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China y Corea del Norte muestran los dientes a EEUU y ponen 2023 al rojo vivo en Extremo Oriente

Las dos potencias del nordeste asiático flexionan su músculo militar ante los movimientos estadounidenses en el Pacífico.

Imagen de Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, durante una prueba militar hace pocos días.
Imagen de Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, durante una prueba militar hace pocos días. KCNA / Europa Press

En la recta final del año, la tensión se ha disparado en Extremo Oriente con unas importantes maniobras militares chinas que desafían las nuevas ayudas de Estados Unidos a Taiwán y con la incursión de drones norcoreanos en el espacio aéreo de Corea del Sur, que ha respondido con disparos de sus cazas y helicópteros de combate a tan inusitada intrusión.

Las aguas del Mar de China y del sur de Japón se han convertido en los últimos meses en un hervidero de maniobras militares para Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, por una parte, y China y Rusia por otra, con Corea del Norte lanzando sin denuedo misiles que sobrevuelan todo este territorio.

El apoyo de Washington a la isla de Taiwán y la rivalidad entre China y EEUU marcará la agenda de la región en 2023

Cuando la guerra de Ucrania cumple diez meses y Estados Unidos reafirma su compromiso inalienable con Kíev, con más armas y dinero, esta nueva escalada militar en Extremo Oriente recuerda otros conflictos en los que Washington es también el protagonista principal. La rivalidad entre China y Estados Unidos por la hegemonía en la cuenca de Asia Pacífico y el apoyo de Washington a la isla de Taiwán marcarán la agenda de seguridad en la región en 2023. Pero tampoco hay que olvidar la creciente agresividad del régimen norcoreano, hipersensible a cualquier presión estadounidense.

La creciente capacidad nuclear militar tanto de Pekín como de Pyongyang, que estaría a punto de realizar su séptimo ensayo atómico, completan la incertidumbre con la que afronta el nuevo año el nordeste de Asia. Las maniobras militares chinas del domingo (las segundas en menos de una semana) en las cercanías de Taiwán y los drones norcoreanos que han violado el espacio aéreo de Corea del Sur este lunes, aún difícilmente justificables, son el eco de los nuevos pasos dados por Washington para reafirmar su presencia en una región prioritaria en su agenda económica y de seguridad globales.

Maniobras militares chinas contra el dinero de EEUU

En este caso, los últimos ejercicios militares chinos, con 71 aviones de guerra y reconocimiento involucrados, han sido la respuesta a la ley firmada por el presidente estadounidense, Joe Biden, para incrementar la asistencia militar en materia de seguridad al Gobierno de Taipéi. Casi medio centenar de esas aeronaves cruzaron la línea mediana que divide el estrecho de Taiwán, ya en la zona de defensa taiwanesa, en lo que se consolida como la mayor incursión china de los últimos meses en un área especialmente sensible. En las maniobras participaron los aviones de combate Su-30, de origen ruso, y los cazas Chengdu J-10, así como drones militares y otras aeronaves de guerra y reconocimiento.

Taiwán puso en alerta sus patrullas aéreas y sus buques de guerra ante las maniobras sino-rusas

Taiwán puso en alerta sus patrullas aéreas, sus buques de guerra y sus sistemas terrestres de misiles. Las fuerzas armadas taiwanesas ya habían sufrido dos días antes un nuevo sobresalto con otras maniobras sino-rusas, esta vez navales, que se acercaron también a las costas de Japón junto a Corea del Sur, el mayor aliado de Estados Unidos en la región.

Biden promulgó el viernes el presupuesto de Defensa para su país (dentro de la nueva Ley de Autorización de Defensa Nacional), que asciende a 858.000 millones de dólares y autoriza una partida de 10.000 millones para la asistencia de seguridad a Taiwán en cinco años, incluida la adquisición de armas por vía rápida para este país cuya soberanía reclama China. Inmediatamente, Pekín calificó esta decisión como un paso que "pone en grave peligro la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán".

Xi Jinping, presidente de China, saluda a Joe Biden, presidente de EEUU, en la cumbre del G20 en Indonesia.
Xi Jinping, presidente de China, saluda a Joe Biden, presidente de EEUU, en la cumbre del G20 en Indonesia. Adam Schultz / Europa Press
Estados Unidos se ha comprometido a defender Taiwán en caso de que Pekín intente recuperarla

Aunque Estados Unidos reconoce sobre el papel la soberanía china en esa isla, Washington se ha convertido en el garante de facto de la independencia taiwanesa y se ha comprometido a defenderla en caso de que Pekín intente recuperar Taiwán por la fuerza. En el XX Congreso del Partido Comunista Chino, el secretario general de este máximo órgano de poder y presidente del país, Xi Jinping, volvió a reiterar que uno de sus objetivos es la reunificación de China, por todos los medios posibles.

2022, el año que disparó la tensión en Taiwán

A lo largo de 2022 la tensión entre Washington y Pekín creció en torno a Taiwán y tuvo un pico con la visita en agosto a la isla de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los EEUU. Aunque la cumbre entre Biden y Xi Jinping celebrada en Bali el pasado mes de noviembre llevó a una cierta conciliación de las posturas, esta decisión de la Casa Blanca de reforzar su alianza militar con Taipéi con más asistencia militar ha terminado por desbaratar un inestable idilio.

