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Una antigua agenda del expolicía Amedo, condenado por los GAL, podría ser clave para resolver el último crimen de la guerra sucia

El listado da una nueva pista para esclarecer el caso de García Goena. La información se publica en un podcast que narra la historia desde tres vértices: victimarios, víctimas y el periodista que estuvo amenazado tanto por ETA como los GAL.

El expolicía José Amedo en una foto de archivo.
El expolicía José Amedo en una foto de archivo.

José Amedo, antiguo policía nacional condenado a 108 años de prisión por estar inmerso en la guerra sucia contra ETA, encontró su agenda de mesa en la última mudanza que realizó, en 2020. Antonio Rubio, periodista de investigación que llegó a estar amenazado tanto por la banda terrorista de Euskadi como los GAL, se hizo con dicha agenda, en la que encontró un nombre clave: Patxi, un fotógrafo de Hendaya, junto a tres números de teléfono. El listado que en su día utilizó Amedo, ahora en poder de Rubio, guarda todas las referencias de policías franceses, altos cargos, mercenarios y confidentes de la Policía Nacional en los tiempos de la guerra sucia de los GAL. En este caso, el nombre de Patxi retrotrae los acontecimientos al 24 de julio de 1987, la fecha del último asesinado por los GAL.

Juan Carlos García Goena, un objetor de conciencia sin relación ETA, fue asesinado por una bomba colocada en su coche. Él es el nombre propio del último crimen, por ahora sin culpables, cometido por la banda terrorista financiada con los fondos reservados mientras Felipe González atravesaba su primera legislatura. En palabras de Rubio, "lo que demuestra la agenda es la relación entre Amedo, una de las principales piezas de los GAL, con todas las personas que aparecen ahí". Así pues, se comprueba que Patxi fue colaborador del subcomisario de la Policía al aparecer en su agenda, con sus respectivos números de teléfonos profesionales y personales, escrita de su puño y letra, como atestiguaría una prueba de datación de documentos y grafológica.

Esta prueba que podría ser tenida en consideración por la Audiencia Nacional para reabrir el caso, pues 34 años después se desconocen los autores materiales e intelectuales del atentado, sale a la luz en el séptimo capítulo de la serie de podcast GAL: El Triángulo, en el que se reúnen tres piezas claves de un tablero aún demasiado roto. Por un lado, el propio Amedo, condenado en 1991 por la Audiencia Nacional a más de 108 años de prisión por ser delitos de asesinato frustrado, lesiones, asociación ilícita y falsificación. Siete años más tarde volvió a ser condenado por el Tribunal Supremo a más de nueve años de prisión por su implicación en el conocido como caso Marey, siendo culpable de delitos de secuestro y malversación de caudales públicos. Rubio, el periodista amenazado por terroristas de ambos bandos, es el hilo conductor del podcast, en el que también participa Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala, secuestrado en 1983 por los GAL y posteriormente torturado y asesinado.

Titulado como las proféticas palabras que Rubio le dijo a Amedo la primera vez que se cruzó con él, "te van a dejar tirado", esta entrega del podcast  ahonda aún más en el crimen cometido y jamás reivindicado contra un hombre inocente. Rubio, para explicarlo, se retrotrae a finales de 2010: "Amedo, en un encuentro con Laura Martín, la viuda de García Goena, en el hotel Ercilla de Bilbao, se comprometió con ella a esclarecer el atentado y ayudarla en todo lo que pudiera. Más tarde, una fuente oculta tras unas gafas oscuras y una gorra que afirma haber estado relacionado con los GAL nos entrega un sobre con dos fotos". La instantánea impresa en color reflejaba a la pareja vasca junto a su hija Maider. La fuente anónima les asegura que las dos son del mismo fotógrafo, realizadas en una tienda, en Hendaya. Cuando Martín ve la fotografía se percata de lo que está pasando, pues ella conserva una similar, casi idéntica.

Mismo lugar, mismo objetivo y un solo fotógrafo. Todo parecía indicar que Patxi realizó como mínimo dos disparos con su cámara y se guardó una de las instantáneas que, finalmente, terminó en poder de alguien ligado a los GAL. La otra foto, en blanco y negro, que entrega el informante anónimo correspondía al vehículo de López de Abetxucko, un Renault 18, que fue jefe de seguridad de ETA y que sufrió un atentado de los GAL en febrero de 1986.

Otro caso sin resolver

Ya en los tribunales, y una vez reabierto el caso en 2012 tras un reportaje publicado por el propio Rubio en El Mundo Patxi niega recordar aquel momento en un careo con la viuda de García Goena. Amedo, por su parte, tiene su teoría: "Pienso que Patxi trabajaba como informador de la Guardia Civil y se ofreció a nosotros por si pagábamos más", comenta en el podcast. En declaraciones a Público, el que fuera condenado por su implicación en los GAL admite no recordar por qué ese nombre está en el listado: "Sería uno de mis múltiples informadores porque yo era el agente que más contactos tenía en el sur de Francia cuando ETA se instaló allí". "Aunque quedan pendientes una serie de identificaciones que no se han llevado a cabo, archivaron el caso sin haber localizado a dos personas importantes en el mismo", agrega el periodista a este medio.

Amedo: "Pienso que Patxi trabajaba como informador de la Guardia Civil y se ofreció a nosotros por si pagábamos más"

Esta gota de sangre es la última que se vertió sobre un vaso que hasta ahora es más opaco que transparente, un vaso del que bebían todas las instancias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y la inteligencia, del Estado. "El GAL azul, el de la Policía Nacional, estaba ubicado en Bilbao. El Gobierno de Felipe González pretendía que las investigaciones periodísticas se quedaran solo ahí, pero en 1986 mi socio periodístico Manuel Cerdán y yo publicamos en Interviú, a través de un guardia civil destinado en Intxaurrondo, que también existía un GAL verde, en este caso centrado en el cuartel de San Sebastián. Con el tiempo llegamos a un tercer GAL, el marrón, conformado por el antiguo CESID, el actual Centro Nacional de Inteligencia (CNI). A través de una serie de documentos del CESID logramos demostrar que la planificación y estrategia de la idea de la banda terrorista que lucharía contra ETA nace aquí, del GAL marrón", se explaya el periodista.

