El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido su reciente reforma del reglamento de Extranjería con la que prevé facilitar la regularización de miles de personas migrantes sin papeles para que puedan incorporarse al mercado laboral.

Según Escrivá, la medida viene a acabar con la "desprotección de muchas personas que llevan mucho tiempo viviendo en España y que siguen en una situación de vulnerabilidad laboral" y también a atajar "bolsas de irregularidad muy dilatadas" que pueden generar "competencia desleal" y tendencia a la baja de salarios en el mercado de trabajo español.

En una entrevista publicada este lunes por El País, el ministro ha negado que la reforma del reglamento vaya a suponer un efecto llamada, como suele advertir el Ministerio del Interior. Según Escrivá, hay numerosos estudios que a lo largo del tiempo y de sucesivas reformas y regularizaciones de migrantes han demostrado que "los procesos de migración regular e irregular y los cambios legales no parecen ser un factor determinante" a la hora de que alguien decida emigrar.

Por otro lado, el titular de Inclusión considera "errónea" la idea de que los cambios vayan a suponer una "sustitución de trabajadores" nacionales por extranjeros,  ya que lo que hay son "déficits en el mercado de trabajo que dificultan el crecimiento general de la economía porque faltan trabajadores tanto muy especializados como poco especializados", lo da lugar a "cuellos de botella" y otras carencia que la reforma contribuirá a solucionar.

La medida contó con las críticas de los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, que lamentaron que el Ministerio no haya buscado el consenso con los agentes sociales, a los que no ha consultado para su reforma. También tildaron la medida de "clasista" al considerar que "respondía a los intereses de ciertos sectores económicos" en los que se estaba produciendo una alarmante mano de obra, como en hostelería.

Para Escrivá, la reforma supone que miles de personas que llevan tiempo viviendo en España de forma irregular "puedan acceder a una mejor situación en la sociedad y tengan más derechos". El ministro asegura comprender el "resquemor" de los sindicatos, pero incide en que la respuesta en general a la nueva norma está siendo buena.