahorro: 'Si a mí me iban a pagar por otro conducto', en alusión al ofrecimiento de un contrato de alta dirección hecho el martes por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

Cambio de orientación

La salida de Del Corral es la más sonada de todas las ocurridas tras el Plan de Racionalización. Ayer insistió en que la eliminación de su cargo afectará 'a la libertad de la orientación estratégica' de la Biblioteca. 'Va a sobrevivir, pero no tal cual está, porque aquí hemos iniciado muchos proyectos, como la digitalización, que cuestan dinero', apuntó.

Sin embargo, fuentes del Ministerio de Cultura confirmaron a este periódico que 'la Biblioteca no perderá ni un euro y seguirá siendo un organismo autónomo, pero tendrá al frente a un subdirector sin coche ni chófer'. Algunos también reprocharon ayer a la ex directora que callara con el tijeretazo de los últimos presupuestos generales del Estado, que tanto afectaron a la BNE.

Pero Del Corral aprovechó su última actuación en público para criticar a la clase política: 'España es ahora una potencia cultural, pero la clase política está claro que tiene otra lógica. En este país, su peso [de la cultura] es el de la insoportable levedad del ser. En todos los países miman sus libros. Espero que alguna vez alguien se dé cuenta de que es en esto en lo que hay que invertir'.

Tras anunciar su marcha definitiva, la ex funcionaria de la UNESCO recibió el apoyo del director ejecutivo de la Federación del Gremio de Editores, Antonio María Ávila, que comentó que le parecía 'un tremendo error. ¡Ya podían haber quitado el Instituto de Estudios Fiscales!'.

La directora de CEDRO, Magdalena Vinent, indicó que la dimisión era 'muy lógica y muy digna'.

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