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El apoyo de Feijóo para que el polémico Jácome gobierne en Ourense anticipa una mano tendida a Vox

El aún presidente de la Xunta ha promovido el ascenso del histriónico alcalde sin reparar en las denuncias que le acusan de malversación de los fondos de su partido.

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Feijòo y Jácome, en una imagen de archivo. Europa Press

Gonzalo Pérez Jácome se convirtió en alcalde de Ourense en mayo de hace tres años, siendo el cabeza de la tercera lista más votada, porque Alberto Núñez Feijóo ordenó a sus ocho concejales que le apoyaran. Quien había ganado las elecciones del 2019 era el socialista Rafael Rodríguez Villarino, con nueve ediles, pero Feijóo puso una condición insólita para evitar que Jácome se hiciera con el poder: que Villarino dejara la política.

Exigir a quien ha ganado los comicios que se aparte de la vida pública como condición para que no gobierne el tercer candidato, alguien a quien además consideras "letal" para la ciudad y cuando tu partido defiende que el alcalde debe ser el más votado, suena poco sensato, por no decir inconcebible en una democracia. Pero Feijóo es así, y ha basado buena parte de su carrera política en responsabilizar a los demás de las consecuencias de sus propias contradicciones.

Lo de que Jácome sería letal para Ourense no es un invento. "Ourense tiene dos opciones", advirtió el ya presidente del PP en plena campaña del 2019 en una entrevista en La Región, el diario local de mayor tirada en la ciudad: "O tener un alcalde o tener un show político en cada pleno y en cada decisión. Como ourensano y como presidente de Galicia creo que sería letal tener un alcalde como Jácome. Un persona histriónica, lo contrario a una ciudad abierta y cordial... Lamentablemente, fuera nos empiezan a conocer por eso. Nos preocupa, porque nos da mala imagen", afirmó entonces Feijóo.

Desde hace tres años Ourense ya tiene su propio show en cada pleno municipal. El último, este pasado viernes, cuando todos los concejales de la oposición lo abandonaron después de que Jácome expulsara injustamente a una exconcejala de Democracia Ourensana (DO) que se sienta ahora en la bancada de las no adscritas. Y es que los shows de Jácome son la norma en cada pleno del Ayuntamiento de una ciudad cuya imagen, dentro y fuera de Galicia, ya está vinculada a su histriónico alcalde.

Tal y como advertía Feijóo, los espectáculos ya son la norma, pero precisamente porque el PP no sólo promueve, apoya y sostiene a Jácome en la Alcaldía, sino porque gobierna con él. Pero, como hizo en Castilla y León, culpando al PSOE de que en esa comunidad su partido vaya a gobernar ahora de la mano Vox, el nuevo líder del PP también culpa al PSOE de que los concejales populares gobiernen con el hasta hace poco "letal" regidor de Ourense.

"No me cabe ninguna duda: si Feijóo ha sido capaz de hacer alcalde a Jácome y de seguir manteniéndole en el poder, después de todo lo que ha pasado, apoyará a Abascal en cuanto lo necesite", asegura José Manuel Palacios, exmilitante de DO, el partido del alcalde.

Palacios no ocupa ningún cargo de representación, pero es el coordinador provincial de Coalición de Centro Democrático (CCD), la formación en la que se refugiaron varios de los concejales y concejalas de DO que abandonaron el Gobierno local y el partido el año pasado, tras acusar a Jácome de malversar los fondos que recibe la formación del propio Ayuntamiento y de la Diputación, que preside Manuel Baltar, del PP, a través de la televisión local de cuya licencia es titular el regidor.

Entonces el alcalde se quedó sólo con dos concejales, pero el PP rechazó de nuevo la propuesta del resto de grupos -PSOE, Ciudadanos, BNG y no adscritos- para apartarle del poder mediante una moción de censura. Feijóo y Baltar hicieron todo lo contrario: negociaron la reentrada del PP en la Junta de Gobierno, que se hizo efectiva a principios del verano pasado.

"El culpable de que Jácome haya sido y siga siendo alcalde no es otro que Feijóo", resume Palacios, subrayando la concomitancia del alcalde con Vox y con el PP. Y el alcalde ha insinuado que tiene razón, si se siguen sus declaraciones más recientes. Hace tres días, Jácome valoró la agresión machista de Will Smith a Chris Rock en la gala de los Óscar con esta frase en su cuenta de Twitter: "Imaginad que lo hace Donald Trump... o incluso alguien de Vox o del PP aquí en los Goya... Habría casi una guerra civil".

Jácome está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense, que ha ordenado continuar las diligencias por un delito contra el honor de un policía local al que el alcalde acusó de corrupto. Sin embargo, la fiscal que se querelló contra él por malversación de los fondos de DO acaba de pedir el sobreseimiento de la causa abierta por ella misma, sólo dos días después de que el titular del Juzgado de Instrucción número 2, que instruía la querella, anunciara que había pedido abstenerse del caso porque Jácome había contratado a su mujer como asesora. Ella es prima de un concejal de DO fiel al alcalde y ya había trabajado como asesora de su grupo en el Ayuntamiento, pero había sido cesada el pasado otoño, una semana antes de que se conociera que la querella de la Fiscalía, que ahora ha pedido el sobreseimiento, había recaído en el juzgado de su marido.

Pese a la petición de archivo de la fiscal, Palacios sigue sosteniendo que la contabilidad del partido de Jácome refleja enormes irregularidades. Según las cuentas del 2020 publicadas en la web de DO, el partido tiene cero euros en su activo corriente, es decir, que no tiene en propiedad "ni una mesa de despacho ni un folio de papel".

La contabilidad de DO en el 2020 registra cero euros en cuotas de afiliados y simpatizantes en el 2018 y el 2019, a pesar de que varios de los asesores contratados por Jácome en la Diputación reconocieron ante la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional que entregaban a Jácome en su despacho donaciones en mano y en metálico como aportaciones al partido que luego no registraban en sus respectivas declaraciones de impuestos.

Además, según recuerda Palacios, el balance de las cuentas de DO refleja un resultado negativo de 155.795,20 euros que muestra "que ha tenido que justificar en este año los 154.835,59 euros que tenía contabilizados en las cuentas de anticipos a proveedores [su propia televisión] y que no estaban soportados por facturas durante el periodo comprendido entre el 2015 y el 2019".

Feijóo nunca ha querido valorar que su partido apoye a un alcalde que se factura a sí mismo con fondos públicos. Pero el trasfondo de todo este asunto se basa, en el fondo, en el temor de Feijóo a Jácome, de cuyo voto personal depende que Baltar siga presidiendo la Diputación, y al enorme poder que Baltar acumula en la provincia, en la que manda más que él. Y el aún presidente de la Xunta sabe que hay antecedentes demasiado alarmantes como para no tomarse en serio ese poder.

En el 2004, el propio Baltar, entonces diputado en el Parlamento de Galicia y que acabó heredando la presidencia de la Diputación de su padre, Xosé Luis Baltar, encabezó una asonada con otros cuatro diputados ourensanos que amenazaron a Manuel Fraga con dejar el partido. Feijóo ya era entonces vicepresidente de la Xunta. Y tomó nota. En el Parlamento de Galicia se sientan hoy ocho diputados populares de la circunscripción de Ourense, todos afines a Baltar. Sin ellos, el PP se quedaría sin mayoría absoluta.

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