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Marta Rovira Marta Rovira: "Nos tenemos que preparar para otro 1 de Octubre y el Estado lo tiene que saber"

Marta Rovira, secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya. /ACN
Marta Rovira, secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya. /ACN

La secretaria general de ERC explica en esta entrevista los ejes del libro que ha publicado con Oriol Junqueras, 'Tornarem a vèncer (I com ho farem)' ['Volveremos a vencer (Y cómo lo haremos)'], y responde a temas de actualidad, como la inhabilitación del president Torra o la mesa de diálogo que exige activar y llenar de contenido. Sobre los presupuestos generales rechaza participar en un acuerdo basado en partidos de derechas como Cs, PNV y PDeCAT.

Marta Rovira (Vic, 1977) vive intensamente la política catalana desde Ginebra, donde se refugió en el exilio en medio de la ofensiva del poder judicial español contra los dirigentes independentistas catalanes después de los hechos de octubre de 2017. En esta entrevista realizada por videoconferencia desgrana la estrategia de ERC para conseguir la independencia de Catalunya, plasmada en el libro que ha hecho con Oriol Junqueras a caballo del exilio y la prisión de Lledoners, 'Tornarem a vèncer (I com ho farem)' ['Volveremos a vencer (Y cómo lo haremos)']. La secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya también comenta diversos temas de actualidad. Rovira defiende que la inhabilitación del president de la Generalitat, Quim Torra, si se produce, debe quedar fuera de los cálculos electoralistas de los partidos. Y también alerta al Estado que si el diálogo y la negociación no avanza ERC se prepara para otro embate democrático como el del 1-O pero con más fuerza y más preparados que en 2017. Mientras asegura que la música que llega a los republicanos sobre los presupuestos generales por parte de Pedro Sánchez no hace posible la participación de ERC y critica unas negociaciones que cree se decantan hacia las fuerzas de derechas.

¿Con qué objetivo se plantearon usted y Oriol Junqueras escribir el libro 'Tornarem a vèncer (I com ho farem)' ['Volveremos a vencer (Y cómo lo haremos)'] que acaban de publicar?

El objetivo es hacer una propuesta en positivo al independentismo a nivel estratégico que consiste en ser muchas más y estar mejor preparadas. En definitiva, ser mucho más fuertes. Que sirva para salir de esta etapa de casi tres años muy marcados por los efectos de la represión y por el resistencialismo y la recuperación de las instituciones después de la aplicación del 155. Queremos empezar a recuperar la iniciativa, liderando y trabajando, en un proyecto para ganar la independencia.

¿El independentismo había perdido la iniciativa inmerso en rencillas?

Otro de los objetivos del libro era salir del debate interno y de una fase de reproches que no nos aporta demasiado como movimiento independentista. La aportación que hacemos es para iniciar otra etapa que debe incluir el acuerdo y el entendimiento entre los independentistas.

Ustedes en el libro apuestan por la "fuerza democrática": conseguir más del 50% de los votos en varias elecciones de forma sostenida. ¿Qué plantean para que el independentismo pueda conseguir convencer a una parte de los que todavía no votan opciones independentistas?

Planteamos varias estrategias que de hecho no son nuevas porque ERC las practica desde hace algunos años y que sabemos que funcionan porque en buena parte son las que han permitido que el independentismo haya pasado de 10 o 15 diputados a los 70 de hoy. De entrada, para ser muchos más en las urnas hay que ser muchos más en la calle, en el ámbito de las luchas compartidas. Catalunya es un país que se ha levantado luchando codo con codo para que todos tengan luz en casa y muchos otros servicios o ahora mismo en defensa de la vivienda con la regulación de los precios de los alquileres o luchando contra la pobreza energética y también por la prosperidad económica dando oportunidades a las empresas. Las luchas compartidas son un punto de encuentro entre los independentistas y los que aún no lo son peleando por los mismos objetivos. Y donde podemos hacer entender a todos que la República catalana es la mejor opción para resolver los retos cotidianos de la gente.

