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El PSOE trata de recomponer su estrategia de precampaña tras el caso Mediador y la ley del 'solo sí es sí'

Los socialistas se defienden y confían en que la trama de corrupción no afecte a más integrantes de su partido, al tiempo que muestran preocupación por posibles efectos electorales negativos. Las encuestas siguen estancadas para las fuerzas del Gobierno, que han visibilizado sus tensiones especialmente con la reforma de la ley de libertad sexual. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a Dinamarca el pasado jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a Dinamarca el pasado jueves. EFE/EPA/Olafur Steinar Rye Gestsson

Tres Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobados en "tiempo y forma". Los datos económicos y de empleo positivos. Una "estabilidad" en el Gobierno demostrada pese a las habituales tensiones entre PSOE y Unidas Podemos. Bajo ese contexto, el objetivo de Pedro Sánchez en el mes de diciembre era acelerar las cuestiones más polémicas entre finales del pasado año y principios del actual. Así pensaron estratégicamente. Pero la realidad es que tras dos meses consumidos en 2023 las polémicas se le acumulan a los socialistas y, por extensión, a la coalición, unas semanas antes de la cita electoral del próximo mes de mayo. 

El principal punto de distorsión política en estos tiempos de precampaña electoral ha sido, sin duda, la reforma de la ley del solo sí es sí. Un asunto que ha copado la actualidad durante largas semanas y que se encuentra en estos momentos todavía enquistado de cara a una solución pactada entre ambos partidos. De hecho, el acuerdo entre PSOE y UP se antoja altamente complicado, por no decir imposible. El próximo martes se debatirá en el Congreso la toma en consideración de la proposición de ley de los socialistas. No contará con el apoyo de sus socios si no hay un entendimiento previo. Y nada indica que pueda haberlo. 

Sánchez rebajó este viernes la importancia de la más que posible decisión de los morados. "Hablamos solo de la toma en consideración. Hay un sentir mayoritario de que en efecto debemos tomar en consideración la reforma del Código Penal, no para enmendar políticamente, sino para corregir técnicamente efectos indeseados", dijo sobre la reforma. Al mismo tiempo, el presidente quiso recalcar "el compromiso feminista rotundo de PSOE y UP", como así lo han demostrado con diferentes leyes. Un mensaje de conciliación defendiendo un "Gobierno feminista que comparte más cosas de las que le separan". 

Pero las palabras de Sánchez no esconden un hartazgo, según diferentes fuentes consultadas durante las últimas semanas, de los socialistas por el "enrocamiento" de las posiciones del Ministerio de Igualdad que lidera Irene Montero. Los socialistas ven ya a UP en modo electoral, tratando de marcar perfil propio y con un tono que incluso públicamente han llegado a calificar como "testosterónico", en palabras del portavoz parlamentario Patxi López.

El PSOE quiere "cuidar la coalición", conscientes de que la única manera de volver a gobernar es de la mano de UP, a la espera del papel de Yolanda Díaz. Pero su posición de reformar la ley del solo sí es sí es "rotunda" ante unos efectos, la rebaja de las penas, que están generando un fuerte desgaste y preocupación entre la ciudadanía. 

La aparición de Tito Berni

Con la ley del solo sí es sí todavía sin resolver, y con los primeros datos oficiales de rebajas de penas ya publicados por el CGPJ, otro espinoso asunto le ha estallado al PSOE. El llamado caso Mediador ha provocado inquietud y preocupación en las filas socialistas. La trama tiene como uno de los principales protagonistas a un diputado canario llamado Juan Bernardo Fuentes Curbelo y conocido en el sumario judicial como Tito Berni. Pocas horas después de que se conociera su implicación, dejó su acta a instancias de la dirección federal de Ferraz. 

A esta rápida actuación es a lo que se aferran en Moncloa y Ferraz para minimizar los daños de un caso "repugnante y cutre". Los socialistas se han defendido en varios sentidos. Primero, con la citada expulsión de Fuentes Curbelo y una investigación interna sobre sus diputados. No se tolerarán más implicados y en el PSOE no tienen hasta el momento conocimiento de que la trama se extendiera más.

