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El PNV se aferra a un cambio de imagen con Pradales para ahuyentar el fantasma de un 'sorpasso' de EH Bildu

Los nacionalistas llegan a la campaña electoral con el reto de recuperar votos tras las últimas caídas electorales y hacer frente al crecimiento de la izquierda soberanista. El PSE sigue ocupando el puesto preferencial de posible aliado.

Imanol Pradales
El candidato a lehendakari del PNV, Imanol Pradales, en una imagen del pasado 25 de marzo. Miguel Toña / EFE

Hay carteles nuevos en los batzokis de todo el País Vasco. Nuevos en diseño, pero también en materia de protagonistas: el rostro de Imanol Pradales, candidato a lehendakari del PNV y sustituto de Iñigo Urkullu, está hoy en los bares de los nacionalistas. Ese es, precisamente, el primer reto: hacerle conocido. Luego vendrá otro: hacerle ganador.

De una y otra cosa se ocupan estos días en Sabin Etxea, el edificio del PNV en el corazón de Bilbao. El reto está claro, quizás más claro que nunca: Euskadi se encuentra a escasas semanas de unas elecciones autonómicas históricas, posiblemente las más reñidas de todas las épocas.

Según coinciden en señalar varios sondeos, PNV y EH Bildu se encontrarían en una situación de empate técnico, algo nunca visto en las urnas vascas. Las encuestas auguran además una pérdida de escaños en la bancada peneuvista, pero sobre todo una subida notoria en el número de representantes de la izquierda soberanista.

"Estamos posiblemente ante las elecciones más internistas del nacionalismo", afirma Imanol Zubero, sociólogo y profesor de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). En esa línea, destaca que se trata de un auténtico "pulso" entre las dos grandes familias del nacionalismo vasco. 

"Buen gestor"

La receta del PNV para tratar de salir victorioso pasa, principalmente, por combinar cierta magia "renovadora" encarnada en Pradales con una nítida defensa del papel de "buen gestor" y "garante de la estabilidad" que representa este partido frente a EH Bildu.

"El PNV tratará de identificar a EH Bildu con los fantasmas del pasado"

"Nos situamos ante una discusión más tecnocrática sobre quién tiene mejor capacidad para gestionar. EH Bildu tratará de erosionar la imagen de buen gestor del PNV, y el PNV, como no puede vender el cambio, tratará de identificar a EH Bildu con los fantasmas del pasado de la izquierda abertzale", explica a Público Asier Blas, profesor de Ciencia Política de la UPV/EHU.

Frenar la caída

Así llega el PNV a estas elecciones, en las que pondrá a prueba hasta qué punto su apuesta por la renovación ha sido suficiente para frenar la caída de votos experimentada en las municipales de mayo de 2023 y en las generales de julio de ese mismo año. 

El partido de Andoni Ortuzar optó por sacrificar a Iñigo Urkullu y situar a Imanol Pradales como imagen de la "renovación". Ahora, entre carteles con el rostro del nuevo candidato en todos los batzokis, intentan convencer a sus votantes de que sólo con él habrá tranquilidad. 

 

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