Este artículo se publicó hace 2 años.
La OTAN incluye el Sahel, avispero del sur, como foco de inseguridad por primera vez
¿Por qué el Sahel preocupa tanto a España? Hambre, terrorismo y pobreza en la frontera sur de Europa.
María G. Zornoza
Madrid-Actualizado a
La OTAN amplía su óptica, históricamente puesta en el Este, ante lo que considera un mundo crecientemente "volátil", "peligroso" y "competitivo". Por primera vez en su historia, la Alianza Atlántica reconoce al flanco sur como una de las regiones que suscita más preocupación. La zona del Sahel aparece mencionada en dos ocasiones a lo largo de las 16 páginas que conforman el Concepto Estratégico, la hoja de ruta rubricada en la cumbre de Madrid que marca el rumbo de la seguridad euroatlántica de la próxima década.
La razón de ser de la OTAN fue Rusia. Y esa continúa siendo su prioridad número uno, especialmente tras el estallido de la guerra en Ucrania. Pero por primera vez los aliados amplían su mirada hacia su única otra frontera: el sur. España llevaba meses negociando entre bastidores su inclusión en la brújula estratégica. Y por ello, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha referido a ello como un avance "significativo".
Las tropas y el grueso de los fondos de la Alianza están y estarán en el Este. Desde el inicio de la invasión rusa a su vecino, las fronteras orientales han vivido su mayor militarización desde la Guerra Fría. Además, la cumbre de Madrid también ha culminado con su expansión hacia el norte con la entrada de Finlandia y Suecia, que terminará de formalizarse en cuestión de meses. Pero la vecindad sur se proyecta como una de las crisis más punzantes en el futuro.
¿Por qué?
La región del Sahel –conformado por el Sur de Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso, Níger, norte de Nigeria y Camerún, Chad, Sudán y Eritrea– es conocida como el 'cinturón del hambre'. La considerada por los expertos como una olla en ebullición lidia con la competencia por el liderazgo del terror que libran Estado Islámico y Al Qaeda, con una crisis alimentaria exacerbada por la guerra en Ucrania, con la retirada de las tropas europeas de países en caída libre como Mali, con sociedades cada vez más pobres y menos cohesionadas y con la inestabilidad de unos regímenes cada vez más corruptos. En los últimos años se han producido cinco golpes de Estado.
En la región del Sahel están muy presentes el Estado Islámico y Al Qaeda
Con este escenario de fondo, fijar el foco hacia la frontera sur era la gran prioridad del Gobierno de Pedro Sánchez en la cumbre "histórica" que la capital española ha acogido este miércoles y jueves. Y lo era por dos cuestiones. En primer lugar para fortalecer la protección de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que no se encuentran bajo el paraguas del Artículo 5, la cláusula de defensa colectiva. Y en segundo, para hacer frente a la bomba de relojería que es el Sahel, una región que José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, ha definido como "el centro del terrorismo mundial".
La OTAN describe el terrorismo como "la amenaza asimétrica más importante para la seguridad de los ciudadanos, la paz internacional y la prosperidad". La sombra de hambrunas con proporciones bíblicas, los efectos de la pandemia o las sequías generadas por el cambio climático son el caldo de cultivo para la expansión de los grupos terroristas y de las mafias. Y uno de los mayores temores es que la combinación de miedo, hambre y Gobiernos poco fiables provoque desplazamientos masivos de personas que huyen de ese horror. De hecho, la Alianza incluye por primera vez "la instrumentalización de la migración" y la "inmigración irregular" como desafíos.
En este marco, el foro político-militar pone en su diana la creciente presencia de Rusia en esta región con grupos paramilitares como Wagner o del poderío económico de China. Es el cocktail perfecto para una "interferencia desestabilizadora y coercitiva por parte de los competidores estratégicos", reza el concepto estratégico. "Hemos abordado cómo Rusia y China están maniobrando para obtener beneficios políticos, económicos y militares en nuestra vecindad sur. Pero Moscú y China están utilizando su presión económica, coerción y posicionamientos híbridos para avanzar en sus intereses en la región", ha asegurado Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
¿Por qué preocupa tanto a España?
España teme que la inestabilidad del Sahel se traduzca en ataques terroristas o en nuevas olas de personas migrantes hacia el país. Durante los últimos años, líderes autoritarios como Erdogan, Mohamed VI o Lukashenko, que se agolpan en las fronteras europeas, han explotado las flaquezas de la UE, como su dependencia energética de Rusia o su falta de política de asilo y migratoria, para utilizar a personas migrantes o a recursos como el petróleo o el gas como arma política de chantaje.
El Concepto Estratégico define el flanco sur como un "terreno fértil para la proliferación de grupos armados"
Los de Sánchez no temen tanto que se produzca una guerra convencional a sus puertas, sino que sienten el aliento de las conocidas como amenazas híbridas. "Si la amenaza fuera muy presente y concreta se podría llegar a ver un refuerzo del despliegue militar en la frontera sur como estamos viendo en el Este. En estos momentos no es el caso. No existe una amenaza militar en nuestra frontera sur", ha reconocido José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores. Fuentes de La Moncloa afirman que el mero hecho de que se incluya una mención al Sahel y al flanco sur tiene por sí mismo un efecto disuasorio y explican que el apoyo a los países de la región debe priorizar el soft power, la asistencia financiera y el fortalecimiento de su inteligencia.
¿Qué dice el concepto estratégico sobre el sur?
El Concepto Estratégico de Madrid define al flanco sur como un "terreno fértil para la proliferación de grupos armados" poniendo de relieve que el "conflicto, la fragilidad y la inestabilidad en África y Oriente Próximo afecta directamente a la seguridad de los aliados". El tanto para España es que ha sido en esta cita cuando la Alianza ha dejado por escrito su compromiso para proteger y defender el territorio de sus miembros.
En términos prácticos todo ello se traduce en que el reconocimiento de la vecindad sur como un eje de preocupación, los países aliados están en posición de pre-alerta para enviar ayuda militar o de cualquier otro tipo. No obstante, en ningún caso los resultados de la cumbre de Madrid implican que Ceuta y Melilla estarán bajo el paraguas del Artículo 5, ya que ello requeriría abrir el Tratado de Washington, acta fundacional de la organización, y fuentes aliadas aseguran que ello no está sobre la mesa.
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