Unos GAL para contentar a los militares

La serie documental de Podimo, producida por El cañonazo y The Facto, aborda una de las páginas con más incógnitas de la historia de la España moderna. Diferentes sentencias judiciales confirmaron la implicación directa en los GAL de, entre otros, José Barrionuevo, ministro de Interior; Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, Julián Sancristóbal, Gobernador civil de Vizcaya, Enrique Rodríguez Galindo, general de la Guardia Civil y Ricardo García Damborenea, secretario general del PSOE en Bizkaia. Amedo fue otro de los implicados, y así narra el inicio de los GAL: "Lo que queríamos era llevar a Francia lo que pasaba en España. Allí se reunían los etarras, se instruían, compraban armamento, cobraban el impuesto revolucionario, de todo. Vivían como querían con el beneplácito del Gobierno francés. Pretendimos que aquella zona, dedicada casi en exclusiva al turismo europeo, también fuera golpeada igual que ETA lo hacía en España, para llevarles el problema y que colaboraran con las autoridades españolas".

"Los GAL no se crearon para acabar con ETA a tiros, eso no estaba previsto ni era posible", explica Amedo

Amedo, a quien ETA intentó matar hasta en siete ocasiones, tal y como afirma él mismo, añade: "Los GAL surgen de una decisión tomada por el Gobierno socialista por el descontento de los militares, tiempo después de haberse producido el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. No se crearon para acabar con ETA a tiros, eso no estaba previsto ni era posible, no tenía sentido, sino llevar el miedo al santuario de ETA [sur de Francia] para crear crispación en la zona". No fue hasta 1986, con la proclamación como primer ministro francés de Jacques René Chirac, cuando las autoridades del país galo empezaron a cooperar con las españolas.

Las víctimas no saben la verdad

Zabala también participa en el podcast disponible en Podimo y al que le falta un solo capítulo para completar la serie. Sabedora en primera persona de lo que supuso la guerra sucia emprendida por el Gobierno socialista en aquellos años, agrega que la actividad de los GAL no se enmarca entre 1983 y 1987 como se suele hacer creer, y así lo explica: "Yo la prolongo hasta 1995, cuando son identificados los rostros óseos de mi hermano José Ignacio Zabala y José Antonio Lasa, asesinados por miembros de la Guardia Civil".

Zabala critica que no "se conozca aún toda la verdad" los GAL

Asimismo, la actual odontóloga y profesora, recuerda que "la banda terrorista GAL fue el único caso en Europa de terrorismo de Estado en el que ha sido juzgada y condenada toda la cúpula del Ministerio del Interior de un Gobierno en una época democrática, en este caso bajo la presidencia de Felipe González". Ella misma menciona que uno de los grandes estragos para que no se conozca aún toda la verdad ni los culpables de las decenas de asesinatos sin resolver de los GAL es la Ley de Secretos Oficiales, que data de 1968, "una ley franquista, anticonstitucional, y que por supuesto no se adapta a los estándares internacionales ni respeta los tratados de Derechos Humanos que el Estado español ha ratificado pero no cumple", en sus propios términos.

Por su parte, Zabala ha participado de lo denominado como justicia restaurativa. Desde hace años se han venido sucediendo algunos encuentros entre ella y Amedo, quien salió en libertad condicional en el año 2000: "Cuando me lo propusieron, la primera reacción no fue muy grata. Él era la persona causante del dolor en mi familia, pero el jesuita al que se confesaba también es amigo mío. Me dijo del recorrido que había emprendido, la transformación que estaba experimentando y accedí a vernos", explica. En este sentido, le gustaría que hubiera más personas como Amedo, responsables a diferente escala en la organización de los GAL que tuvieran esa valentía, sabiduría e inteligencia emocional para darse cuenta del error que cometieron, parafraseando a la hermana de José Ignacio Zabala.

Tres vértices para una historia

El podcast comandado por Rubio, de esta forma, aporta algo más de luces sobre unas sombras que nunca debieron existir y que aún continúan inmersas en la más profunda oscuridad. "Quería hacer un triángulo entre los victimarios, las víctimas y yo como periodista que ha investigado a los GAL desde el principio". De este modo, cuenta lo ocurrido valiéndose de un elemento narrativo diferente, que es El Triángulo: por una parte los que estuvieron del lado de la guerra sucia de los GAL, por otra, los que la sufrieron, y por último, la visión del que ha investigado los dos lados, parafraseando al periodista de investigación.

Rubio: "Hay que recuperar la memoria histórica"

Así llega esta historia a los oídos de los oyentes, como si fuera el reverso de la película recién estrenada Maixabel, viuda de Juan María Jaúregui, asesinado por ETA en el año 2000 y que termina entrevistándose con uno de los asesinos de su marido en la cárcel de Nanclares de la Oca, en Álava. Rubio concluye: "Tenemos que conocer la historia de España, sobre todo la juventud, porque no podemos pasar páginas en blanco. Hay que recuperar la memoria histórica, investigar todos los atentados de ETA que siguen sin culpables, pero también los de los GAL".

Rubio quiere destacar que el podcast GAL: El Triángulo ha estado formado por un excelente equipo de periodistas y técnicos formado, entre otros, por Tomás Ocaña, José Bautista, David Barreiro y David Ávila.

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