También hablan del buen gobierno para convencer. ¿Qué significa esto?

Que cuando el independentismo gobierna, la gente que aún no es independentista se debe sentir representada gobernando absolutamente para todo el mundo independientemente de los orígenes, las lenguas que se hablen o los pensamientos políticos que se tengan.

¿Esta es la estrategia para ganar en el área metropolitana de Barcelona donde el PSC aún se muestra fuerte? Porque en el libro lo sitúan como el principal adversario de ERC...

ERC es una clara alternativa al PSC como fuerza de izquierdas que somos con voluntad claramente transformadora. El PSC es muchas veces sucursalista del Gobierno español y del PSOE pero también de esta élite política y económica española que es inmovilista. Todo lo contrario de lo que representa ERC y por eso nos erigimos como alternativa al PSC.

Si el PSC está totalmente descartado como dicen como socio y lo sitúan como adversario, ¿cuál es la opción de ERC para formar un futuro Gobierno de la Generalitat? Repetir con Junts?

Todas aquellas coaliciones que nos permitan avanzar hacia la República catalana. Esto ya excluye al PSC del facto. Hoy, el PSC ni siquiera está en el gran consenso que hay en Catalunya de resolver con un referéndum el conflicto político. Nosotros somos la alternativa al PSC y lo estamos demostrando ganándolo tres veces en un año en dos elecciones generales y en las municipales ganando en Barcelona y arrebatándole dos alcaldías importantes como la de Lleida y Tarragona. Por lo tanto, nuestras alianzas serán alternativas al PSC, lo contrario sería contradictorio.

Y por lo tanto ¿quién serían los posibles socios?

Nosotros haremos un emplazamiento a todas las fuerzas independentistas, Junts y la CUP, pero también a las fuerzas soberanistas como los Comuns. Ahora, lo que define las alianzas de Govern son los programas y en eso vamos a ser muy exigentes.

Una vez se alcance el 50%, no parece que el Estado esté demasiado dispuesto a aceptar un referéndum acordado. ¿Esto nos sitúa igualmente en la confrontación?

Somos conscientes de ello. Por eso nosotros proponemos cada vez ser más, pero también estar mejor preparadas. Y esto quiere decir identificar adecuadamente las amenazas que en octubre del 2017 no supimos prever. Las propuestas que se centran en la confrontación pero no nos explican cómo se hará este embate democrático sin terminar en el mismo lugar que en octubre del 2017 no nos sirven porque son estériles. Nosotros creemos que hay que prever cómo superamos la ofensiva del Estado, la represión o las amenazas económicas que el Estado logró imponer contra la economía catalana a pesar de que estaba en un momento de máximo crecimiento.

¿Y cómo plantean conseguir estar mejor preparadas para este escenario?

Estando mucho más presentes como independentistas en el mundo sindical y empresarial, así como en las redes diplomáticas.

¿Cómo se concreta su vía por la independencia?

Siempre a través del referéndum. Nosotros no somos una organización que porque creemos en la República la queremos imponer. Nosotros queremos convencer a muchísima más gente de que la República catalana es la mejor opción política para trabajar por el futuro del país y la prosperidad y el progreso de la ciudadanía. Y que se pueda decidir libre y democráticamente en referéndum.

¿Qué tipo de referéndum?

Tenemos por delante dos opciones. La primera está en un contexto político nuevo que no existía hace tres años: la existencia de este Gobierno del PSOE y de Podemos que se autodenomina como progresista, dialogante y que dice, sobre todo internacionalmente, que quiere resolver el conflicto con Catalunya . Si esto es cierto y tenemos la oportunidad de explorar el diálogo y la negociación, que creemos que es la mejor vía posible, ERC no se acomplejará. Seremos los reyes del diálogo y continuaremos haciendo lo que ya hemos hecho, que no es otra cosa que generar las condiciones para que el diálogo se pueda producir.

¿Qué tipo de diálogo?

