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Leguina, González o Guerra, los veteranos socialistas que se acercan a la derecha

La expulsión del PSOE del expresidente madrileño y otras críticas de exdirigentes son aprovechadas por el PP para atacar a Pedro Sánchez. Otros históricos como Juan Carlos Rodríguez Ibarra han cargado de forma reciente contra el papel de Yolanda Díaz en el Gobierno de coalición. 

El expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, en una entrevista realizada en su casa.
El expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, en una entrevista realizada en su casa. Borja Sánchez Trillo / EFE

El PSOE está más unido que nunca. En Ferraz repiten esta máxima de tanto en cuanto. Incluso el propio presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez, lo verbalizó hace poco tiempo delante de los medios. Los socialistas restan importancia a declaraciones altisonantes de dirigentes críticos desde hace años con Sánchez como Javier Lambán o Emiliano García Page, especialmente. Y tampoco parece preocupar el ruido que de manera más o menos habitual generan históricos y veteranos dirigentes como, entre otros, Felipe González, Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Joaquín Leguina. 

Este último se ha convertido en uno de los protagonistas de la semana. El martes se conocía la resolución del Comité de Garantías del PSOE que dictaba su expulsión. Con los Estatutos del partido en la mano, el expresidente autonómico madrileño incurrió en una circunstancia que acarrea la pérdida de la condición de afiliado. Hizo propaganda, en plena campaña electoral, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Es la opción menos mala desde luego. Es un partido liberal de centro derecha y Ayuso tiene unos valores especiales que hay que resaltar. Merece la pena apoyarla", dijo sobre ella. 

No era desde luego la primera vez que Leguina coqueteaba con la derecha durante los últimos años. Ni sería la última. Además ha llegado a calificar a Sánchez como "sectario" o acusarlo de estar destruyendo el partido. Mientras, en Ferraz, le dejaron este miércoles el siguiente mensaje: "Tengo la impresión de que va a estar más tranquilo fuera del PSOE", dijo la portavoz de la Ejecutiva y ministra de Educación, Pilar Alegría

El fenómeno de las críticas furibundas a Sánchez y por consiguiente a su estrategia, la del PSOE, se ha repetido con otros veteranos socialistas. Para ellos, libertad de expresión dentro del partido. Para otros, deslealtades y sobre todo mucho ruido que aprovecha la derecha, especialmente el PP. Sin ir más lejos, Miguel Tellado, el vicesecretario de organización de los populares, destacó el asunto en rueda de prensa este miércoles. "Sánchez no ha expulsado a Leguina del Partido Socialista, porque ya no existe, sino del Partido Sanchista en el que no cabe el que discrepa", dijo ante los medios. 

Otros de los ejemplos más significativos están representados por Felipe González y Alfonso Guerra, artífices del primer triunfo socialista en 1982. La relación del expresidente del Gobierno con Sánchez es conocida. González siempre se ha mostrado crítico con los pactos del actual PSOE, tanto con Unidas Podemos como con las alianzas parlamentarias fraguadas con ERC o EH Bildu. El año pasado se escenificó una reconciliación en el marco del 40º Congreso Federal celebrado en Valencia. Pero González advertía que seguiría diciendo lo que quisiera. Ha sido uno de los grandes defensores de los grandes pactos entre PP y PSOE. 

La figura de González se ha reivindicado este mes de octubre por el actual PSOE, con motivo del 40 aniversario de la victoria electoral del año 82. Incluso se proyectó un documental, se organizó una exposición en Ferraz y un gran acto en Sevilla en el que participó el propio González. El "ruido" generado por el expresidente tiempo atrás parece momentáneamente disipado. Curiosamente el papel político de González y sus opiniones actuales ha sido revindicado también por el PP, tanto con Pablo Casado al frente como por Alberto Núñez Feijóo. 

Quien precisamente generó mucho ruido en torno a ese acto fue Guerra. El exvicepresidente se quejó de que no había sido invitado formalmente al encuentro de Sevilla. Desde el PSOE se excusaron en que las invitaciones personales no existieron en ningún momento aunque terminaron por trasladársela. Era tarde y Guerra no apareció, algo que fue recordado por el propio González en su intervención. 

Críticas a Podemos y Yolanda Díaz

El exdirigente socialista, aparte de las críticas a las posiciones independentistas, también ha dirigido su mirada en los últimos tiempos a la propia coalición de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos. "Tenemos manifestaciones del Gobierno contra su propio Gobierno. De esa estabilidad no tenemos nada", dijo en una entrevista en junio en Onda Cero, rompiendo una de las máximas que precisamente reiteran, basado en los hechos, desde Moncloa. En ese mismo foro cargó contra la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. "¿Y esta persona quiere liderar algo en España. No, esta persona es un bluf?", apuntó. 

Díaz ha sido también blanco de las críticas de otros expesos pesados del PSOE. Como por ejemplo el expresidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Para él, la política gallega es "peligrosa" porque "los comunistas saben mandar", según dijo el pasado año en una entrevista emitida en La Sexta. En ese mismo espacio abogó también porque Sánchez lograra pactos con el PP. Siguiendo el mismo patrón que otros de sus compañeros, criticó que el PSOE de Sánchez es "menos democrático" que antes. 

En este listado también pueden incluirse otros nombres de históricos críticos con Sánchez. Uno de ellos, que también aparecía en la foto junto a Leguina y Ayuso, es Nicolás Redondo Terreros, exlíder de los socialistas vascos. Se le abrió también expediente pero en su caso se archivó, puesto que explícitamente no concedió entrevistas pidiendo el voto para Ayuso como sí hizo Leguina. Pero su línea es similar a los otros mencionados. "Al PSOE le van a pasar factura los acuerdos con Bildu o ERC y no creo que sea bueno para España un gobierno PSOE-Podemos", dijo en Telemadrid el pasado mes de enero. 

Con menos beligerancia contra Sánchez se ha mostrado también el expresidente de Castilla-La Mancha y exministro, José Bono. Pero sí con críticas a pactos como los conseguidos con EH Bildu. "Pactar con Bildu no es lo que deseamos los socialistas, no es lo que nos gusta. A mí sentarme en la misma mesa con quien hasta hace dos días ha defendido el crimen y el asesinato y, además, no ha pedido perdón ni se ha arrepentido de esas actividades criminales que nos han costado casi mil personas inocentes asesinadas, no me gusta", dijo hace un par de años. También se ha mostrado muy crítico con el papel de Podemos. 

Otras declaraciones recientes que generaron revuelo fueron las del exministro del Interior, José Barrionuevo, sobre los GAL en una entrevista publicada por El País. La justificación del expolítico socialista del terrorismo de Estado provocó un rechazo expreso a sus palabras del socialismo vasco y de integrantes del actual Gobierno como el actual ministro Fernando Grande-Marlaska. 

En la actualidad, el ruido o la "pluralidad", como la califican de forma oficial en Ferraz, suele venir de Page y Lambán. El presidente castellano manchego ha criticado recientemente la estrategia del PSOE sobre Feijóo y ha reiterado sus posiciones sobre los pactos con ERC y EH Bildu, así como al reforma del delito de sedición. El dirigente aragonés tuvo que rectificar unas palabras sobre el liderazgo de Sánchez la pasada semana. En la dirección del PSOE restan relevancia a estas posiciones, legítimas, pero desde la "lealtad". 

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