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El Placer María Hesse: "El mayor órgano sexual es la mente"

La ilustradora traza en 'El Placer' un mapa del placer femenino. Un libro ilustrado en el que desvela cómo exploró el misterio de la sensualidad y venció los prejuicios de su época.  

La ilustradora y escritora María Hesse.- JAIRO VARGAS

El placer se descubre a tientas. Alcanzar ese grado de conocimiento sobre uno mismo implica un poco de tiempo y alguna que otra derrota. Lo que no está al alcance de todos es transmitir ese viaje personal como lo ha hecho María Hesse (Sevillana de adopción, 1982). Un despertar sexual que pasa de la culpa, a la vergüenza y de ahí al desconocimiento. Hesse desnuda a sus mujeres en El Placer (Lumen), también lo hace ella, consciente de que sólo venciendo ese pudor y esa culpa dada, será realmente libre. 

Hace hincapié en su libro en la necesidad de nombrar para entender... ¿No nombramos por pudor o por desconocimiento?

Si te paras a pensar, de lo que no se habla es de las cosas que están mal o dan vergüenza. Ocultamos aquello que se considera que no está bien o que es algo sucio, por eso no se suele mencionar la vulva o el clítoris. Yo de pequeña no conocía la existencia del clítoris, así que fíjate la importancia de que se nombre... 

Sin embargo, el campo semántico para nombrar 'lo innombrable' es, cuando menos, generoso: chirri, conejo, parrús...

... tete, concha, almeja... Es ridículo, porque además tampoco es que tenga un nombre feo. Algo similar ocurre con el pecho femenino, siempre ha estado oculto y de repente cuando aparece un pezón se censura. Todo esto evidencia hasta qué punto nuestro cuerpo está cosificado.

Y el porno no ayuda...

El porno gratuito lamentablemente sigue siendo falocéntrico y machista. Hay otros pornos posibles pero siempre llevan aparejada alguna etiqueta. Me refiero, por ejemplo, al porno para mujeres. Parece que si la mujer pasa a ser un sujeto en lugar de un simple objeto, hablamos de porno para mujeres. La clave, en todo caso, pasa por combinar distintos tipos de porno, la gente se excita de millones de formas distintas y no hay motivo por el que ceñirse a un solo tipo de porno. 

Por otra parte, mucha gente piensa que el porno es la realidad y no es así. El porno es ficción, como lo es Juego de Tronos; si no vamos por ahí con una espada cortando cabezas, supongo que seremos capaces también de no follar como si protagonizáramos una de estas películas. Creo que hace falta más educación afectiva...

Determinadas destrezas parece que se aprenden por intuición...

Puede ser, a mí nadie me explicó qué era la masturbación. Quizá en el caso de los hombres lo teníais más fácil porque a fin de cuentas en vuestro caso el pene sobresale, está muy presente. En cambio nosotras tenemos que rebuscar más, aunque al final se llega por accidente. El relato que es que tenemos un órgano que sirve para la reproducción, más allá de eso no hay nada. Apenas se explica que también puede producir placer y que ese placer no es malo ni es un pecado.

El clítoris ha sido durante mucho tiempo el gran desconocido. ¿Por qué ese ostracismo?

'El Placer', de María Hesse.- LUMEN

'El Placer', de María Hesse.- LUMEN

Sencillamente porque las científicas han tenido mucho más problemas para ejercer su profesión, lo que ha provocado que siempre se estudie la anatomía desde una perspectiva masculina. Y lo cierto es que cuando descubres todo lo que compone el clítoris no puedes creerlo; mide casi 10 centímetros y contiene toda una anatomía interna que suele pasar desapercibida. Por otro lado, el hecho de que el clítoris no tuviera ningún fin reproductivo y de que el placer de la mujer apenas importase, fueron relegando su estudio a un plano secundario. 

El relato sobre el placer y el sexo ha sido tradicionalmente masculino. ¿Qué aporta el feminismo en ese sentido?

Liberación para todos y todas. Si logramos comprender cómo funciona el cuerpo de la otra persona vamos a disfrutar mucho más. El mayor órgano sexual es la mente, si vemos a la otra persona disfrutar, nosotros también nos excitaremos. Hay una cultura machista que está centrada en delegar, parecía que debía ser el hombre el que tomara la iniciativa y como nosotras no hacíamos nada y apenas nos conocíamos, eran ellos los que tenían que ir descubriendo cómo funcionaba nuestro cuerpo...  

¿Qué piensa cuando escucha aquello tan recurrente de 'esa lo que necesita es un buen polvo'?

Es una muestra de hasta qué punto se ha relegado nuestro placer al hombre. Dicho de otro modo; parece que si no hay un polla de por medio nosotras vamos a ser incapaces de disfrutar de la sexualidad. Pues mira no, yo ya tengo mis juguetes y no necesito que me follen para estar estupendamente conmigo misma. 

Una de las ilustraciones que componen 'El Placer', de María Hesse.- LUMEN

Una de las ilustraciones que componen 'El Placer', de María Hesse.- LUMEN

De hecho los consoladores fueron en su día utilizados como terapia para tratar la llamada «histeria femenina»

Y lo que ocurrió es que te tocaba el clítoris el médico pero no tu marido... Al final lo que ha sucedido es que los hombres han ido sacando conclusiones sobre nuestro cuerpo sin preguntarnos a nosotras, con lo fácil que hubiera sido...

¿Puede ser la vulva un instrumento emancipador?

Yo creo que sí, las cosas que se nos han ocultado o prohibido no dejan de ser formas de dominación. Creo que poco a poco estamos librándonos de esa situación en la que te casabas y tenías que vivir de por vida con un hombre del que dependías económicamente, de tal forma que hasta nuestro propio placer dependía de ellos. Hay mucho por hacer, pero parece que estamos consiguiendo estar con alguien porque nos apetece, y no tanto por una dependencia. 

¿Hasta qué punto se interioriza la sumisión?

Es curioso, muchas veces no somos conscientes de ello. Al principio te cuesta mucho liberarte de determinados lastres, cuando lo consigues y te convences de que puedes follar con quien quieras, va alguien y te llama calientapollas por coquetear con alguien y no acostarte con él. Es una situación tan ridícula y triste, como si por mucho que te liberases nunca fuera suficiente. Muchas veces terminas cediendo porque te sientes culpable si no das lo que se espera de ti. Imagínate; culpable si lo haces, culpable si no lo haces, culpable de todas las maneras.

Portada de 'El Placer'.- LUMEN

Portada de 'El Placer'.- LUMEN

Incluso es algo que sucede con la propia pareja, situaciones en las que el no-consentimiento sería difícil de demostrar...

Es algo que ocurre de forma muy habitual, lo he hablado con amigas y compañeras y es muy común que alguien te confiese haber simulado un orgasmo para que termine ya... No debemos llegar tan lejos, si algo no nos está gustando o nos sentimos incómodas debemos ser capaces de parar. 

La madurez es clave en el conocimiento del placer, justo cuando comienza nuestro declive físico... Un poco injusto, ¿no cree?

La torpeza forma parte del conocimiento, para llegar a esta situación, incluso para poder escribir este libro, he tenido que enfrentarme a muchas situaciones y haber procesado muchas otras. Quiero decir, la madurez nos compensa un poco, no tenemos los cuerpos de antaño, pero sabemos muy bien cómo manejarlos y cómo hacerlos disfrutar. 

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