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Grecia levanta una nueva valla ante la previsible llegada de refugiados afganos

El gobierno heleno ha protegido la frontera terrestre con Turquía, incluyendo cañones de sonido, torreones de vigilancia, sensores y drones. "Nuestras fronteras permanecerán seguras e inviolables", afirmó el ministro de Protección Ciudadana.

Vista de una valla fronteriza entre Grecia y Turquía, en Alexandroupolis. Foto de archivo.
Vista de una valla fronteriza entre Grecia y Turquía, en Alexandroupolis. Foto de archivo. Alexandros Avramidis / REUTERS/File Photo

Tras la toma de Afganistán de los talibanes, Grecia ha previsto una eventual oleada de refugiados. Buscando evitar una crisis similar a la que vivieron en 2015, las autoridades helenas han instalado un sistema de vigilancia electrónica a lo largo de la frontera marcada por el río Evros, además de un muro de hormigón de casi 40 kilómetros con alambradas.

Los ministros de Defensa, Nikos Panayotópulos, y de Protección Civil, Mijális Jrisojoídis, visitaron el viernes la frontera terrestre entre Turquía y Grecia, en el norte del país, donde continúa la construcción del muro de hormigón, que es una ampliación de uno anterior de 12 kilómetros, el muro cuesta 63 millones de euros.

"Nuestras fronteras permanecerán seguras e inviolables", afirmó el ministro griego de Protección Ciudadana

"Nuestras fronteras permanecerán seguras e inviolables", afirmó el ministro de Protección Ciudadana, Mijalis Jrisojoidis. "Como país europeo, participamos en las instituciones de la Unión Europea, donde se están tomando una serie de decisiones. Pero, como estado, no podemos esperar pasivamente a su posible impacto", la situación en Afganistán puede generar "flujos migratorios" y aseguró que las fronteras griegas "permanecerán seguras e inviolables".añadía el ministro.

Las autoridades griegas ya han iniciado la elaboración de un plan para hacer frente a la crisis migratoria causada por la toma talibán de Afganistán, estimando que llegarán al país unos 500.000 refugiados afganos. Se espera que los refugiados afganos tarden aproximadamente un mes en encontrarse en Turquía intentando entrar en Grecia.

El gobierno heleno ha protegido la frontera terrestre con Turquía, incluyendo cañones de sonido, torreones de vigilancia, sensores y drones.  La cuestión migratoria ha tensado las relaciones entre Turquía y Grecia, si bien ambos países parecen dispuestos a cooperar.

"Almacén de migrantes y refugiados de Europa"

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, discutieron este viernes la posibilidad de que haya una fuerte presión migratoria desde Afganistán y concordaron en que sus países se enfrentan al mismo desafío, según informaron medios locales.

Ambos líderes, cuya relación ha sido tensa en ocasiones precisamente debido a los flujos migratorios desde Turquía, hablaron por teléfono durante media hora "en un ambiente positivo" y estuvieron de acuerdo en la necesidad de apoyar a los países colindantes con Afganistán para que los afganos "puedan permanecer lo más cerca de casa posible".

El Ejército griego ha levantado una valla metálica de 5 metros de alto, coronada con un alambre de espino especial, a la que se suma la también recién inaugurada barrera digital que permitirá impedir aún más cruces y aún debe ser completada con drones, cámaras térmicas y robots autónomos no tripulados que detectan el movimiento.

La crisis en marzo de 2020 derivó en uno de los momentos más tensos de las relaciones greco-turcas. Sin embargo, en los últimos meses Atenas y Ankara han mejorado sus relaciones y anoche el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, coincidieron durante una larga conversación telefónica en que ambos países se enfrentan al mismo desafío ante la posible llegada de refugiados desde Afganistán.

Grecia ha asegurado que defenderá las fronteras europeas de posibles presiones migratorias derivadas del conflicto en Afganistán y ha pedido a la Unión Europea (UE) que colabore con Turquía para reforzar la declaración conjunta sobre migración firmada en 2016, por la que Turquía se comprometió a bloquear las salidas irregulares hacia territorio europeo.

Por su parte, Erdogan advirtió este jueves de que su país "no tiene la responsabilidad ni la obligación de convertirse en el almacén de migrantes y refugiados de Europa". Mitsotakis y Erdogan hablaron además de la crisis climática, en concreto sobre los centenares de incendios que han arrasado con miles de hectáreas en ambos países en las últimas semanas, y resaltaron que ambos países pueden colaborar estrechamente en materia de medioambiente.

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