La Global Sumud Flotilla, misión humanitaria que navega rumbo a Gaza con el objetivo de romper el bloqueo israelí, ha sufrido un ataque a gran escala durante la madrugada de este miércoles, 24 de septiembre, mientras el grupo principal de la expedición navegaba en aguas del sur de Creta, Grecia.

Al menos diez embarcaciones fueron alcanzadas por proyectiles y sustancias químicas lanzadas por drones. Dos de los barcos, los veleros Zefiro y Taigete, presentan daños significativos en sus mástiles, mientras que otras dos embarcaciones fueron rociadas con químicos que provocaron heridas leves en algunos tripulantes.

Los ataques se prolongaron hasta las 04:36 de la madrugada y, según los organizadores, responden a un patrón de "guerra psicológica" destinado a desestabilizar a la tripulación y provocar privación de sueño. Pese a la intensidad de la ofensiva, ni las sustancias químicas arrojadas ni el uso de drones han causado víctimas mortales, aunque sí daños materiales y heridas menores en algunos tripulantes.

Una noche de hostigamiento aéreo

El hostigamiento comenzó pasadas las 23:00 hora local, cuando varios drones de vigilancia —habituales en las noches anteriores— empezaron a sobrevolar la expedición. Sin embargo, en esta ocasión una quincena de aparatos realizó vuelos a baja altura, perceptibles por el zumbido de sus hélices y el parpadeo de sus luces.

Además, la expedición sufrió interferencias en su sistema de radio VHF. Hacia las 00:30, el canal de comunicaciones de la Flotilla fue bloqueado con ruido y fragmentos de canciones del grupo pop sueco ABBA, la primera en sonar fue Mamma Mia. "Mi primera sensación tras escuchar la canción fue de risa, pensábamos que tenía que ser una broma de mal gusto de alguno de los barcos, que estaban poniendo 'Mamma Mia' porque estábamos en Grecia. Pero cuando vimos que el canal seguía ocupado y no acababa la transmisión supimos que era un ataque para interferir nuestras comunicaciones" señala Adriá Plazas, dirigente de la CUP en Catalunya a bordo de la Flotilla.

El incidente, según la organización, tuvo como objetivo desorientar y aislar a los barcos en plena noche de ataques. Durante toda la madrugada capitanes y tripulación pasaron a canales de radio alternativos y a comunicarse vía Signal, una potente aplicación de mensajería con grandes medidas de seguridad. 

A las 00:45 estalló el primer ataque: una bomba aturdidora impactó contra el velero Ohwayla. Minutos después, el Yulara fue alcanzado por un artefacto químico que liberó una sustancia irritante antes de caer al mar. En rápida sucesión, el Otaria, el Maria Cristina, el Selvaggia, el Morgana y el Zefiro se convirtieron también en objetivo de proyectiles similares, en su mayoría flashbangs —bombas sónicas o aturdidoras— que explotaron a escasos metros de cubierta. La Flotilla había activado sus protocolos antidrones antes del primer impacto.

En el caso del Zefiro y el Taigete, los daños en los mástiles han sido confirmados y a esta hora se está estudiando la navegabilidad de ambas embarcaciones.

Relacionado con este tema

La Flotilla denuncia varios ataques con drones y cortes de comunicación en su travesía hacia Gaza

Néstor Prieto Amador

Los ataques parecen responder a un patrón: los drones han fijado su objetivo en pequeños veleros que avanzaban con las velas desplegadas. "Están atacando a nuestras embarcaciones más frágiles para generar miedo", denunció Thiago Ávila, organizador brasileño de la Flotilla. Según los tripulantes, las explosiones buscaban dañar mástiles y velas para impedir que estas naves pudieran seguir navegando.

Los ataques se repitieron con una cadencia de 15 a 30 minutos hasta las 04:36 de la madrugada, cuando una última detonación alcanzó el centro de la Flotilla. Parte de los drones operaban con luces visibles; otros, en cambio, mantenían los sistemas apagados para no ser detectados. Los organizadores sospechan que en algunos casos se utilizó sulfuro u otra sustancia química irritante.

Francisco Rodríguez Martínez, "Curro", patrón de 31 años natural de Alacant, resume la respuesta de la tripulación: "Desde la Flotilla entendemos que esto es parte de una estrategia de guerra psicológica que busca desestabilizarnos y crear pánico. Tenemos nuestros protocolos, sabemos cómo actuar y esto no nos parará. Seguimos con toda la determinación de llegar a Gaza".

Curro advierte además que los asaltos nocturnos probablemente se repetirán. "Creemos que, a partir de ahora, todas las noches serán parecidas; esto va a ser la tónica hasta que nos acerquemos a Gaza", afirma, y hace un llamamiento a la movilización: "Llamamos a la movilización frente a estos ataques y frente a la violencia contra Gaza. Esta misión tiene por objetivo romper el bloqueo humanitario, y un ataque contra esta misión es un ataque contra el pueblo palestino. No podemos perder el foco de lo que está ocurriendo en Gaza".

Los organizadores sostienen que la sucesión de incursiones persigue generar nerviosismo y privación del sueño entre los participantes. Señalan también que el uso de munición no letal y de sustancias irritantes en los ataques muestra una intención clara de desincentivar la misión y desgastar a sus tripulaciones, pero insisten en que los protocolos de seguridad y las guardias nocturnas se han reforzado para mantener la travesía.

Relacionado con este tema

El decreto de embargo de armas a Israel incluye una excepción para preservar "intereses generales nacionales"

Miguel Muñoz

Una misión bajo presión creciente

En el momento del ataque, el grupo principal de la misión —compuesto por 38 de los 51 barcos que integran la Flotilla— navegaba a unas 500 millas náuticas de Gaza. Según sus cálculos, podrían llegar en seis o siete días, aunque antes deberán atravesar la denominada "zona roja", un área de alto riesgo situada a unas 200 millas de la costa palestina. En esa franja, según la experiencia de flotillas anteriores, suele actuar la Marina israelí.

En un comunicado difundido tras los hechos, la Global Sumud Flotilla exigió una respuesta inmediata de la comunidad internacional: "Exigimos que todos los Estados miembros de la ONU —y en particular aquellos cuyos nacionales se encuentran a bordo de las embarcaciones de la Global Sumud Flotilla— garanticen y faciliten de inmediato una protección efectiva, incluyendo escolta marítima, observadores diplomáticos acreditados y una presencia estatal protectora visible, de modo que la Flotilla pueda avanzar con seguridad, la misión continúe sin impedimentos y la ley prevalezca sobre los actos de aniquilación".

El documento, difundido en plena 80ª Asamblea General de Naciones Unidas, insta a los Estados miembros a incluir los ataques a la Flotilla en la agenda del organismo y aprobar una resolución que condene lo ocurrido. "Esto se suma a una campaña sostenida de intimidación y desinformación por parte de Israel, destinada a desacreditar y poner en peligro a los más de 500 civiles desarmados que viajan en la Flotilla intentando entregar alimentos y suministros médicos a Gaza para contribuir al fin del bloqueo ilegal impuesto por Israel", añade el comunicado, que denuncia un intento sistemático de desacreditar y poner en riesgo a los participantes de la misión.