Este artículo se publicó hace 3 años.
La muerte del Mar Menor es culpa del trasvase Tajo-Segura, afirma Greenpeace
La ONG sostiene en un informe que "el trasvase ha sido letal para ambas cuencas hidrográficas y que no habrá ‘vertido cero’ al Mar Menor sin ‘trasvase cero’ a la zona".
Madrid-
La nueva "sopa verde" y la reciente muerte masiva de peces en el Mar Menor, que ha provocado la indignación general, tienen su origen lejos de Murcia, según un informe de Greenpeace presentado hoy. Esta ONG afirma que los "continuos trasvases han alimentado el descontrol de la agricultura intensiva, contaminado y provocado la muerte de la mayor laguna salada de Europa".
El estudio detalla que "el aporte de agua procedente del trasvase Tajo-Segura para regar el Campo de Cartagena —una tierra que en los años 70 había sólo un incipiente agricultura de regadío que utilizaba sólo aguas subterráneas— ha sido el origen de la muerte de la laguna".
La razón principal es que tras la inauguración del trasvase, en los años 80 se vivió un boom agrícola con la llegada del agua. "La superficie agrícola en las proximidades del Mar Menor era 73% de secano y el regadío solo representaba el 12,8%", indica el informe. "A finales del primer decenio del presente siglo, el regadío ya se situaba en un 50,24% del que el 70% son herbáceos y 20 % cítricos; y entre 1988 y 2009 el regadío pasó de unas 25.150 hectáreas a unas 60.700 hectáreas, un aumento de casi un 60%".
Para Greenpeace, "las conclusiones del estudio son claras: el exceso de agua, generado principalmente por el aporte de agua a través del trasvase Tajo-Segura, trajo consigo un desarrollo exponencial de la agricultura de regadío intensiva e industrial, basada en agrotóxicos, y su consiguiente contaminación de las aguas".
"La situación podría empeorar más", asegura la ONG en una nota, "y es necesario que el Gobierno de Murcia y el Gobierno central dejen de pasarse la pelota y tomen medidas".
Los problemas medioambientales del Mar Menor llevan años fraguándose entre una ausencia de control público sobre el uso del agua en la zona, la llegada de desaladoras y un perpetuo incumpliento de la ley, tal y como documentaron los periodistas Ana Tudela y Antonio Delgado (Datadista) en una investigación periodística en profundidad publicada hace dos años.
Greenpeace es parte de la acusación particular en el llamado 'caso Topillo', que investiga a 80 empresas agrícolas, políticos y funcionarios por los vertidos al Mar Menor.
Otras ONG, como WWF, ya habían apuntado anteriormente a la agricultura intensiva de regadío del Campo de Cartagena como el principal desencadenante de este desastre medioambiental.
Mientras tanto, el Gobierno central y el autonómico de Murcia siguen enzarzados en una pelea de competencias que está retrasando una solución a esta catástrofe.
El Ejecutivo central niega la declaración de zona catastrófica para la comarca afectada, algo que había pedido el Gobierno murciano, y culpa a este último de "una dejación de competencias que tiene encomendadas el Gobierno de Murcia".
Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page sostiene, como los ecologistas, que el trasvase Tajo-Segura es el origen tanto de la destrucción medioambietal del Tajo medio como la que vive el Mar Menor, como respuesta a las criticas hacia el Gobierno central del líder del PP, Pablo Casado.
Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, visita este miércoles el Mar Menor cuando se cumplen diez días de la aparición de los primeros peces muertos en sus playas.
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