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Elecciones generales 28A Facebook y Twitter bloquean cuentas de extrema derecha, pero no por los contenidos

Las principales redes sociales están actuando contra cuentas que difunden bulos, desinformación o información tóxica en esta agitada campaña electoral, aunque dejan muy claro que se trata de cuentas que han violado sus condiciones de uso, como el uso de perfiles falsos o cuentas que tratan de manipular mediante 'spam'.

Foto de archivo. EFE/Emilio Naranjo

P. Romero

Cuenta atrás para las elecciones generales este domingo, y las redes sociales llevan unos días moviendo ficha al eliminar o bloquear cuentas que difundían información tóxica o, directamente, mentiras. Así, Facebook ha cerrado tres grandes redes de extrema derecha, a partir de una denuncia de Avaaz: se han suprimido al menos 17 páginas con casi 1.440.000 seguidores. Lo que pasa es que estas suspensiones no han sido por el contenido en sí, sino por la "violación de sus políticas de uso".

Las cuentas de las que 'colgaban' estas redes de distribución Unidad Nacional Española, Todos Contra Podemos y Lucha por España. Entre las tres sumaban la friolera de 1.694.718 de seguidores, una cifra algo superior a la suma de los seguidores de los principales líderes políticos de España (Pedro Sánchez 56.493, Pablo Casado 97.396, Albert Rivera 363.306, Pablo Iglesias 747.524 y Santiago Abascal 145.277, según las cifras que recoge el informe, terminado el parado 12 de abril).

En los últrimos tres meses, en total se produjeron 7.393.084 interacciones entre estas cuentas y sus seguidores. Así, el informe detalla que vinculadas a Unidad Nacional Española, fueron eliminadas 10 páginas con 1.202.561 seguidores, incluyendo múltiples perfiles del mismo usuario, Javier Grau. En declaraciones a El País, Grau —un conocido militante de la ultraderecha del área de Barcelona— considera que el bloqueo es un ejemplo de "censura" y responde a ataques de "extremistas". "Es muy propio de dictadores", comenta.

Por su parte, el bloqueo de Todos Contra Podemos incluye la eliminación de seis páginas con 114.147 seguidores, incluidos perfiles duplicados del usuario Antonio Leal Aguilar. Leal es representante de artistas oriundo de Lanzarote, fue secretario del comité local del Movimiento Patriótico en Arrecife y siempre ha estado ligado a organizaciones independentistas, como la Federación Insular de Asociaciones de Vecinos Titeroygakat, convertida después en Organismo Social Autónomo y muy crítica con la inmigración, informa el Diario de Lanzarote.

Éste también ha protestado airadamente: califica la actuación de la red social de "atentado" contra su "libertad de comunicación" y anuncia en El País su intención de lanzar acciones judiciales.

En estos dos casos, se violaban los términos de uso de la red social ( las Normas Comunitarias de Facebook) al constatarse que varias cuentas gestionaban una red de perfiles, explica El Confidencial.

Por último, Lucha por España, con 378,010 seguidores, fue eliminada por sus varios cambios de nombre desde 2013, como Mirarpeliculasgratis.com, Mirar películas y Películas de España, un comportamiento penalizado por Facebook


También Twitter se ha puesto a desactivar cuentas falsas esta semana tras una serie de investigaciones de usuarios y expertos como la profesora Mariluz Congosto, narradas en Eldiario.es, tras las cuales la red social procedió a eliminar dos redes de apoyo al candidato del PP Pablo Casado y a bloquear al menos 130 perfiles fraudulentos. Todo ello sucedió justo antes del debate a cuatro de RTVE.

No obstante, algunas de las cuentas que señala Congosto como posibles perfiles irregulares o incluso falsos, vinculados a partidos como el PSOE, podrían ser ejemplos de astroturfing y siguen activas. Astroturfing es un término usado en relaciones públicas para referirse a acciones de propaganda que se realizan bajo una falsa apariencia de espontaneidad.

Parece que todos los partidos hacen 'trampas' de una forma u otra en redes sociales, y algunas de esas maniobras 'cuestionables' llevan años utilizándose en estas populares plataformas sociales.