Un diálogo en condiciones. Haciendo que el Gobierno español asuma su responsabilidad y la situación del conflicto político. Y vamos a la mesa de negociación sin renunciar a nada porque somos conscientes de que representamos grandes consensos de la sociedad como el que sitúa entre el 70 y el 80% de los catalanes y las catalanas a favor de un referéndum de autodeterminación. Y sobre todo iremos sin ingenuidades.

No parece que el Gobierno español esté por el referéndum pactado. ¿Cuál sería la segunda opción?

Incluso en el peor de los escenarios en que el Gobierno español rechace la vía del diálogo y no podamos obtener una resolución democrática y pactada, sabemos que esto nos volverá a cargar de razones y de legitimidad para volver a hacer un embate democrático al Estado, siempre por un referéndum.

¿Qué impide ahora la unidad estratégica del independentismo para alcanzar objetivos concretos como el 1-O que ustedes en el libro consideran la gran victoria de aquella etapa?

Yo identifico la represión como una de las principales causas que nos dificulta la comunicación e incorpora mucho rumor y relato destructivo que busca que estemos batallando entre nosotros. Y evidentemente hay intereses partidistas y electoralistas. Pero se puede superar llegando a acuerdos.

¿Se refiere a los ataques constantes de JxCat a ERC?

Ellos tienen la legitimidad para decir lo que consideren. No me voy a meter. Nosotros lo que tenemos que hacer y hacemos es preguntarnos qué aporta lo que vamos a decir cada vez que abrimos la boca para hablar. O si resta y genera debate interno, desconfianza y ruido. El mensaje del libro es que nosotros también hemos vuelto al octubre de 2017 a mirar qué nos pasó y cómo lo hicimos, pero para proyectarnos en el futuro identificando fortalezas y debilidades de aquella gran experiencia, no para quedarnos en el pasado mirando quién hizo cosas mal o que dijo no sé qué cosa.

La presidenta de la ANC les instó a ustedes y a Carles Puigdemont a intercambiar lecturas de sus libros. ¿Ha leído los libros del ex President?

El primer volumen. El segundo aún no me ha llegado, pero me lo voy a leer también.

¿Y qué piensa?

He intentado extraer de las vivencias que ha tenido él lo que me ayude a avanzar.

Hay bastantes reproches a Esquerra...

No quiero entrar. Son sus vivencias y él ha decidido publicarlas. Yo no publicaré las mías y ni siquiera pienso contestar las suyas. Porque ahora mismo esto no ayuda ni aporta nada. Lo que necesitamos es debatir sobre estrategias para avanzar y ganar, que es lo que planteamos en el libro con Oriol Junqueras.

¿Qué cree que se debe hacer ante la probable inhabilitación del president de la Generalitat, Quim Torra?

Para nosotros el acuerdo entre los partidos independentistas es el eje fundamental. A partir de ahí, creemos que no se puede permitir una nueva injerencia del poder judicial español en la agenda de la política catalana. No podemos dejar que el Tribunal Supremo comience y termine una legislatura o decida quién es el presidente del Govern de la Generalitat. Porque esto es inaceptable. Hay unas instituciones democráticas y quien debe decidir es la ciudadanía. Por ello consideramos muy importante un acuerdo para superar la represión política y que seamos nosotros quienes decidimos la agenda política catalana. Pero también es importante que nadie haga uso electoralista de las instituciones catalanas y eso es necesario que nos lo apliquemos también dentro del independentismo. En este escenario no puede haber cálculos electorales, hay que mirar qué es lo que le conviene más al país.

¿Al país le conviene que haya elecciones?

Al país le conviene que haya un Govern fuerte, con liderazgo, cohesionado ante una agenda del día a día cruda y dura ante los retos que nos ha generado la pandemia. Las elecciones las tenemos que decidir porque, si no, las decidirá el Supremo. Y eso no nos gusta porque dejará un Govern sin presidente y en funciones, lo que limita muchas de sus facultades en una situación muy complicada. Y la pandemia requiere asumir responsabilidades en plenitud de condiciones. Pactar una fecha de elecciones sin partidismos ni tacticismos electoralistas y no hacer este regalo al Supremo sería lo mejor para el país.

