Varias vidas políticas ha superado José Luis Rodríguez Zapatero en los últimos 23 años. Justo el tiempo pasado entre su visita a Salamanca como candidato sin opciones -eso creían quienes apoyaban a José Bono- a la Secretaría General del PSOE y su estancia de este miércoles en la capital del Tormes donde ha sido recibido por la militancia y su partido como un auténtico héroe. La historia se repite de forma similar en muchas provincias.

En un caluroso mes de julio en plena Castilla, Zapatero fue invitado en aquellas primarias de hace 23 años, tras presentar sus propuestas como candidato, a comer por los dirigentes de entonces del PSOE de Salamanca -todos hombres y aficionados a los buenos restaurantes y al mejor vino- en un sencillo y barato restaurante de la ciudad sin aire acondicionado y con apenas media docena de compañeros de partido.

Los líderes socialistas en esa provincia, muy derechizados, apostaban por José Bono en esas primarias en las que casi nadie daba opciones al diputado leonés.

Muy diferente fue el recibimiento entonces a Bono o Matilde Fernández (la opción guerrista en aquellas primarias del PSOE) e incluso con Rosa Díez. La exsocialista y hoy ultraderechista tuvo entonces más crédito que Zapatero en parte del tour por las sedes provinciales del PSOE.

El expresidente ha vuelto a Salamanca en loor de multitudes entre la militancia socialista y sus dirigentes. Con la misma actitud tranquila, como si no fuera con él, que aquel mes de julio de hace 23 años cuando tuvo que hacer tiempo paseando por Salamanca -y tan solo acompañado por una periodista- mientras esperaba que llegara Jesús Caldera (diputado por esa provincia, su impulsor a la Secretaría General del PSOE y su ministro de Trabajo en la primera legislatura).

Entonces, nadie se prestó a acompañarle tras la rápida y sencilla comida. Pero Zapatero no cambió el gesto. Ni una crítica irónica cuando en el paseo con la periodista, por eso de hacer tiempo, se encontró con el que fue el último gobernador civil de Salamanca del PSOE, Francisco Javier Rodríguez, que no sabía dónde meterse al ver la soledad del entonces candidato.

Mucho ha cambiado el cuento este martes. Zapatero ha sido recibido por 300 socialistas que le han acompañado en la comida de un hotel de cuatro estrellas (donde también organiza muchos de sus actos el PP). Un gran recibimiento con muchos abrazos, entre ellos el del que fuera secretario provincial del PSOE en Salamanca hace 23 años, Emilio Melero, que buscó la foto que rehusó antaño.

Y en ese encuentro con la militancia, allí estaban las antiguas glorias del PSOE salmantino en la mesa más cercana a la presidencia, donde estaba sentado Zapatero.

En esta ocasión, muchas mujeres han arropado al expresidente. Algo impensable hace 23 años, cuando ni eran invitadas a ser comensales en estos eventos.

El secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca (que no estaba ni participó en el feo hace más de dos décadas) ha asistido al encuentro donde el expresidente ha recibido aplausos y una entrega absoluta de la militancia en cada momento de su intervención.

"Es su momento, lo disfruta y lo sabe", confirma a Público una histórica socialista.

Pero Melero (el sexagenario y veterano socialista que ocupa el bien pagado cargo de miembro del Consejo Social de la comunidad) no es el único en el cambio de tercio. Allí estaba también Fernando Pablos (cabeza de lista de los procuradores por Salamanca en el parlamento autonómico) y otros muchos veteranos socialistas varones que no daban un euro por Zapatero en otros tiempos, ni para liderar la Secretaría General ni para ser presidente del Gobierno. Y eso que Zapatero era ya entonces un experto diputado en el Congreso por Castilla y León. O quizá por eso.

La ejecutiva de Salamanca nunca quiso a Jesús Caldera, que durante varias décadas asumía elecciones tras elecciones ser el cabeza de lista a la Cámara Baja por esta provincia. Y fue este bejarano - del municipio de Salamanca donde ahora un concejal de Vox del equipo de Gobierno municipal ha comparado en redes sociales el sexo con las mujeres con el trato del burro en el arado- quien dio un paso al frente para que Zapatero presentara su candidatura a liderar el PSOE.

El entonces diputado por León, la ciudad donde mejor fue recibido hace 23 años en su periplo por las sedes locales socialistas, estuvo también respaldado y apoyado en aquel periplo por Trinidad Jiménez y Carme Chacón. Los socialistas, no solo de Salamanca, sino de Castilla y León, y de otras comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura, tampoco vieron con buenos ojos a esos "jóvenes turcos".

Ajeno o no a estas diferencias, Zapatero ha echado el resto para respaldar en esta campaña del 23J a Pedro Sánchez. La militancia se rinde a los encantos de un expresidente que recibió bulos y descalificaciones de buena parte de la opinión pública y publicada durante su etapa en Moncloa (de 2004 a 2011). Tampoco recibió demasiados apoyos cuando salió del Ejecutivo.

Recuerdo al pasado desde el presente

El actual secretario provincial del PSOE en Salamanca y número uno al Congreso, David Serrada, ha dado la bienvenida a Zapatero en nombre de la familia socialista recordando ese momento hace 23 años cuando el entonces aspirante trataba de explicar su candidatura a liderar el partido. Un elocuente gesto del expresidente, que se llevó las manos a la cara, reflejaba también su sorpresa por un recuerdo que tenía casi olvidado. O, al menos, superado.

Serrada, que entonces no formaba parte de la dirección socialista, ha hecho mención a cómo, tras aquella visita a la ciudad, Zapatero se echó "el partido a la espaldas" -tras ganar las primarias contra todo pronóstico- para mostrar un nuevo camino a los militantes socialistas. "Gracias por volver a liderar el cambio que este país necesita junto a Pedro Sánchez", le ha dicho.

El expresidente, por su parte, ha pedido a los votantes de Podemos "que en Salamanca voten al PSOE, el voto útil. Harán un gran servicio".

En su intervención, horas antes del mitin en León, su ciudad natal, Zapatero no ha perdido la oportunidad de criticar abiertamente a González Pons ante el trato machista que ha denunciado ante los medios la ministra de Ciencia, Diana Morant.

Y así, el expresidente y exsecretario general del PSOE continúa su gira de apoyo a Pedro Sánchez por las provincias españolas sin rencores ni cuentas pendientes. Un respaldo que en su tiempo jamás recibió de Felipe González.