Este artículo se publicó hace 4 años.
Partido PopularDirigentes del PP vaticinan cambios de caras en la dirección al "no dar los resultados esperados"
La portavocía de Cayetana Álvarez de Toledo no es lo único que puede peligrar. Según detallan fuentes populares se están viviendo "auténticas peleas" por protagonizar intervenciones y figurar en los medios por parte de miembros de la dirección.
marta monforte
Madrid-
Los movimientos de Pablo Casado y su número dos, Teodoro García Egea, con la vista puesta en las elecciones autonómicas en Galicia y Euskadi y un posible adelanto electoral en 2021, no pasan desapercibidos en Partido Popular. Pese a que la directriz marcada por Génova 13 se basa en no dar tregua al Gobierno y rebajar las polémicas a nivel interno, los rumores sobre posibles cambios en la dirección del partido se han avivado, especialmente tras el 'ninguneo' por parte de Génova 13 a su portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo.
El hecho de que la dirección popular decidiera hace un mes no incluir a Álvarez de Toledo, en la comisión parlamentaria de Reconstrucción Social y Económica, en favor de la exministra Ana Pastor y que tampoco se la situara como cabeza visible en la comisión de Sanidad, eligiendo para ello a la vicesecretaria de Política Social, Cuca Gamarra, supone "toda una declaración de intenciones" para algunos miembros del PP.
Según las fuentes consultadas por Público, la portavocía de Álvarez de Toledo, cuyo nombramiento ya despertó recelos en filas populares, no es lo único que puede peligrar. Una fuente de toda solvencia revela que las "peleas" por protagonizar intervenciones y figurar en los medios por parte de algunos miembros de la dirección del partido están relacionados con estos rumores.
"Hay cierta obsesión por salir cuando hay temas de interior. El partido está enloquecido. Hay peleas entre [Pablo] Montesinos Ana Beltrán y [Antonio González] Terol, los que se ven más en situación más endeble. Peleas por salir en los medios y en el Congreso. Muchos diputados quieren intervenir y ser portavoces en temas de interior", relatan.
Montesinos, Beltrán, Terol y también Jaime de Olano fueron designados vicesecretarios en julio de 2019 y, según asegura una fuente popular, "no están dando los resultados esperados". "Julio puede ser un buen momento para hacer cambios, y quizá no sólo Cayetana. Casado se cansa muy rápido de la gente", explica una fuente con puestos de responsabilidad. Sin embargo, voces cercanas al líder del PP consultadas por este diario desmienten que se vayan a producir: "No va a cambiar nada", zanjan.
En el PP sí importa donde nazcas
Los cambios en la cúpula de dirección en 2019 respondieron a una estrategia mediática planificada por Casado y su entorno para dar visibilidad a regiones como Navarra, Catalunya o Euskadi, donde los populares son residuales en votos. "El hecho de que la portavoz en el Congreso sea la número uno por Barcelona y fundadora de Libres e Iguales, que el portavoz en el Senado sea exalcalde de Vitoria y persona durante muchos años perseguida por el terrorismo, o que la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, sea la presidenta del PP de Navarra y también haya recibido presiones del entorno abertzale da alguna pista de por dónde va a ir esta legislatura en materia territorial", admitió el propio Casado en la rueda posterior a la Junta Nacional.
Dos fuentes de la dirección popular señalan a este diario que a Casado "le gusta mucho el cambio, el movimiento continuo". Y explican que en el partido se pone en valor al político pero también al territorio del que se es procedente. "Aquí todos somos lo que somos personalmente, pero también territorialmente". Por ello algunos nombramientos, como el de Beltrán en organización, se produjeron precisamente cuando Navarra "tenía una dimensión importante, por un tema de confrontación con el PSOE por todo lo que implica Bildu".
"Quizá a Rajoy le preocupaba más cambiar a una persona que era querida, a Pablo no"
Asimismo, una de las citadas fuentes hace hincapié en que si cambia el foco "puede ser el momento de otros cambios" y destaca que Casado "es muy sensible a todo lo que comunicativamente puede suponer un punto positivo", a diferencia de lo que sucedía con el expresidente Mariano Rajoy. "Quizá a Rajoy le preocupaba más cambiar a una persona que era querida, a Pablo no. Necesita tener a las personas más autorizadas".
"Tú puedes valer infinitamente, puedes ser una persona capacitada, con mucha experiencia... pero como se ponga un catalán por delante, te vas a freír espárragos, porque es lo que interesa en ese momento. Y con Navarra pasa igual. Dolors Montserrat, actual portavoz del partido en la Eurocámara, fue portavoz por su vinculación geográfica en un territorio concreto porque interesaba que la portavocía del PP tuviera acento catalán", exponen.
Dos modelos de PP en Galicia y Euskadi
Las nuevas designaciones en la Junta Directiva Nacional del PP supusieron una victoria de Casado sobre los barones. Ninguno de los dirigentes territoriales enmarcados en el sector crítico de la formación acudió a la cita y una de las ausencias más destacadas fue la del gallego Alberto Nuñez Feijóo.
El presidente de Galicia aspira a reeditar su cuarta mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de julio de 2020 y las diferencias con Casado son más que evidentes: en el tono y en el fondo. Él fue uno de los dirigentes que más insistió en que el partido debía "volver al centro" si aspiraba a gobernar en España tras la debacle de las elecciones de abril de 2019. El gallego es consciente de que nueva victoria supondría el triunfo de sus tesis sobre las del actual líder popular.
Desde el PP gallego adelantan que Casado acudirá allí en campaña electoral pero que su presencia no despierta simpatías
"Feijóo está a ganar las próximas elecciones. No va a tragar ningún mensaje de Madrid que le sea inconveniente y va a decir lo que le parece, porque él tiene la capacidad de decirlo. Al final, va a hacer lo que le proporcione un mayor rédito y que en Galicia afiance su personalidad, que es muy potente", señalan fuentes del PP gallego a Público. La atípica campaña electoral prevé pocas certezas, aunque sí que se espera que Casado acuda a algún acto electoral. "Vendrá una vez o dos, pero no habrá actos multitudinarios en ningún caso", vaticinan. "En Galicia no quieren verlos a ninguno", aseguran tajantes.
Un escenario que confronta con el de Euskadi, donde la coalición entre PP y Ciudadanos, que Feijóo no ha aceptado en Galicia, se impuso y acabó con la marcha del entonces líder del PP vasco, Alfonso Alonso. El candidato elegido por Casado para sustituirlo fue Carlos Iturgaiz, que representa a los más duros entre los duros del PP ya que creció políticamente a la sombra de Jaime Mayor Oreja y de José María Aznar.
Las expectativas electorales de los populares en la región no son demasiado halagüeñas y en Génova se conformarían con reeditar los 9 diputados cosechados por Alonso en 2015, un reto que se antoja complicado. Pero para el líder del PP cobra aun mayor relevancia el resultado de su fusión con Ciudadanos, una de sus "obsesiones" según trasladan sus cercanos, y que confía en reeditar a nivel nacional cuando llegue el momento.
Sin embargo, las posiciones encontradas de ambos partidos respecto a la prórroga del estado de alarma y la estrategia de la nueva líder de Cs, Inés Arrimadas, para intentar enmendar la derechización de la formación tras la etapa de Albert Rivera alejan a Casado de tales objetivos.
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