Este artículo se publicó hace 17 años.
Pocos incidentes en las barriadas, donde sigue un despliegue excepcional de las fuerzas del orden
La noche empezó con una calma relativa en Villiers-le-Bel y localidades vecinas al norte de París, donde hoy se mantiene el despliegue excepcional de fuerzas del orden que permitió evitar la víspera una tercera noche de actos violentos.
Hacia las 21.00 GMT de hoy, la situación estaba "relativamente tranquila" con una "pequeña decena" de incendios de coches y otros, no cuantificados, de cubos de basura, dijeron a Efe en la Prefectura del departamento de Val d'Oise.
Indicaron que no había enfrentamientos directos entre bandas de jóvenes y policías, contrariamente a las dos primeras noches de la semana, en las que más de 120 agentes resultaron heridos, varios de ellos por disparos de fusiles de caza.
A esa hora se habían practicado cinco arrestos, señalaron las fuentes, al recordar que el número de detenciones suele aumentar a medida que avanza la noche.
Los disturbios empezaron el pasado domingo por la noche y el detonante fue la muerte de dos muchachos de Villiers-le-Bel que circulaban sin casco en moto, a gran velocidad, y que en un cruce colisionaron con un coche patrulla de la Policía.
Después de dos noches consecutivas de graves actos de violencia, incluido el uso de armas de fuego por parte de los jóvenes contra la Policía, un hecho sin precedentes en este tipo de disturbios, el Gobierno desplegó ayer unos mil efectivos, mientras helicópteros equipados con potentes focos sobrevolaban la localidad.
Se trató de una fuerza lo suficientemente disuasoria como para hacer bajar mucho ayer la intensidad y el número de incidentes.
El primer ministro francés, François Fillon, aseguró hoy que ese despliegue excepcional seguirá mientras haga falta.
Las autoridades esperan evitar así un nuevo estallido de violencia, como el que se registró en cientos de barrios conflictivos del país en 2005, pero que esta vez podía ser peor, ya que los alborotadores disparan con armas de fuego contra la Policía.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que regresó hoy a París tras una visita oficial a China, aseguró que los que disparan contra los policías serán encontrados y juzgados por el Tribunal de lo Criminal por intento de asesinato.
Junto a ese mensaje de firmeza hacia los violentos, hizo un gesto para apaciguar la tensión al anunciar, como quería la familia de los dos muchachos muertos, la apertura de una instrucción judicial sobre las circunstancias del accidente de tráfico.
La Justicia inició hoy la instrucción del sumario por homicidios involuntarios y otra investigación por intento de homicidio por los disparos contra dos policías.
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