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Irán e Israel calientan la atmósfera en el golfo Pérsico

Después de que el 25 de febrero un buque comercial israelí fuera atacado en el golfo de Omán, las autoridades en Tel Aviv han acusado a Irán de estar detrás del incidente y han amenazado con atacar objetivos iraníes en la región. Esta escalada se produce durante un periodo sensible para la reanudación de las negociaciones nucleares entre Washington y Teherán.

28/02/2021 - El buque  israelí Helios Ray atracado en Dubái tras resultar parcialmente dañado por un ataque mientras navegaba en el golfo de Omán.
El buque israelí Helios Ray atracado en Dubái tras resultar parcialmente dañado por un ataque mientras navegaba en el golfo de Omán. ALI HAIDER / EFE

El miércoles el embajador de Israel en Washington y ante la ONU, Gilad Erdan, dirigió una incisiva carta al Consejo de Seguridad y al secretario general António Guterres acusando a Irán de atacar la semana pasada un buque comercial israelí en el golfo de Omán, barco que sufrió daños considerables en el casco y que ahora están reparando en un puerto de los Emiratos Árabes Unidos.

En la misiva Erdan implica que Israel responderá a al ataque. El embajador es el último responsable de ese país que amenaza con tomar represalias militares contra la república islámica en días recientes, amenazas que calientan una región ya caliente de por sí.

El incidente ocurrió en la noche del 25 de febrero. Sin aportar pruebas, en un primer momento los medios hebreos explicaron que un misil iraní impactó en el buque Helios Ray que navegaba bajo bandera de las Bahamas, causándole importantes daños materiales, aunque sin hundirlo.

Posteriormente, corrigieron la versión atribuyendo el ataque a un comando de la Guardia Revolucionaria que se habría acercado hasta el Helios Ray para aplicar al casco, justo por encima de la línea de flotación, sendas bombas que más tarde explotaron. Tampoco se sustentó esta segunda versión con ninguna prueba.

Tras múltiples acusaciones y amenazas de altos cargos del gobierno, el primer ministro Benjamín Netanyahu confirmó el lunes a la emisora pública Kan: "Es en efecto una acción de los iraníes, está claro", sin aportar pruebas, agregando que Irán "es el mayor enemigo de Israel y estamos golpeándoles por toda la región".

Además, recalcó que ha comunicado a Estados Unidos que no tolerará que Teherán tenga armas nucleares, con independencia de los términos que contenga cualquier acuerdo multinacional. Algunos medios hebreos, como Haaretz, han comentado que Netanyahu está decidido a boicotear cualquier acuerdo nuclear con Irán, sea el que sea.

"Los iraníes no tendrán armas nucleares, con o sin acuerdo. También se lo he dicho a mi amigo (el presidente Joe) Biden". El acuerdo negociado por Barack Obama en 2015, del que se salió Donald Trump en 2018, justamente limitaba la fabricación de uranio por parte de los iraníes con el fin de impedir su uso militar.

Obama negoció con Teherán en contra de los deseos de Netanyahu, que se opuso de una manera frontal y bien visible, dado que el objetivo de Israel es acabar con el régimen islámico y no le interesa en absoluto que las potencias occidentales, Rusia y China realicen ningún pacto, y menos del tema nuclear.

Paralelamente, dirigentes israelíes indicaron esta semana su intención de alcanzar un acuerdo militar "defensivo" con los países del golfo Pérsico, incluidos Arabia Saudí y los Emiratos, países que consideran a Irán una amenaza para su seguridad y que durante el mandato de Trump buscaron cobijo y protección bajo las alas de Israel.

Un acuerdo "defensivo" de esa naturaleza sin duda llevará más inestabilidad a Oriente Próximo, pero Israel está interesado en él porque, entre otras cosas, permitiría un amplio desarrollo de su industria militar ya que los ricos países productores de petróleo disponen de dólares a montones y cada año dedican miles de millones a importar armas.

Teherán ha "rechazado" las acusaciones de los responsables israelíes asegurando que no tiene nada que ver con el ataque contra el Helios Ray. Un portavoz del ministerio de Exteriores manifestó que Netanyahu "sufre de una obsesión con Irán".

Sin embargo, no debería descartarse completamente que la mano de Irán esté detrás del ataque. Podría tratarse de una advertencia a Netanyahu, quien ha patrocinado y realizado un sinfín de ataques contra objetivos proiraníes en Siria y hasta dentro de Irán.

Si no encuentra una forma de disuadir a Israel, Irán podría convertirse en un teatro de operaciones israelíes cotidianas, como ocurre con Siria. El verano pasado una misteriosa explosión destruyó la planta de ensamblaje de centrifugadores avanzados de Natanz, una acción atribuida a Israel, y más tarde Israel mató cerca de Teherán al científico Mohsen Fakhrizadeh, fundador del programa nuclear militar.

Medios iraníes indicaron que el Helios Ray no era en realidad un inocente buque comercial sino un barco dedicado al espionaje. Desde hace décadas, existe una amplia documentación que vincula a barcos israelíes con los servicios de espionaje del estado judío.

El domingo por la noche Israel llevó a cabo su último ataque contra objetivos proiraníes cerca de Damasco, sin que se notificaran bajas personales. Los medios hebreos dijeron que fue la primera respuesta de Israel al ataque contra el Helios Ray, aunque se trató de un incidente que podría calificarse de "habitual" puesto que desde principios de año, Israel ha atacado más de media docena de veces objetivos proiraníes en Siria.

En este contexto, iraníes y estadounidenses continúan a la greña poniendo condiciones para iniciar negociaciones sobre una vuelta al acuerdo nuclear. Aunque las dos partes están interesadas en las negociaciones, Teherán desconfía profundamente de los estadounidenses, que fueron los que abandonaron unilateralmente el acuerdo de Obama, y temen que Washington esté tendiéndoles una emboscada.

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