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Brexit El Parlamento británico rechaza un brexit sin acuerdo por escaso margen

La Cámara de los Comunes tendrá que votar el jueves si pide a Bruselas que le deje retrasar la fecha del brexit, después de que haya dicho ‘no' a abandonar la Unión Europea sin un acuerdo el próximo 29 de marzo.

La primera ministra británica, Theresa May, mientras da un discurso ante la Cámara de los Comunes. - EFE

El diputado conservador Ken Clarke no lo podía haber expresado mejor: “Todo esto sería muy entretenido… si no fuera alto tan serio”.  Lo decía sólo unas horas antes de que el Parlamento británico afrontara su segunda votación sobre el brexit en dos días.

Al haber rechazado el martes el acuerdo de salida alcanzado entre Theresa May y la Unión Europea, este miércoles tocaba votar si rechazaban la posibilidad de un brexit duro, un brexit ‘a las bravas’, un brexit abrupto, sin acuerdo, de un portazo… el próximo 29 de marzo Y, efectivamente, así lo han hecho.

La votación se ha saldado con 321 votos a favor de eliminar esta posibilidad frente a 278 votos de los partidarios de haberla mantenido sobre la mesa. Una nueva derrota, esta por 43 votos, para Theresa May, y que se suma a la que ha cosechado sólo unos minutos antes, con la victoria también de la enmienda Spelman. Aunque este texto no es vinculante, también ha logrado el apoyo de la Cámara por apenas cuatro votos y excluye la posibilidad de salir sin acuerdo del bloque comunitario no sólo el 29 de marzo, sino en cualquier momento.

El ministro de Economía, Philip Hammond había recordado que un brexit duro “significaría una economía más pequeña y menos próspera. Mayor desempleo, salarios más bajos y precios más altos en las tiendas”. Y concluía: “Eso no es lo que votó la gente”.

Manifestantes contrarios al brexit, en las inmediaciones del Parlamento británico. - REUTERS

Manifestantes contrarios al brexit, en las inmediaciones del Parlamento británico. - REUTERS

“Quiero seguir trabajando para salir de la UE y quiero hacer con un buen acuerdo”, ha asegurado la premier británica ante la Cámara después de que Jeremy Corbyn le preguntara cuál era su plan al frente de lo que ha denominado un Gobierno “sin timón”. El líder del partido laborista ha aprovechado también para volver a pedir la celebración de elecciones generales.

Pero ahora mismo poco puede hacer Theresa May por sí misma por más voluntad que le ponga. El brexit se ha puesto este miércoles en manos del Parlamento y el jueves volverá a estarlo. El rechazo a una salida sin acuerdo del miércoles lleva irremediablemente a la tercera votación en tres días. Los miembros del Parlamento británico deberán decidir si le piden a Bruselas que les deje retrasar la fecha de salida. Todo apunta a que esa votación la ganará el ‘sí’.

En ese caso, Londres tendría que decidir cuánto tiempo extra pide. El Gobierno británico es partidario de que sea un periodo corto, de no más de tres meses. Entre otras cosas porque el próximo 26 de mayo se celebran elecciones al Parlamento Europeo y si para entonces Reino Unido sigue siendo miembro, habría que definir qué papel juega en los comicios.

Pero ojo porque Bruselas puede decir que no concede esa prórroga. En primer lugar, los 27 miembros tienen que estar de acuerdo en los términos de esa extensión. Y además, ya le han dejado claro a Londres que para otorgársela, tendría que explicarles qué pretende hacer en ese tiempo extra.

Manifestantes a favor del brexit en las inmediaciones del Parlamento británico. - REUTERS

Partidarios del brexit se manifiestan junto al Parlamento británico. - REUTERS

Sobre la mesa ya no está la opción de volver a negociar con Bruselas porque, tras el rechazo al acuerdo alcanzado con May, el propio Michel Barnier, el jefe de los negociadores de la UE, aseguró que, por su parte, no podían "ir más lejos”. Pero esos meses sí podrían servir para establecer las medidas y los acuerdos necesarios para una salida posterior, para convocar elecciones generales, celebrar un segundo referéndum… o, ¿por qué no?, decir adiós a cualquier opción de brexit. Algo que Londres puede hacer unilateralmente sin tener que preguntar a Bruselas simplemente revocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

De momento, con la vista puesta en la votación del jueves y en las próximas semanas, el ministro Philip Hammond lanzaba un mensaje a los miembros de la Cámara… y a la propia May: “A partir de mañana tendremos la oportunidad de comenzar a trazar un camino hacia el consenso, destinado a alcanzar un acuerdo que podamos apoyar colectivamente para salir de la UE de forma ordenada”.

En la misma línea de “buscar un consenso lo antes posible” se ha pronunciado el ministro de Medioambiente y una de las caras de la campaña a favor del brexit, Michael Gove, que ha tenido que sustituir a Theresa May en su intervención de esta tarde después de que la primera ministra perdiera definitivamente la voz. Aunque, en su línea, Gove insistía también en que “la gente votó para salir de la UE y debemos cumplir con el voto popular”.

Citando de nuevo al diputado conservador Ken Clarke: “Esto es un caos”. Y que después de 49 años en el Parlamento británico este hombre asegure que nunca ha visto “(un caos) igual en toda mi carrera”, lo dice todo.

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