En paralelo a esas advertencias también han pasado a la ofensiva por los señalamientos de Marco Antonio Navarro Tacoronte (el "empresario mediador") un buen puñado de sus parlamentarios. En este sentido, se han iniciado querellas judiciales por relacionarlos con actividades ilícitas o cuestionables como prostitución y consumos de drogas. Navarro Tacoronte ha usado como plataforma para estos señalamientos de supuestas cenas con él a medios ultras como los de Javier Negre y Eduardo Inda. Otro personaje que ha contribuido a la difusión de estas presuntas informaciones ha sido Alvise Pérez. 

La estrategia del PSOE pasa también por defenderse comparando cómo actúa el PP cuando la corrupción les afecta a ellos. La operación Kitchen ha vuelto a situarse de nuevo en el foco y los socialistas también han cargado contra el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por connivencia con algunos imputados de su partido, como el presidente del Consell de Ibiza, investigado por la Justicia. Con esta última persona cenó recientemente el líder del PP. Además, en el sumario judicial de Mediador se incluyen varios contratos de administraciones de los populares, como destacó este medio. Justo este mismo viernes se conoció la imputación del diputado popular Alberto Casero por su etapa como alcalde. 

Encuestas estancadas y los territorios, inquietos

"Obviamente no es la situación ideal con tantos frentes abiertos en la política nacional. Pero nosotros tenemos que seguir". Es el sentimiento que muestra un líder autonómico del PSOE a Público sobre cómo les pueden afectar electoralmente las diferentes polémicas vividas a falta de menos de tres meses para la cita con las urnas. "Esto pasará", destaca, esperanzado, otro secretario general a nivel regional. 

Las encuestas, además, visibilizan un estancamiento tanto de PSOE como de Unidas Podemos. Los socialistas, en todo caso, son escépticos con la fiabilidad de las mismas. "Se hacen más encuestas que días tiene el mes", dijo recientemente Sánchez públicamente. En todo caso sí reconocen que todavía hace falta movilizar a su electorado, algo que desde el Gobierno suele tardar más que al estar en la oposición. 

La receta de Moncloa y Ferraz "no ha cambiado", según señalan las fuentes consultadas por este medio. Esto supone seguir poniendo en valor su modelo de "protección" a la mayoría social que han emprendido desde el Gobierno. Y enfrentarlo al del PP. De momento, un guiño claro para contrarrestar la pasada semana, es la ley de paridad que anunció Sánchez este sábado y que se aprobará el martes en Consejo de Ministros. En este contexto se enmarca también la reacción airada y directa por la marcha de España de la empresa Ferrovial.

Sánchez quiere vincular esa decisión a la falta de solidaridad de "los poderosos", ahondando en un discurso que comenzó especialmente el verano pasado y se terminó concretando con medidas como el impuesto a las grandes fortunas, entre otras, dentro del marco de la defensa de la "justicia fiscal". Un giro evidente con el que UP se sintió cómodo por arrastrar a los socialistas a ello.  

El presidente fue rotundo tanto el jueves como el viernes cuando fue preguntado por la postura de Rafael Del Pino, presidente de Ferrovial. "La patria no es solo hacer patrimonio, es ser solidario y arrimar el hombro, ayudar cuando tu país te necesita. Hablamos de la tercera o cuarta fortuna y en buena medida esa fortuna se ha hecho gracias a nuestro país y a la contribución de los españoles", dijo desde Finlandia. 

Entre los retos que tiene por delante el Gobierno, más allá de solventar Mediador o la ley del solo sí es sí, está también el precio de los alimentos. Sus socios le reclaman, como es costumbre, más ambición. Moncloa defiende que la rebaja del IVA es y será efectiva en los próximos meses aunque no descartan tomar otro tipo de medidas si es necesario. En el horizonte, los socialistas miran también con cierto alivio el balón de oxígeno que puede suponer la moción de censura presentada por Vox y cuyo candidato es Ramón Tamames. Una buena manera, dicen, de confrontar modelos y poner el foco en ello y no en otros asuntos. 

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