Este artículo se publicó hace 2 años.
La primera ministra de Finlandia defiende con emoción su derecho a la "alegría" y el "placer"
Sanna Marin ha sido el foco de una campaña de acoso y derribo llena de comentarios machistas por divertirse y bailar en su tiempo libre.
Madrid-Actualizado a
"Soy un ser humano. A veces también anhelo la alegría, la luz y el placer en medio de estas nubes oscuras". Estas han sido las palabras que ha pronunciado la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, tras la polémica que se ha desatado por la filtración de los vídeos que la muestran bailando y de fiesta.
Con la voz temblorosa, la líder política ha asegurado en un acto organizado por el Partido Socialdemócrata (SDP) en la localidad de Lahti (al sur del país) que no ha perdido "un sólo día de trabajo". "Quiero creer que la gente se fijará en lo que hacemos en el trabajo en lugar de lo que hacemos en nuestro tiempo libre", ha continuado al borde de las lágrimas, admitiendo que esta última semana había sido "bastante difícil" para ella.
Sanna Marin: "No he perdido un sólo día de trabajo"
La primera ministra más joven de la historia de la democracia europea ha sido el foco de un larguísimo número de ataques machistas por las imágenes filtradas en las que aparece divirtiéndose junto a otros amigos. Una serie de comentarios que no sólo han llegado desde la oposición, sino que incluso han sonado por parte miembros de su propio partido; quienes no han dudado en señalar a su líder. Varios compañeros le han "recordado" que, pese a que cuenta con el apoyo de los jóvenes, no estaría mal considerar que para ganar las elecciones del próximo año necesita los votos de las personas mayores, más conservadoras y, quizás, "menos comprensivas con sus anhelos de alegría".
Una campaña de acoso y derribo que se agravó cuando algunos quisieron interpretar los comentarios de los vídeos como referencias al consumo de drogas. Para despejar cualquier duda, Marin se sometió a una prueba de drogas la semana pasada, que resultó negativa. Pero este mismo martes, las críticas se avivaron por unas fotos tomadas en su residencia oficial en julio en otra fiesta. Una de las imágenes, publicada por medios finlandeses, mostraba a dos mujeres besándose con los pechos cubiertos por un letrero en el que decía "Finlandia".
Ante esta persecución, la socialdemócrata, que ya se ha disculpado más veces de las que uno puede recordar por el hecho de ejercer su derecho a la alegría y a la felicidad en su tiempo de ocio, ha recibido el apoyo de un gran número de ciudadanas finlandesas. Así, las redes sociales se han llenado de vídeos de mujeres de todas las edades bailando, entre música y risas. En su defensa han salido también caras conocidas como Leticia Dolera, que, siguiendo a la televisión pública alemana quiso dar carpetazo a la polémica en cuanto Marin dio negativo en el test de drogas. "Las imágenes que la muestran de fiesta con amigos como una persona completamente normal", zanjó la prensa germana en sus redes sociales.
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