La remodelación del Govern indica que no hay voluntad de convocar elecciones. ¿Le consta? ¿Y qué opina de los cambios en el Ejecutivo?

A nosotros una explicación concreta de por qué se hacen los cambios en el Govern no se nos ha dado. Tampoco es de recibo que en un Govern de coalición se hagan cambios estructurales como los que se han hecho y se nos comuniquen horas antes. Hubiera sido necesario sentarse y debatirlo. Es imprescindible saber por qué se hacen estos cambios. El Govern debe reforzarse y debemos empujar entre todos porque tiene unos retos importantísimos.

¿Habrá mesa de diálogo finalmente con el Gobierno español?

Nosotros queremos que se reúna. Como Esquerra Republicana de Catalunya queremos que los dos gobiernos encuentren la manera de sentarse y dialogar.

Parece que sólo lo quiere ERC porque ni el Gobierno español ni la parte del Govern de JxCat están demasiado interesados en reactivarla ...

Eso se lo debería preguntar a los demás. ERC trabajará para que esta mesa se pueda reunir, que ambos gobiernos acuerden un día y para que no sea sólo una fotografía. La queremos con contenido. A partir de aquí son los dos gobiernos los que deben hablar en la mesa. La mesa no se reunirá ahora simplemente porque Pedro Sánchez lo diga. Lo que debe hacer Sánchez es asumir responsablemente que esta es una mesa de negociación y no utilizarla para hacer declaraciones de intenciones tácticas que pueden dar a entender que estamos hablando de otras cosas. Esta es una mesa de negociación de un conflicto político y debe estar al margen del día a día de los gobiernos. Nosotros apostaremos por la mesa de negociación mientras el Gobierno español no nos demuestre lo contrario. Y la parte catalana debería estar a la altura de esta oportunidad y explorarla con confianza y valentía, sin complejos. También sin renunciar a nada y sin ingenuidades.

¿Por tanto, con autodeterminación y amnistía? El Gobierno español dice que no quiere ni oír hablar de ello...

Sí, pero el pacto es muy claro. Dice que cada una de las dos partes podrá defender libremente lo que cree que es mejor para la resolución del conflicto. A partir de aquí ya veremos dónde nos encontramos. Nosotros iremos a defender que la mejor solución para el conflicto político es un referéndum de autodeterminación y la amnistía para acabar con la represión. Y creo que la parte catalana puede hacerlo con mucha fuerza porque sabemos que la opción del referéndum la abraza mucha más gente en Cataluña que sólo el independentismo.

¿Se refería a que Sánchez quiere la mesa de diálogo para negociar los presupuestos?

Nuestro mensaje al presidente del Gobierno español es que tenga cuidado con utilizar tácticamente la mesa de negociación del conflicto político. Porque, aparte de ser una irresponsabilidad, Sánchez debe tener muy claro que en ERC no somos ingenuos. Si la mesa de diálogo no es para avanzar en la resolución del conflicto y sólo hay fotos y declaraciones, ERC no podrá estar. Y en cualquier caso, no mezclaremos las cosas.

Por tanto ¿qué posición tomará ERC con los presupuestos generales del Estado?

De entrada, los mensajes que nos llegan sobre los presupuestos no nos gustan. Pedro Sánchez dice muchas cosas y algunas de ellas contradictorias en el mismo momento de decirlas. Y con contradicciones con sus propios socios de Gobierno. Primero que se aclaren ellos sobre si harán unos presupuestos con Ciudadanos y otras fuerzas de derechas como el PNV y el PDeCAT. Si es así ya tienen claro que no es necesario que nos llamen porque nosotros no estaremos en una salida a la crisis de la pandemia con recetas de recortes, de no inversión social, etc. Esto ya lo vivimos en la crisis del 2008 y a nosotros en las políticas de derechas y neoliberales no nos encontrarán. Podemos estar dispuestos a escuchar si nos llegan otros mensajes pero de momento lo que nos llega es eso.

