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El calendario de la reforma del 'solo sí es sí' lleva la disputa entre PSOE y Unidas Podemos hasta las puertas del 28M

La previsiones que manejan los socialistas indican que la iniciativa legislativa acabará su tramitación en el Congreso "a finales de abril", por lo que podría recibir el visto bueno en el Senado incluso en la víspera de la campaña electoral.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 8 de marzo de 2023, en Madrid (España). El PP y Vox centran hoy, Día de la Mujer, sus preguntas al presidente del Ejecutivo para pedirle exp
La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene durante una sesión plenaria. Eduardo Parra / Europa Press

La tramitación de la reforma de la ley del solo sí es sí impulsada por el PSOE dio el pasado martes 7 de marzo sus primeros pasos en el Congreso al ser admitida a trámite con el respaldo de la derecha y el rechazo de Unidas Podemos y la mayoría de aliados de la investidura. El pistoletazo de salida de la modificación, como se ha vivido desde el pasado mes de febrero, se vio envuelto en el habitual cruce de reproches entre PSOE y Unidas Podemos en torno a esta cuestión.

Pese a las intenciones de los socialistas de adelantar su debate en esta Cámara, frustradas por los aliados parlamentarios en la junta de portavoces hace varias semanas, el calendario que por ahora se contempla para la tramitación de la ley anticipa la prolongación de la batalla entre los socios de la coalición hasta las puertas de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo.

Esto es, según inciden fuentes de la dirección del grupo socialista, la proposición de ley podría acabar su tramitación en el Congreso "a finales de abril" (no hay plenos previstos para las dos primeras semanas del próximo mes). En este sentido, fuentes de esta formación en el Senado confirman la posibilidad de que la norma reciba el visto bueno definitivo antes de los comicios, incluso a las puertas de la propia campaña electoral, que dará comienzo el viernes 12 de mayo a las 00.00 horas.

En cualquier caso, varias fuentes parlamentarias subrayan que, aunque el trámite de la iniciativa legislativa se hará por la vía de urgencia, tal como aprobó la mesa del Congreso con los votos de PSOE, PP y Vox (lo que recorta los plazos), los tiempos del procedimiento están supeditados a la "voluntad política". Esto es, la vía de urgencia no implica una tramitación fugaz y el caso de la ley de vivienda es una prueba de ello, ya que ha rebasado el año de tramitación parlamentaria pese a su carácter urgente.

Los suficientes apoyos recabados por los socialistas despejan el camino de la reforma en el Parlamento, pero las discrepancias que suscita entre los socios del Gobierno no disipan las dudas sobre el clima de crispación que a buen seguro rodeará la tramitación de la norma. Desde la parte socialista del Gobierno restan importancia a con quién se apruebe la reforma, pues insisten en la necesidad de abordarla para atajar las rebajas de penas a agresores sexuales en el futuro.

Asimismo, ni PSOE ni Unidas Podemos descartan oficialmente un acuerdo durante el trámite de la iniciativa, pero en privado ambas partes asumen que la reforma saldrá adelante con el apoyo de la derecha, sin Unidas Podemos en la ecuación. En este sentido, la ministra de Igualdad, Irene Montero, asegura tener la mano tendida, aunque desde el grupo confederal en el Congreso avanzan que deberán "debatir" ahora si presentan enmiendas a la proposición de ley de los socialistas.

En el marco de esta predisposición, desde Moncloa invitan a sus socios a presentar correcciones al texto, lo que serviría como una "oportunidad" para hacer públicas las "diez propuestas" que los morados han enviado hasta ahora para acometer dicha modificación y que se niegan a detallar en aras de "no perjudicar la negociación", como han venido defendiendo desde el equipo de Irene Montero.

Duro cruce de reproches entre los socios

El tenso debate de la medida el pasado martes en el hemiciclo fue el preludio de lo que previsiblemente ocurrirá en el resto de debates de cara a la tramitación de la norma, tanto en comisión como en el Pleno. El cruce de reproches que PSOE y Unidas Podemos protagonizaron desde principios de febrero, cuando los socialistas llevaron al Congreso la iniciativa, en solitario, se escenificó en el hemiciclo por medio de sus representantes, Andrea Fernández (PSOE) y Lucía Muñoz (Unidas Podemos), ante la presencia de la titular de Igualdad.

"Estamos cansadas de sus peroratas, les pido que dejen la hipérbole. No importa el con quién sino el para qué", espetó Fernández desde la tribuna durante la toma en consideración, antes de que la parlamentaria morada acusara a sus socios de "aliarse con PP y Vox para volver al Código Penal de La Manada, para que nos vuelvan a preguntar si cerramos bien las piernas".

Pese a este ambiente, los dos grupos políticos insisten en mantener la coalición y confían en curar las heridas a través de otras normas importantes para el Gobierno en esta recta final de la legislatura, como la ley de vivienda, la segunda pata de la reforma de las pensiones o la modificación de la ley mordaza. Si bien, aunque se rebajen los decibelios o el grado de los calificativos, la disputa entre ambas fuerzas seguirá en torno a esta cuestión, lo que amenaza con enturbiar el clima político en vísperas de la importante fecha del 28 de mayo.

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