Dos atentados causaron el lunes la muerte de 10 personas en Irak, lo que llevó a 19 el total de fallecidos en el país en diferentes ataques.

En uno de los atentados, un suicida vestido de policía mató a seis personas e hirió a otras 18 cuando detonó un chaleco de explosivos en la entrada de una mezquita chií en Baquba, 65 kilómetros al noroeste de Bagdad, dijo la policía.

El ataque tuvo lugar cuando la gente se reunía para acudir al sermón que tiene lugar al anochecer, cuando se puede romper el ayuno del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes. Algunos de los muertos eran policías.

Baquba es la capital de Diyala, una provincia con mezcla de grupos religiosos y étnicos donde se han producido numerosos atentados suicidas y otro tipo de ataques mientras la violencia disminuía en el resto del país.

En otro atentado, una bomba en un minibús en el sur de Irak causó la muerte de cuatro pasajeros e hirió a otros ocho. El vehículo explotó en las afueras de la ciudad santa chií de Kerbala, 80 km al sur de Bagdad, según la policía.

Además, nueve personas murieron en un atentado suicida en la provincia de Anbar, en el oeste del país, cuando un suicida estrelló un coche lleno de explosivos contra un puesto de control de la policía justo en las afueras de la ciudad de Ramadi. Al menos 13 personas más resultaron heridas.

La violencia ha caído notablemente en Irak desde los niveles más altos de violencia sectaria desatada tras la invasión dirigida por Estados Unidos en marzo de 2003, pero una serie de atentados recientes, incluyendo un doble atentado con camión bomba que mató a casi 100 personas en Bagdad, han aumentado las dudas sobre si las fuerzas de seguridad iraquíes podrán frenar la violencia renovada mientras se retiran las tropas estadounidenses.