El PSOE tendría opciones de revalidar el Gobierno en Extremadura tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo, siempre y cuando obtuviera el apoyo de la coalición formada por Podemos e Izquierda Unida. Esto es lo que recoge el último estudio de Key Data para Público en un territorio donde, además, se da la circunstancia de que la derecha está en auge.

En las últimas elecciones, la formación de Guillermo Fernández Vara había logrado conformar un Ejecutivo en solitario al haber alcanzado la mayoría absoluta en la Cámara autonómica (34 de 65 escaños), un escenario en el que pudo prescindir de Unidas por Extremadura, la coalición que engloba a Podemos e IU en la región.

El estudio de Key Data recoge una caída de los socialistas de 4,5 puntos en estimación de voto (respecto a los comicios de 2019) que provocaría que el PSOE pierda esa mayoría que en la actualidad le permite gobernar en solitario. En concreto, seguiría siendo la primera fuerza con una estimación del 42,2% y una proyección de 30 escaños.

El panorama demoscópico en la derecha en Extremadura es el mismo que se da en otros territorios, así como a nivel estatal: el hundimiento de Ciudadanos refuerza al PP y a Vox, pero estas formaciones no solo crecen a costa de lo que pierde el partido naranja, sino que logran ensanchar el bloque.

El Partido Popular volvería a ser la segunda fuerza en la región, pero lograría recortarle bastantes puntos y escaños a la formación de Vara. En 2019, los conservadores no llegaron al 28% de los votos y se quedaron a casi 20 puntos del PSOE; en el estudio de Key Data se quedan a algo más de seis puntos (con un 35,9% en estimación de voto) y con una proyección de 26 escaños, cuatro menos que los socialistas.

Hace cuatro años, Ciudadanos obtuvo más de 68.000 votos y siete escaños; el PP ganaría, según las encuestas, 56.500 votos y seis asientos en el Parlamento. Vox sería la tercera fuerza en Extremadura y con una estimación de voto del 7,2% se mantiene en una proyección de cinco escaños, irrumpiendo por primera vez en la Cámara territorial.

La ultraderecha gana alrededor de dos puntos respecto a 2019 y obtendría unos 45.000 votos, 16.000 más que en los últimos comicios. La suma de los votos que ganarían PP y Vox es de unos 4.000 sufragios más que los que obtuvo Cs hace cuatro años.

La cuarta fuerza con representación institucional sería, según el estudio, Unidas Por Extremadura, la coalición de Podemos e Izquierda Unida. Con una estimación de voto del 6,5% (apenas un punto menos que en 2019), el espacio conservaría sus cuatro escaños en el Parlamento y sería imprescindible para un gobierno progresista en Extremadura. En algunas encuestas, no obstante, Podemos e IU estarían por encima de la ultraderecha, por lo que hay batalla abierta por el tercer puesto entre ambos espacios.

Por provincias, el PSOE perdería tres escaños en Badajoz y uno en Cáceres, mientras que el PP ganaría cuatro en Badajoz y dos en Cáceres. De los cinco nuevos diputados de Vox, tres llegarían por Badajoz y dos por Cáceres; Unidas por Extremadura mantendría el mismo reparto que en 2019, dos por cada provincia.