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PP vasco Un Ciudadanos sin representación en Euskadi saca partido de la crisis del PP

En Génova asumen el coste interno de la coalición con los 'naranjas' desencadenado tras el cese de Alfonso Alonso: "Es un movimiento a largo plazo, divididos no vamos a ganar nunca". 

El líder del PP, Pablo Casado, conversa con la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas y el secretario del grupo 'naranja', José María Espejo.
El líder del PP, Pablo Casado, conversa con la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y el secretario del grupo 'naranja', José María Espejo.

marta monforte

Pablo Casado ha sacrificado a Alonso Alonso por Ciudadanos. La dimisión del líder del PP vasco ha supuesto el punto y final a una relación complicada, marcada por las discrepancias. En el partido hay inquietud. Se critican las formas utilizadas por la dirección contra Alonso y se teme que la "obsesión" de Casado por refundir la derecha aliándose con Ciudadanos acabe por dinamitar el partido a nivel interno. Lo cierto es que con el cese de Alonso, el líder del PP lanza un mensaje a sus dirigentes territoriales: las personas son prescindibles, mi proyecto no lo es.  

Así lo ha explicado el líder de los populares este lunes: "Mi proyecto era volver a aglutinar el espacio del constitucionalismo, y por eso es fundamental que Cs y PP seamos capaces de forjar una coalición preelectoral por primera vez, que esperemos que sea tan exitosa como la plataforma Navarra Suma", han sido las primeras palabras de Casado tras la destitución de Alonso como candidato a las elecciones vascas. "Tenemos que ir juntos a las próximas generales y estas elecciones anticipadas eran un paso fundamental para llegar a ese objetivo".

Alonso ha sido el claro perdedor del pulso contra la dirección e Inés Arrimadas la vencedora. A corto plazo, al menos. La portavoz de Ciudadanos en el Congreso ha sido la autora de la propuesta que ha provocado este cisma interno en el PP. Propuso establecer pactos en las elecciones autonómicas de este 2020, ratificada después por la gestora provisional y por el Consejo General. Eso sí, con el sector crítico en contra. 

Los naranjas le han arrancado dos puestos de salida al PP en las provincias de Vizcaya y Álava. Los populares vascos, liderados por Alonso, calificaron el acuerdo de "inasumible". Lo cierto es que Ciudadanos no ha obtenido ningún diputado, juntero o concejal en Euskadi desde que dio el salto a nivel nacional, por lo que algunos miembros del PP ven "excesiva" la cesión de su partido. Si la coalición mantiene los 9 diputados que obtuvo Alonso en 2015- con el peor resultado de su historia- Cs entrará en el Parlamento Vasco.

Desde Génova asumen el coste interno de la coalición con los 'naranjas' desencadenado tras el cese de Alonso: "Es un movimiento a largo plazo", sostienen fuentes de la dirección. No consideran que un mal resultado en Euskadi o en Catalunya -si finalmente se produce una alianza allí- deslegitime la coalición con Cs. Reconocen que no esperan "grandes sorpresas" en el territorio vasco. "Hay que reconstruir el espacio constitucionalista, el primer día no va a salir".

Arrimadas quiere repetir el movimiento en Galicia

Arrimadas no consiguió cerrar la coalición en Galicia por la negativa de Feijóo, pero se ha abierto a integrarse en la lista del PP -una alternativa a la que siempre se negaba-, aunque con condiciones. Ciudadanos demanda tener autonomía de voto en las cuestiones que no se pacten con anterioridad e e incluso deslizan la posibilidad de irse al grupo mixto. Los naranjas tienen una escasa representación en la región y no tienen ningún diputado en el parlamento gallego.

El líder de la Xunta ha criticado el movimiento de la jerezana: "Utilizar el vehículo del PP para conseguir diputados bajo el paraguas de la unión y finalizado periodo electoral constituir un grupo parlamentario ajeno al PP… los gallegos no entenderían que lo que motiva la unidad y la estabilidad política se convierta en división e inestabilidad", ha señalado este martes en un desayuno informativo.

Voces cercanas a Arrimadas restan importancia a las palabras de Feijóo y sostienen que las críticas del gallego forman parte de su estrategia electoral: "Estamos en campaña". Sin embargo, se muestran escépticos a que haya nuevos movimiento: "Seguimos negociando, pero no creo que lleguemos a acuerdo. Nosotros nos presentaremos. Eso seguro".

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