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El Zendal pone trabas a los sindicatos para acceder al hospital y revisar el cumplimiento de las medidas de seguridad

Varios sindicatos han confirmado a 'Público' que la dirección del centro hospitalario ha puesto impedimentos de forma continua para que se realicen rondas informativas con los trabajadores. 

Hospital Isabel Zendal
Pablo Casado, Isabel Díaz Ayuso y otros altos cargos durante la inauguración del hospital Isabel Zendal. Chema Moya / EFE

El Hospital Isabel Zendal languidece después de ser punta de lanza de Isabel Díaz Ayuso y su campaña electoral en plena pandemia. Este miércoles 1 de diciembre cumple un año desde su inauguración y en la actualidad cuenta con apenas 40 pacientes pero alrededor de 400 trabajadores. Sin embargo, aunque baja su volumen de trabajo, sigue acumulando polémicas y ya se le busca una función en la era poscovid. 

Son varias las asociaciones sindicales que denuncian impedimentos desde la dirección del hospital para ejercer su derecho de prevención laboral. Por ejemplo, desde Comisiones Obreras relatan que aunque les han dejado pasar al despacho sindical que les corresponde en el recinto, no han podido moverse con libertad por el interior del Zendal. Si quieren hablar con algún trabajador para conocer sus opiniones o quejas, la única opción es contactar por teléfono con ellos y pedirles que acudan al despacho del gremio sindical. 

"Cada jueves acudimos al hospital, pero solo nos dejaban entrar a nuestro despacho. No te dejaban salir de ahí". Así relatan fuentes sindicales de Comisiones Obreras las formas con las que en el Zendal se ha tratado a los delegados de prevención laboral, encargados de que los trabajadores tengan unas condiciones óptimas. Público ha preguntado por ese asunto a la dirección del hospital pero no ha obtenido respuesta.

Vista la situación, el sindicato CSIT Unión Profesional denunció a la administración del hospital por impedir la entrada de sus delegados sindicales de prevención laboral, pese a que no tenía argumentos ni autoridad para ello. 

Tras muchos meses con esta situación de bloqueo, el pasado jueves fue la primera vez que los delegados de Comisiones Obreras realizaron una jornada de trabajo normal en el centro hospitalario. "Casi un año para poder acceder, y a base de denuncias. He podido entrar a las zonas de vacunación y hospitalización sin trabas, aunque tienen un control de acceso de personas ajenas al edificio", comenta Jesús, uno de los delegados sindicales.

Denuncias a Inspección de Trabajo

Los sindicatos se sorprenden por la oposición encontrada, ya que tan solo pretenden hacer las rondas habituales. Conocer las principales quejas de los trabajadores, comprobar los trajes EPI y su viabilidad, garantizar la separación de camas, dar fe de que la ventilación es la correcta, que los espacios sean seguros... Lo mínimo, algo que por el momento no están pudiendo confirmar con normalidad. "Si un trabajador está a disgusto, es probable que un paciente también lo esté", aseguran desde CSIT.

Aunque Inspección de Trabajo y Seguridad Social recriminó al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) y exigió facilitar el acceso de los delegados, desde el CSIT aún reconocen las trabas desde la Administración. "A día de hoy se siguen poniendo trabas y remiten a la dirección del hospital. Es un hospital del que no se quiere que se sepa nada y no se tenga ninguna información", aseguran.

Además, no es que los sindicatos no tengan acceso, es que desde el hospital tampoco se les informa de las cuestiones referentes a la prevención laboral, según el escrito de la denuncia. 

Álvaro Cerro, portavoz de Salud Laboral de CSIT y delegado de Prevención, asegura que este trato es inédito y que no se da en otros hospitales de la Comunidad de Madrid. "Yo vengo de La Paz y jamás se me ha impedido desarrollar mi trabajo como delegado, todo lo contrario", sostiene. 

Aunque no han podido analizar aún el hospital desde el punto de vista de la prevención de riesgos, Cerro sí pone sobre la mesa la principal queja de los trabajadores: "La principal es que la gente venía reclutada de otros hospitales y cuando disminuyó el número de pacientes se ha tardado mucho en devolver a los trabajadores a sus centros. Los otros hospitales tenían falta de personal y no se les devolvía", arguye.

Desde el origen, al Zendal se le ha mirado con lupa por sus sobrecostes, su escaso personal, los ceses en bloque de sus altos cargos o por los traslados forzados de los trabajadores desde otros centros. Cuando el Hospital de La Paz inicie su mastodóntica obra, donde se verá envuelta durante diez años, el Zendal servirá de apoyo para los departamentos afectados. Además, también servirá de sede del centro de coordinación del Summa 112.

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