Pato confinado

Receta de rosquillas caseras de Semana Santa

Rosquillas.
Rosquillas. Foto: Tamorlan. Wikimedia Commons.

Las rosquillas forman parte de la repostería tradicional de Semana Santa. Tiernas y dulces, de forma redonda, cual donut avant la lettre, son sencillas de preparar. Un postre típico que tiene un ligero sabor a limón o naranja, con un punto anisado que despierta los sentidos.

Se elaboran con harina, huevo y levadura, y se fríen en abundante aceite caliente hasta que se doran y están bien hechas en su interior. Debes hacer la masa a mano, vigilando que tenga la textura adecuada, con la suficiente consistencia como para poder darle la forma de rosquilla.

Vigila que el aceite esté bien caliente (compruébalo echando un trocito de la masa antes), y fríe las rosquillas por tandas, para no perder temperatura y que todas te salgan igual.

Rosquillas de Semana Santa

Ingredientes 4 personas:

  • 2 huevos medianos
  • 75 g de azúcar
  • 100 ml de leche
  • 100 ml de aceite de oliva suave o de girasol
  • 500 g de harina de trigo
  • 45 ml de licor de anís
  • 1 sobre de levadura química (polvo de hornear, 16 gr.)
  • Ralladura de 1 limón
  • Abundante aceite para freír (que cubra las rosquillas)
  • Azúcar glas (opcional, para decorar)

Prepara la masa:

  1. En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar y la piel del limón hasta obtener una mezcla espumosa y blanquecina.
  2. Agrega la leche, el licor de anís, y el aceite de oliva suave a la mezcla de huevos y azúcar. Mezcla bien.
  3. Tamiza la harina de trigo y la levadura química sobre la mezcla húmeda. Integra los ingredientes con una espátula o cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea y suave. Agrega la harina siempre poco a poco y ve echando según lo pida (hasta conseguir una masa consistente). Termínalo a mano. Si la masa está demasiado pegajosa, agrega un poco más de harina. Que quede como plastilina.
  4. Cubre la masa con un paño limpio y deja reposar durante al menos 30 minutos.
  5. Pasado el tiempo de reposo, toma porciones de masa (con las manos untadas en aceite) y forma pequeñas bolitas del tamaño de una nuez. Con el dedo, haz un agujero en el centro de cada bolita para formar las rosquillas.

Fríe las rosquillas:

  1. Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto (que cubra las rosquillas). Cuando el aceite esté caliente, fríe las rosquillas en lotes, cuidando de no sobrecargar la sartén y que no baje la temperatura.
  2. Cocina las rosquillas hasta que estén doradas por ambos lados, aproximadamente 2-3 minutos por cada lado.
  3. Una vez cocidas, retira las rosquillas de la sartén y escúrrelas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  4. Opcionalmente, espolvorea las rosquillas con azúcar glas antes de servir.

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