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Italia El M5E debate qué rumbo seguir: Grillo versus Di Maio

¿Seguir 'anti establishment' en solitario y perder el poder ó aliarse con el centro izquierda, de forma sólida, para impedir que el nacionalista Salvini llegue al poder? Es la gran encrucijada del Movimiento 5 Estrellas cuyo jefe, Luigi Di Maio, no tiene suficiente liderazgo para decidir y no consigue gobernar a los suyos. Por eso el fundador de la formación, el cómico Beppe Grillo, está está tomando las riendas para desbloquear la situación.

El fundador del partido Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo y Luigi Di Maio durante un acto electoral celebrado en Roma, Italia, el 2 de marzo del 2018. EFE/Ettore Ferrari

Al final tuvo que personarse el mismísimo Beppe Grillo en Roma para resolver, una vez más, la situación del partido que fundó hace ya una década. Y eso que el actual líder oficial del Movimiento 5 Estrellas (M5), Luigi Di Maio, es el jefe de la diplomacia italiana en cuanto ministro de Exteriores. Pero también en esta ocasión, los grillinos están demostrando que tienen seria dificultad para escoger y conservar un determinado liderazgo en el tiempo, de forma duradera, sin acudir a su fundador. 

Atendiendo a las informaciones de los últimos días de la prensa italiana, Luigi Di Maio, de facto, no consigue gobernar a los suyos. Y sólo Grillo puede desbloquear la situación, por eso este fin de semana ha confirmado, en Roma, que "no se debe sustituir a Di Maio por ninguna razón, al contrario, porque es necesario un referente". El M5E, en los próximos días, va a estar patas arriba hasta que haya una nueva directiva y estrategia. Di Maio no tiene suficiente liderazgo.

"Hay una absurda o deseada ambigüedad que nos está llevando a un suicidio político", explica la parlamentaria grillina Dalida Nesci, tal como recoge el conocido periódico italiano Corriere della Sera. "Hay dos líneas políticas dictadas por dos jefes, Grillo y Di Maio. El primero habla de proyectos altos con la izquierda, el segundo cambió de idea el día después de la derrota en Umbría", comenta Nesci en referencia a la última gran victoria de Salvini en unas elecciones regionales. Y añade: "Mientras tanto, siguen afirmando de estar de acuerdo acerca de todo".

Los ministros grillinos que componen el Gobierno de Conte están "cada vez más distantes de Di Maio"

Según informa el propio Corriere, los ministros grillinos que componen el Gobierno italiano de Giuseppe Conte están "cada vez más distantes de Di Maio" y le estarían haciendo "presiones" para que la alianza con el socialista Partido Democrático (PD) de Nicola Zinagretti para que ésta sea, antes o después, estructural. Algo que Di Maio no quiere hacer: "Si vamos hacia el PD, habrá una hemorragia de senadores hacia Salvini".

Si Di Maio no acepta una alianza duradera con el PD, será por cabezonería, dado que la mayoría estaría a favor, entre ellos el propio Grillo. Si la acepta, será un tapaboca tan grande desde el punto de vista político que su liderazgo se verá nuevamente mermado. Por eso, para escurrirse de encima tal decisión, Di Maio apela nuevamente a la plataforma Rousseau, el sistema electrónico de votación interna del Movimiento 5 Estrellas. Así pues, da igual lo que haga: el líder oficial del M5E caerá inevitablemente en una contradicción.

Una auténtica encrucijada. El Movimiento 5 Estrellas, la formación que nació contra los provilegios del establishment italiano, no sabe qué partido quiere ser en el futuro. El presente está claro: "No somos ni de izquierda ni de derecha", tal como recuerda a diario Di Maio en sus comparecencias. Hasta ahora se ha pretendido todo a la vez: ser anti establishment y gobernar con el PD de Zingaretti, rechazar a la izquierda y crear un Ejecutivo con ella, mantener la esencia de los principios y adaptarse al palazzo, hacer a Salvini ministro del Interior y luego crear un Gobierno contra él, defender algo de soberanismo y tranquilizar a la UE, apostar por las coaliciones pero aspirando a caminar en solitario. Como suelen decir los italianos en estos casos: "Tutto e il contrario di tutto".