¿Se puede dialogar con dirigentes en prisión, en el exilio como usted y cuando se ceban retirando el tercer grado o hay varios juicios pendientes que afectan a mucha gente?

Por eso llevamos la represión a la mesa de negociación. Es uno de los primeros retos que planteamos al Gobierno español que hay que solucionar. Para nosotros la mejor opción es la amnistía que pondrá el contador a cero y a las dos partes en igualdad de condiciones. Ahora hay una que sufre represión, nosotros, y la otra no. Pero ellos deberán poner también una solución sobre la mesa. Ahora bien, la pregunta que yo hago es, si no abonamos la vía del diálogo, ¿eso hará que los presos políticos salgan, los exiliados podamos volver y terminen los juicios? Evidentemente que no. Pues vamos a la mesa a defender que hay que acabar con la represión.

En el libro dicen que apuestan por el diálogo pero alertan al Estado que la paciencia no es infinita. ¿Cuál es el límite? ¿Hasta cuándo?

De momento, hay que tener mesa y con contenido. Por ello debe celebrarse la segunda reunión porque ahora mismo sólo tenemos una sola fotografía. Y en la espera de esta reunión tampoco tendremos una paciencia infinita. Cuando se reactive, tampoco tendremos paciencia infinita si vemos que el Gobierno español viene arrastrando los pies y si no podemos plantear nuestras propuestas o no se pueden entrar a debatir. Poner fechas o plazos es complejo. Veremos cuál es la actitud del Gobierno español.

Y si se agota la paciencia advierten de que habrá que ir a la unilateralidad ligada a la desobediencia civil. ¿Cómo lo harán?

Nosotros lo que proponemos es trabajar las dos opciones a la vez. Son complementarias. Mientras exploramos la vía del diálogo y la negociación hay que prepararse por si no llegamos a una resolución política y democrática del conflicto. El Estado debe saber que nos estamos preparando y que lo podemos volver a hacer. Pero ahora sabemos en qué fallamos y lo podemos volver a hacer mejor. Por eso hemos hecho el libro.

Pero ¿cuál sería la propuesta en caso de llegar a este escenario?

Los embates deben ser democráticos con la urna como icono. Nosotros estamos dispuestos a hacerlo todo para que la ciudadanía de nuestro país pueda votar para decidir.

Eso ya se hizo el 1-O...

Por eso tenemos muchos retos por delante. Porque si hay que volver a poner las urnas para que la ciudadanía decida en Catalunya sin acuerdo con el Estado, esto debe producir un resultado diferente al que produjo en octubre de 2017. La desobediencia civil o la resistencia no violenta serán fundamentales.

¿No teme que las bases independentistas lleguen desmovilizadas a este envite con tanta disputa interna?

Por ello emplazamos a todas las fuerzas independentistas a llegar a un acuerdo estratégico de mínimos para salir de debates internos que no nos aportan nada. Lo que tenemos que hacer es dedicarnos a explicar un proyecto estimulante y que aún hoy tiene mucha gente por sumar. Cuando nos pongamos de acuerdo para avanzar, seremos mucho más capaces de hacer más atractivo nuestro proyecto.

Usted es de Vic, pero en libro hablan mucho del reto del área metropolitana de Barcelona. ¿Ha sido un 'handicap' para el independentismo no asumir la complejidad y la diversidad territorial de Catalunya?

Para nosotros esto no es ningún 'handicap'. Es un reto en positivo. Es cierto que el independentismo no es una opción política homogénea en todo el territorio y en el área metropolitana de Barcelona no es mayoritaria como lo puede ser en Vic. Debemos asumir este perfil sociológico diferente en cada lugar del país. En Esquerra lo venimos haciendo desde hace muchos años y es un reto que nos planteamos y que ahora debe ser de todo el independentismo. Hay que saber explicar mejor y sobre todo saber hacer llegar que la independencia es más justicia y derechos sociales. La independencia suma derechos, no los resta. Es un proyecto integrador que quiere construir la República con todos y para todos.

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