Según explicaron fuentes de Twitter a Público, intentar manipular la conversación a través de cuentas falsas o comportamiento de 'spam' "no está permitido" y "ello está claramente definido en las Reglas de Twitter". "Todas las cuentas que participen en estas actividades pueden quedar temporalmente bloqueadas o suspenderse definitivamente", añadieron las mismas fuentes.

"Eliminamos estas cuentas en función de su comportamiento, no del contenido"

Igualmente, Facebook ha dejado muy claro en un comunicado que "ha eliminado cuentas falsas y duplicadas que violaban las políticas de autenticación, así como una página que violaba las normas sobre cambio de nombre". "No estamos eliminando cuentas o páginas por un comportamiento inauténtico coordinado; como en otros casos, eliminamos estas cuentas en función de su comportamiento, no del contenido", añade el comunicado, que apunta: "Algunas páginas adicionales también se deshabilitaron porque fueron administradas únicamente por cuentas falsas".

La misma razón, la "violación de los términos de uso", está detrás de la reciente suspensión de la cuenta de oficial de Podemos en WhatsApp: el uso no autorizado de una plataforma ajena a Facebook que facilitaba el envío múltiple de mensajes. De hecho, este servicio de mensajería propiedad de Facebook también bloqueó esta semana cuentas asociadas al PP y al PSOE a la vez que reactivaba la de Podemos. Todo apunta al mal uso de sus términos y condiciones, aunque en un entorno de confusión: existen plataformas que se dedican a ello, ofrecen estos servicios y cuentan con el visto bueno de WhatsApp para realizar envíos masivos de mensajes. 

¿Por qué no las detectaron las propias redes antes?

¿Cómo de proactivas son Facebook o Twitter? ¿Realmente están teniendo iniciativa ellas mismas, mediante el uso de su inteligencia artificial, sus decenas de miles de empleados pendientes de los contenidos y el control de cualquier violación de sus políticas de uso? Durante los dos últimos meses, las grandes plataformas han estado informando de múltiples iniciativas que remarcaban su compromiso contra la desinformación.

Es conveniente recordar que Twitter, por ejemplo, intenta afinar la detección de contenidos indeseables, como discursos de odio y otros que violen sus términos y condiciones de uso, mientras que trata de mejorar sus sistemas automáticos de detección y eliminación de cuentas falsas.

Globalmente, Twitter afirma detectar entre ocho y diez millones de cuentas potencialmente automatizadas o generadoras de 'spam' a la semana en todo el mundo, de las que el 75% terminan eliminadas.

Facebook, por su parte, no borra bulos ni desinformación pero sí los 'penaliza': se muestran menos en News Feed de Facebook al recibir menos puntuación, de forma que se limita su difusión y alcance. Sólo durante el primer trimestre, esta red social asegura que ha borrado más de 580 millones de cuentas falsas.

"Facebook necesita tomar acciones urgentes para desmantelar estas redes en Europa"

Para Avaaz, sin embargo, la compañía de Mark Zuckerberg no hace bien este trabajo. En una nota, esta organización pide directamente a Facebook que "investigue y tome medidas concretas con redes de similar naturaleza que operan en los países de la UE, previo a las elecciones parlamentarias europeas de mayo".

Según Christoph Schott, director de campaña en Avaaz, “imaginar estas redes fortalecidas nos da una idea de la amenaza que representaría para las elecciones europeas. "Facebook necesita tomar acciones urgentes para desmantelar estas redes a lo largo de Europa, y sólo puede lograrlo si investigaciones similares se convierten en una prioridad para ellos".

El ciudadano deberá pues estar alerta. Tal y como teme Mariluz Congosto, "parece que hay muchos indecisos en esta campaña electoral, y como en las redes sociales tenemos muy poca memoria, creo que en los últimos tres últimos días habrá bombardeo de mensajes segmentados, especialmente en Facebook (y WhatsApp), sobre una base de opinión que lleva calando desde hace mucho tiempo".

Como siempre, el mejor consejo es el más simple. Según insiste el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid Raúl Magallón, ante la mínima duda sobre la autenticidad de una cuenta o de un perfil, hágale un favor a la salud de la democracia y no comparta los mensajes.

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