Los grillinos no tienen más que dos opciones: ¿Ir para siempre en solitario y perder el poder o aliarse con la izquierda contra Salvini? Este debate está creando una gran fractura en el seno de un partido que, no obstante tenga la mayor representación parlamentaria (32%), en un año y medio se ha convertido en la tercera formación del país según los últimos sondeos (16%).

El Movimiento 5 Estrellas no sabe qué partido quiere ser en el futuro

La primera opción, permanecer en la ambigüedad ideológica y no favorecer nunca más ningún partido tradicional –tal como ha venido haciendo en los últimos 18 meses, antes con la soberanista Liga de Matteo Salvini en junio de 2018 y después con los socialistas del Partido Democrático (PD) en septiembre de 2019–; conllevará una gran dosis de paciencia y catarsis.

La segunda opción, la actual, es la de vincularse a la izquierda y sumar fuerzas para impedir, de forma prolongada, el ascenso definitivo de los leguistas de Salvini. Esta opción mantendría a los grillinos en el poder y dejarían a Italia, de modo estable, en la órbita de los países europeístas sin crear inquietud en Bruselas.  

El ex ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, quien no da puntada sin hilo, quiere aprovecharse de la situación para ganarse parte del electorado del Movimiento 5 Estrellas, más anti establishment que anti Salvini: "Se trata de la última traición hacia el pueblo grillino", explica Salvini en relación al encuentro Grillo-Di Maio de este fin de semana. Y añade: "El M5E quería el cambio y ahora se encuentra en un abrazo mortal con el PD, lo cual va contra su historia. Nuestras puertas están abiertas".  

Lo cierto es que Grillo ha tenido un papel muy destacado en los últimos días también para que no cayera el actual Gobierno de Conte. Al igual que en agosto dio su visto bueno para una alianza con el PD; este fin de semana, según el diario transalpino La Repubblica, Grillo y Zingaretti ha vuelto a hablar para retomar las conversaciones como socios. En este delicado proceso, Beppe Grillo ha tratado de ser discreto acerca de este contacto con el líder del PD para no menospreciar a Di Maio. Pero lo cierto es que el liderazgo oficial de éste se encuentra en crisis, de modo que el fundador del M5E ha tenido que intervenir tanto a favor de Di Maio, para garantizar una continuidad a su partido; como a favor del PD de Zingaretti, para garantizar una continuidad del Gobierno transalpino. Si las conversaciones no fluyen entre M5E y PD, en cuanto socios de Ejecutivo que son; Salvini presidirá Palazzo Chigi.  

La Liga del soberanista Matteo Salvini se colocaría como principal partido del país, según las encuestas

Atendiendo a las ultimas encuestas, la Liga del soberanista Matteo Salvini se colocaría como principal partido del país, con el 33% de los votos. Le sigue muy por detrás el socialista Partido Democrático (PD) de Nicola Zingaretti con algo más del 19%, seguido del Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio, socio mayoritario del actual Ejecutivo de Giuseppe Conte, formación que está perdiendo cada vez más fuerza al presentar el 16% de las preferencias. Como cuarto partido del país se consolida Hermanos de Italia (HI) de la soberanista Giorgia Meloni con el 9%, seguida por el modesto 7% de Forza Italia (FI), el partido del magnate y ex premier Silvio Berlusconi, en evidente decadencia política. El partido del también ex presidente del Gobierno Matteo Renzi, Italia Viva (IV), resultado de una escisión del PD, reúne por el momento tan sólo el 5% de los votos según la última media de sondeos. En términos de coaliciones, el bloque de los soberanistas lograría el 49% de las preferencias, 7% más que el bloque de centro izquierda.

El actual Gobierno de Giuseppe Conte es el resultado de una coalición anti Salvini que reúne al principal socio de la misma, el Movimiento 5 Estrellas (M5E), al socialista Partido Democrático (PD), al ex premier Matteo Renzi y otro partido de izquierda, Libres e Iguales. Prácticamente todas las semanas la prensa del país desconfía de la duración de un Ejecutivo que se mantiene en pie, por el momento, sólo para alejar la posibilidad de que el leguista Matteo Salvini se convierta en el próximo primer ministro italiano. Mientras tanto, los principales partidos del Gobierno se reprochan los unos a los otros las prioridades propias, sin poner sobre la mesa las del país, ofreciendo así una imagen de discordia generalizada. Un hecho que los italianos lamentan tanto en los medios de comunicación, como en la calle.

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