El Pentágono ha indicado en diversas ocasiones que China podría intentar una invasión de Taiwán antes de 2027, incluso este próximo año, según adelantó el jefe de Operaciones Navales de EEUU, Mike Gilday. El propio Gobierno de Taipéi acaba de aumentar el período de servicio obligatorio en el Ejército de cuatro meses a un año y la incertidumbre es evidente también en los países limítrofes, como Japón o Corea del Sur.

Japón se rearma, pese a su Constitución pacifista

Los ejercicios navales chinos son frecuentes en las aguas cercanas a las islas Senkaku (en manos niponas, pero que reclama China) y ésta es una de las razones de la renovada apuesta del Gobierno de Tokio para mejorar su defensa militar. Japón no dispone de Ejército propio desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero solo aparentemente. Las llamadas Fuerzas de Autodefensa de Japón son un auténtico dispositivo militar, a pesar de ciertas limitaciones.

Japón no dispone de Ejército propio, pero ha aumentado significativamente su gasto en armamento para 2023

De hecho, Tokio reveló este mes un nuevo plan de seguridad nacional a cinco años para doblar el gasto en Defensa, en el mayor dispendio armamentístico nipón desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que este paso signifique desviarse significativamente de su Constitución pacifista. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, indicó que se destinarán 296.000 millones de euros a la compra de misiles capaces de alcanzar objetivos en China y Corea del Norte, y otros armamentos.

Imagen de archivo del primer ministro japonés, Fumio Kishida.
Imagen de archivo del primer ministro japonés, Fumio Kishida. ZUMA Press Wire / Europa Press

Se trataría de aumentar el gasto público japonés en Defensa hasta el 2% del PIB, es decir, el mismo porcentaje acordado entre los países miembros de la OTAN. La gran aliada occidental de Japón invitó en junio pasado a Tokio a participar en su cumbre de Madrid, donde se presentó la nueva estrategia militar de esta Alianza liderada por Estados Unidos. Uno de los adversarios definidos por ese nuevo concepto militar fue, precisamente, China.

Corea del Norte, drones y misiles para asustar a los demás

En este ámbito, sin embargo, quien más preocupa es Corea del Norte, otra de las razones de Japón y sobre todo de Corea del Sur para apoyarse en Estados Unidos y reforzar sus dispendios armamentísticos. El régimen de Kim Jong-un protagonizó durante 2022 una escalada en sus pruebas de misiles de crucero y balísticos, incluidos aquellos proyectiles intercontinentales capaces de portar varias ojivas nucleares e impactar en territorio estadounidense.

Los drones norcoreanos entran a Corea del Sur diariamente para recabar datos e información

A estas pruebas se une de nuevo el desafío de los drones norcoreanos entrando en territorio del Sur, tomando y transmitiendo a Corea del Norte todo tipo de información a plena luz del día, esquivando la respuesta de la fuerza aérea surcoreana y regresando a territorio norteño con una desfachatez increíble. Este lunes tuvo lugar la última de estas incursiones de drones enviados por el régimen de Pyongyang. Ya se habían detectado este tipo de aparatos enviados por el norte en 2014 y 2017, pero esta última entrada de tales aparatos se produce en un momento de máxima tensión. Corea del Norte prepara su séptima prueba militar nuclear y sigue realizando ensayos de misiles a un ritmo desconocido en los últimos años.

Los cinco drones norcoreanos fueron detectados en la provincia de Gyeonggi, Corea del Sur, y uno de ellos llegó a sobrevolar el norte de Seúl. Naves de combate surcoreanas despegaron para tratar de localizar y derribar a los drones, pero esta cacería terminó infructuosamente y con el accidente de un avión de combate surcoreano, que se estrelló por causas desconocidas al este de la capital.

A lo largo de 2022, Corea del Norte realizó ensayos de misiles hasta en 36 jornadas, el número más alto de este tipo de pruebas desde que Kim Jong-un llegó al poder en 2012. El pasado viernes, por no ir más allá, el ejército norcoreano disparó dos misiles balísticos de corto alcance. En octubre, fue disparado un misil balístico de rango intermedio que, por primera vez en cinco años, cruzó sobre territorio japonés y causó el pánico como pocas veces había ocurrido antes.

Las "provocaciones" norcoreanas tienen sus motivos

Ni la provocación norcoreana con drones del lunes ni los misiles lanzados el viernes son una casualidad y responden a un cambio de humor de Kim Jong-un. Cuatro días antes, el Ministerio de Defensa de Corea del Sur anunciaba que su país y Estados Unidos estudian la realización en 2023 de unas maniobras conjuntas a gran escala y con fuego real para conmemorar el septuagésimo aniversario de la alianza militar entre Seúl y Washington.

Las acciones norcoreanas también replicaban al despliegue hace una semana de varios bombarderos estratégicos B-52 y aviones "invisibles" F-22 en otras maniobras conjuntas estadounidenses y surcoreanas de "carácter disuasorio". China y Rusia respondieron a estas maniobras con sus propios ejercicios militares navales, con fuego real de misiles y artillería. Lo curioso es que estas maniobras sino-rusas "con fuego real de misiles" se producen justo cuando los servicios de inteligencia occidentales arrecian en sus informaciones sobre la supuesta carencia rusa de este tipo de proyectiles en el frente de Ucrania.

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