Las divisiones que los partidos del Gobierno mostraron la pasada semana a raíz de la ley de libertad sexual han provocado unidad de acción en el Congreso de las formaciones de la derecha. El PP, Vox y Ciudadanos no dejarán escapar la oportunidad de ahondar en las primeras discrepancias entre el PSOE y Unidas Podemos y para ello utilizarán la sesión de control al Ejecutivo que se celebrará este miércoles en la Cámara Baja.

Estos partidos harán hasta cuatro preguntas sobre las tensiones en el seno del Gobierno a raíz del borrador de la ley de libertades sexuales que ha elaborado el Ministerio de Igualdad. Los de Casado, Abascal y Arrimadas no solo tratarán de ahondar en las diferencias del Ejecutivo, sino que pondrán en cuestión su nivel de coordinación y el contenido de la propia ley que ha provocado las discrepancias.

El PP, de hecho, formulará dos preguntas sobre esta cuestión. Primero interpelará al Gobierno la portavoz de la formación conservadora en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. Como está siendo habitual en el Congreso, Álvarez de Toledo le formulará la pregunta a la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo.

La portavoz cuestionará directamente la labor de la vicepresidenta a la hora de coordinar los trabajos que se producen en el seno del Gobierno, una labor que en esta legislatura ha adquirido más relevancia, debido a las necesidades de articular los intereses de los dos partidos que forman la coalición.

"¿Transcurridos los dos primeros meses de Gobierno, está satisfecha la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática con el resultado de las tareas de coordinación que le han sido encomendadas?", preguntará la diputada del PP.

La vicepresidenta no solo deberá lidiar con Álvarez de Toledo, sino que la ultraderecha también se centrará en este tema. El diputado de Vox y vicepresidente cuarto de la Mesa del Congreso, Ignacio Gil Lázaro, le preguntará a Calvo si el Gobierno funciona "de forma cohesionada".

Ciudadanos también ha elegido a la vicepresidenta para agitar las tensiones entre el PSOE y Unidas Podemos a través de una pregunta del portavoz adjunto del grupo en el Congreso, Edmundo Bal. "¿Puede explicar cuáles han sido los cambios que tanto su Departamento como el Ministerio de Justicia han propuesto hasta el momento al texto del anteproyecto de Ley de Garantía de la Libertad Sexual elaborado por el Ministerio de Igualdad?"

Las finanzas de Juan Carlos I dividen también a la Mesa

La segunda pregunta del PP en este sentido vendrá de la mano de la diputada Pilar Marcos, que interpelará a la ministra de Igualdad, Irene Montero, sobre si cree que que ya no existen diferencias sobre la ley emanada de su ministerio: "¿Considera el Gobierno que han sido superadas las discrepancias en el seno del Consejo de Ministros sobre el contenido del anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual?"

El Congreso podría servir como escenario de las discrepancias que se mantienen en el seno del Ejecutivo en más de una ocasión. Más allá de la ley de libertades sexuales, los de Pedro Sánchez y los de Pablo Iglesias han manifestado divisiones en otras cuestiones de calado que afectan directamente a sus grupos parlamentarios.

Esto es lo que sucede con la petición de una comisión para investigar las finanzas de Juan Carlos I y las relaciones económicas que ha mantenido con la aristócrata Corina Larsen. ERC y el Grupo Plural registraron la pasada semana una iniciativa para crear este órgano parlamentario, y Unidas Podemos anunció que haría la propio.

Cuando esta cuestión llegue a la Mesa del Congreso, los miembros de ambas formaciones votarán de manera distinta, algo que no es nada habitual desde la investidura y la consecución del Gobierno de coalición. De hecho, además de una mesa de control de los acuerdos de investidura (que revisa principalmente las actuaciones del Gobierno y su coordinación), ambos grupos crearon una mesa de control en el Parlamento para acompasar la coordinación ejecutiva con la legislativa y, de esta manera, tratar de evitar en la medida de lo posible choques entre Unidas Podemos y el Grupo Socialista.