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Madrid 360 Luchar contra la contaminación con medidas que contaminan: los pasos en falso de Almeida para acabar con Madrid Central

El alcalde de la capital presentó este lunes Madrid 360, su plan para reemplazar Madrid Central. Ecologistas y organizaciones en defensa de la zona de bajas emisiones denuncian que las medidas anunciadas supondrán el regreso de los vehículos contaminantes al centro de la ciudad.

Martínez Almeida posa ufano junto al símbolo de Madrid 360, su plan anticontaminación./ EFE

alejandro tena

Desde una pequeña ventana de la calle Génova, se veía a un incrédulo Martínez-Almeida celebrar el sorpasso de la derecha. Era la noche del 26 de mayo y ni siquiera él daba crédito de su victoria electoral. Han pasado ya algo más de cuatro meses y el nuevo alcalde de la capital –con los apoyos de Ciudadanos y Vox– continúa buscando la fórmula exacta con la que cumplir su gran promesa electoral: acabar con Madrid Central. Desde la oposición y durante las jornadas de campaña las intenciones se prestaban fáciles, pero la realidad es que desde su llegada al poder, los pasos en falso se han sucedido, con promesas truncadas por la Justicia y acusaciones constantes hacia el anterior Gobierno Municipal.

Este lunes, el PP daba el último salto en su lucha contra Madrid Central. Lo hacía con la presentación de Madrid 360, su sello anticontaminación con el que se pretende reemplazar a la zona de bajas emisiones impulsada por el anterior Consistorio. Inversión en transporte limpio, ampliación del perímetro sin contaminación hasta los 21 distritos o el soterramiento de parte de la A5 son algunas de las medidas que, lejos de mejorar la calidad del aire, vienen a “descafeinar” la ambición climática del Plan A de Manuela Carmena, según explica a Público Paco Segura, coordinador estatal de Ecologistas en Acción.

El nuevo programa es un ejemplo de cómo las políticas de Martínez-Almeida en materia de contaminación tienden a caer en una contradicción constante entre lo que se predica y lo que se hace. Si bien es cierto que el alcalde presentó Madrid 360 como una medida para “conciliar la calidad del aire con el progreso social”, entre sus puntos aparecen ciertos incentivos a la entrada de vehículos contaminantes en el perímetro de Madrid Central que hasta ahora estaban prohibidos.

Tanto es así, que desde el PP se pretende que los turismos con el distintivo C –los gasolina anteriores a 2006 y los diésel posteriores a 2014– puedan volver a circular por el centro de la ciudad con la condición de que lleven más de dos ocupantes. “Es curioso que precisamente los vehículos diésel con esa etiqueta son los que están implicados en el escándalo de alteración de emisiones de Volkswagen”, comenta Segura. Estos coches deberían emitir 80 miligramos de óxido de nitrógeno por kilómetro recorrido (mg de NO2/km), pero la mayoría de ellos, debido al dieselgate, emiten cerca de 500 mg de NO2/km.

“Nos parece una contradicción tratar de reducir la contaminación a través de un plan que rebaja o suaviza las limitaciones a los coches y en algunos caso invita a utilizar el coche para venir al centro de Madrid”, apunta Adrián Fernández, responsable de Transportes de Greenpeace.

Pero la disminución de las restricciones para que los vehículos de tipo C puedan adentrarse en las calles del centro de la ciudad no es el único incentivo para el aumento del tráfico rodado, según denuncian los colectivos ecologistas. Almeida propone también cambios en el sistema de estacionamiento que hasta ahora rige en la zona de bajas emisiones, en tanto que se proyecta la ampliación de las plazas de aparcamiento para los vehículos no residentes y el abaratamiento de las tarifas de parking.

“Es una forma de incentivar el uso del coche”, denuncia Yetta Aguado, portavoz de la Plataforma en Defensa de Madrid Central. “Lo que están haciendo es destruir de un plumazo cualquier pedagogía de concienciación ciudadana que se había conseguido sobre los problemas para la salud que supone la contaminación”, añade.

La peatonalización de la Puerta del Sol, la inversión en ayudas para la renovación del parque móvil madrileño o la creación de líneas de autobús gratuitas son algunas de las medidas anunciadas por el alcalde. Sin embargo, los grupos en defensa de Madrid Central recalcan que todo queda en un “brindis al sol”, ya que estas medidas entran en contradicción con la apuesta clara del Consistorio por la vuelta del vehículo privado al centro de la ciudad.

Un plan fruto de una “encrucijada”

La presentación de Madrid 360 es fruto de una promesa electoral. Es una realidad que viene dada por la “encrucijada” en la que se encuentra el alcalde, que durante dos años ha basado su política en la oposición a Carmena en el ataque frontal a Madrid Central. “Todo va un poco ligado a ese planteamiento de Esperanza Aguirre de tildarnos de cochófobos y dar prioridad a la movilidad en coche privado por encima de respirar un aire limpio”, opina Segura.

Para entender la insistencia del político conservador en desmantelar la zona de bajas emisiones hay que entender también la composición del Gobierno, que se sustenta en un pilar neoliberal y otro de extrema derecha. Esta es la “encrucijada” que ha llevado al alcalde a desarrollar en poco tiempo su propio plan anticontaminación, explica Fernández. “Por un lado Vox le pide que acabe con Madrid Central y, por otro, Ciudadanos reclama simples reformas. Almeida lo que hace es improvisar este plan en apenas dos meses para intentar dejar Madrid Central como estaba al principio, pero rebajando algunos de los términos que descontentaban a unas pocas personas”, agrega.

En cualquier caso, Madrid 360 no es una idea nueva. Es un programa que, en cierta medida, va ligado a la idea del nuevo Consistorio de acabar con la medida más emblemática del equipo de Manuela Carmena. Lo que realmente ha dejado perplejos a ecologistas y partidos de la oposición es la forma en la que se ha decidido dar a conocer el nuevo proyecto anticontaminación.

“Nos sorprende cómo un trabajo riguroso, que es fruto de reivindicaciones vecinales y tardó en elaborarse cerca de dos años, se trate de derrumbar con un plan que ha sido desarrollado en apenas unos meses. Esto es lo que más nos hace dudar de su calidad”, denuncia Aguado, que pone el foco en el carácter electoralista de la presentación de Madrid 360.

Así lo ven también desde el Grupo Municipal Socialista y desde Más Madrid, que han denunciado ante la Junta Electoral la presentación de las medidas anticontaminación por parte de Martínez-Almeida. Ambos partidos resaltan el hecho de que se dé a conocer las medidas antes a los medios y sin haberse presentado antes a los grupos que componen el Pleno.

“Demuestra que claramente el acto carece de carácter institucional y se convoca con una clara finalidad partidista y electoralista que atenta contra los principios de objetividad y transparencia que los poderes públicos deben observar en el periodo electoral”, escribía el PSOE en su escrito de impugnación.

Siendo todavía papel mojado, Madrid 360 es otra piedra más en el camino de PP y Ciudadanos en su anhelo por dar marcha atrás la zona de bajas emisiones. Por el momento, es sólo un anuncio. Ni siquiera se ha presentado ante la Comisión Europea. Los defensores de Madrid Central, por el momento, permanecen expectantes y, según ha sabido Público, no dudarán en volver a acudir a los tribunales para paralizar cualquier medida que suponga una regresión en la lucha contra la contaminación.

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