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El BNG obtiene un insuficiente resultado histórico pero se consolida como la alternativa de izquierdas en Galicia

Pontón apela al nacionalismo a combatir el desánimo por no alcanzar la Xunta y recuerda que el Bloque sigue creciendo.

La candidata del BNG a la presidencia de la Xunta de Galicia, Ana Pontón, comparece ante los medios de comunicación, a 18 de febrero de 2024.
La candidata del BNG a la presidencia de la Xunta de Galicia, Ana Pontón, comparece ante los medios de comunicación, a 18 de febrero de 2024. Cabalar / EFE

El Bloque Nacionalista Galego de Ana Pontón celebró con amargura y frustración los mejores resultados de su historia en las elecciones autonómicas del 18F.

Con el 98% del voto escrutado, el BNG habría obtenido el 31,5% de los sufragios, casi ocho puntos más que hace cuatro años, y 25 escaños, es decir seis más que en 2020, cuanto el nacionalismo gallego obtuvo su anterior máximo histórico.

El BNG se consolida así como la alternativa de izquierdas al Gobierno del PP en la Xunta, tras el tremendo batacazo de un PSdeG sumido en su peor desastre con la candidatura de José Ramón Gómez Besteiro, que no ha aportado lo suficiente como para que la suma con el Bloque permita arrebatarle la mayoría absoluta a Rueda.

"Hemos conseguido que más de 455.000 personas nos vean como su opción. El BNG es el referente indiscutible como alternativa al PP", dijo Pontón en su comparecencia tras el cierre del conteo electoral.

La candidata recordó que el BNG había roto todos sus techos y que incluso ha logrado ganar las elecciones en Vigo, la ciudad más grande del país y donde gobierna con mayoría absoluta Abel Caballero, alcalde del PSOE.

En el rostro de la portavoz nacionalista, y en los de los cerca de medio centenar de militantes, candidatos, cargos y simpatizantes que la acompañaron en la noche electoral, se veían sonrisas de desánimo, después de una campaña que les ha ido sobre ruedas pero que, por el pinchazo del PSOE, no han podido culminar.

"Entiendo y comparto esa decepción, es un resultado insuficiente porque nuestro objetivo era gobernar. Pero hoy no acaba nada, al contrario", señaló Pontón, para dejar claro que su intención es seguir liderando el proyecto del BNG desde la oposición con un grupo parlamentario reforzado.

El Bloque celebró la noche electoral en la Nave de Vidán, un restaurante a las afueras de la capital gallega que ha añadido a su oferta gastronómica un espacio social y cultural y que desde hace años acoge actos similares del partido.

Quienes se reunieron allí lo hicieron examinando con lupa la encuesta de GAD3 que al principio de la tarde auguró una victoria de Rueda incluso menor de la que finalmente tuvo.

Cuando empezó el recuento, los primeros resultados, correspondientes a los colegios electorales con menos censo, daban al PP hasta 44 escaños y al BNG, 22.

La esperanza se sustentaba en los elevados índices de participación, que se suponían síntoma de una mayor movilización de la izquierda y que debían, en teoría, beneficiar al Bloque y al PSOE.

A medida que aumentaban los porcentajes de recuento el reparto de escaños iba variando a favor de Pontón y en detrimento de Rueda y cada variación se recibía con aplausos y cánticos.

Fue hasta que el porcentaje escrutado, con más de 50%, seguía dando al candidato del PP 42 diputados, que previsiblemente iban a seguir bajando, pero no como para que perdiera la mayoría absoluta.

A partir de ahí, todo el mundo fue consciente de que iba a ser el mejor resultado en la historia del BLoque, pero que no iba a servir para llevar a Pontón a la presidencia de la Xunta por el desastre del PSOE.

El último escaño que aplaudió la militancia, el 25, fue, precisamente, el que cayó del lado del Bloque en detrimento de los socialistas.

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