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La guerra ralentiza la reconfiguración de Unidas Podemos tras paralizar Yolanda Díaz el proceso de escucha

El objetivo sigue siendo comenzar el proceso de escucha de la sociedad civil en primavera, pero el contexto político lleva a la vicepresidenta a reagendar su plan. La próxima prueba de fuego para Unidas Podemos será, previsiblemente, las elecciones de Andalucía, donde se buscará ampliar el espacio.

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
Belarra, Colau y Díaz en una imagen de archivo en el Congreso.  O. Cañas / Europa Press

Los tiempos de la política se han parado como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, y esta situación ha obligado a todos los actores a replantearse agendas, proyectos y plazos. La reconfiguración de Unidas Podemos como espacio político no es una excepción, y el jueves se confirmó que también en este asunto va a ser necesario ajustar los tiempos.

Durante las últimas semanas, desde Vicepresidencia Segunda del Gobierno se apuntaba a que Yolanda Díaz pensaba aplazar el proceso de escucha de la sociedad civil que dará el pistoletazo de salida a su proyecto político. 

Díaz piensa que su labor en el Ejecutivo en un contexto de guerra va a precisar de todos los esfuerzos y manos posibles y, tras estudiarlo y debatirlo con su equipo, finalmente decidió aparcar el proceso de escucha, que iba a comenzar, como ella misma anunció en una entrevista en la Cadena Ser, en pocos días.

En principio, la idea no es aparcarlo sine die y, de hecho, la vicepresidenta piensa aún en iniciarlo antes de que finalice la primavera. Su equipo había trabajado en una agenda de encuentros con la sociedad civil y todo estaba listo, teniendo en cuenta que una de las cuestiones más complicadas era la de cuadrar su agenda institucional como vicepresidenta y ministra de Trabajo con esa 'gira' que Díaz quiere realizar por todo el Estado.

Su anuncio también ralentizará la reconfiguración de Unidas Podemos, ya que el proceso de escucha es, de manera indirecta, el primer paso para que todas las formaciones comiencen a abordar cambios y transformaciones; sobre todo si se tiene en cuenta que, de momento, el proyecto de la vicepresidenta arroja más incógnitas que certezas (empezando por el hecho de si va a ser candidata o no en las próximas elecciones generales).

Desde Podemos están de acuerdo con el diagnóstico de la situación que realiza Díaz y, como ella, consideran que este quizá no es el mejor momento para que comience su ruta.

Podemos considera acertado aplazar el proceso de escucha

Con la guerra, la inflación disparada, la crisis económica y las protestas sociales de importantes colectivos (como el paro del transporte, la manifestación del sector primario o la protesta convocada por los sindicatos para denunciar la subida de los precios), en la formación morada creen que la decisión de la titular de Trabajo es acertada, pese a que ello conlleve que no se despejen ahora las incógnitas sobre su futuro político, y también sobre el futuro de Unidas Podemos.

Las distintas formaciones del espacio (Izquierda Unida, Podemos, los comuns y Alianza Verde) trabajan desde hace tiempo para acompasar el proyecto de la vicepresidenta, y también para buscar su espacio y su peso dentro del mismo. De hecho, Díaz lleva tiempo defendiendo la necesidad de articular su plataforma desde la sociedad civil y sin situar en el centro a los partidos políticos, las siglas y las alianzas (un paso que, en principio, será el último a la hora de configurar el nuevo espacio).

Esto ha provocado ciertas tensiones en las formaciones que constituyen Unidas Podemos, sobre todo por la incertidumbre que genera un plan que, a día de hoy, solo conocen la vicepresidenta y su equipo. En el espacio cuentan, además, con que tendrán que hacer frente a un reto que pondrá a prueba de nuevo su fortaleza y su capacidad de reforzarse y ampliarse: las elecciones de Andalucía.

Los malos resultados en Castilla y León, en el mes de febrero, parecieron certificar un agotamiento de Unidas Podemos tal y como se constituye a día de hoy, y sus dirigentes son conscientes de que, aunque el proyecto de Díaz suponga una renovación radical, no pueden simplemente esperar a ver qué pasos da la ministra, ya que consideran necesario que el espacio llegue lo más fuerte posible a esa reconfiguración para poder dotarla de unas bases orgánicas sólidas.

Con el proceso de escucha aparcado, la vicepresidenta centrada en el plan de recuperación económica y en el impacto de la guerra de Ucrania, y con las elecciones de Andalucía este año, posiblemente en unos meses, Unidas Podemos deberá rediseñar su hoja de ruta para reforzar el espacio.

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