La nieve y el frío polar han causado ya varios muertos y graves problemas de tráfico en casi toda Europa, pero el temporal ha golpeado especialmente duro al Reino Unido. Los británicos están ateridos, pero no completamente congelados.

Todos los medios de transporte se ven afectados de una manera u otra por la ola de frío, aunque es exagerado llegar a la conclusión de que el país esté paralizado. Lo malo es que los meteorológos anuncian que las condiciones se prolongarán durante, al menos, una semana y algunos servicios operan ya al límite de sus posibilidades.

Decenas de fábricas en el noroeste de Inglaterra han visto interrumpido el suministro de gas. Se ha comenzado a dar prioridad a los hogares en un momento en que la capacidad del sistema está llegando a niveles nunca alcanzados. Ayer se preveía que la demanda ascendiera a 454 millones de metros cúbicos de gas. El récord anterior se produjo en enero de 2003 con 449 millones. Una avería en el oleoducto de Langeled, que trae gas desde Noruega, contribuyó a hacer peligrar el suministro.

Tras las nevadas de los últimos días, las heladas de ayer están a punto de dejar a los ayuntamientos sin sal. Algunos ya sólo cuentan con reservas para los próximos cuatro días. Cleveland Potash, uno de los mayores suministradores de este material, ha pedido al Ministerio de Transportes que le dé una lista con los destinos prioritarios porque no puede aumentar más la producción.

En los últimos cuatro días, se han utilizado 38.500 toneladas de sal. La temperatura más baja registrada ayer fue de 17,7 grados bajo cero en la localidad de Benson, en el condado de Oxfordshire, a 83 kilómetros de Londres, sólo dos grados menos que en la base polar Amundsen-Scott, en la Antártida.

Los registros no son mucho mejores en Escocia, que concentra un alto porcentaje de escuelas cerradas. En todo el país, más de 9.000 centros escolares no abrieron sus puertas. Cada colegio tiene autonomía suficiente como para tomar esa decisión.

El aeropuerto londinense de Gatwick pudo operar ayer, a diferencia del miércoles, pero los retrasos fueron generalizados en el transporte aéreo a causa del hielo. Easyjet canceló 70 vuelos con destino o llegada a Gatwick, mientras que Heathrow también funcionó con dificultades.

El tren que atraviesa el túnel del Canal de la Mancha volvió a ofrecer problemas. Un tren Eurostar que hacía el servicio de Bruselas a Londres sufrió una avería que obligó a evacuar a sus 256 pasajeros.

A partir de ese momento, y para impedir las escenas que se produjeron en los días anteriores a Navidad, la compañía decidió cancelar cinco trenes y limitar el paso por el túnel a un solo tren por trayecto. Eso provocó grandes retrasos que se prolongarán en los próximos días.