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La influencia del poder mediático cobra protagonismo en el debate político

Sánchez acusó esta semana a Feijóo de actuar conforme a las portadas de los medios conservadores. El presidente, recuperando su discurso de 2016 cuando ganó las primarias del PSOE, ha criticado a la "derecha mediática" en los últimos tiempos. La última crisis del PP, con la salida de Pablo Casado, se jugó en gran parte en los medios de comunicación.  

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno del Senado en Madrid el pasado martes en su respuesta a Alberto Núñez Feijóo con la portada del periódico El Mundo en la mano.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno del Senado en Madrid el pasado martes en su respuesta a Alberto Núñez Feijóo con la portada del periódico 'El Mundo' en la mano. Kiko Huesca / EFE

"Nos hemos desayunado con una portada bastante interesante que explica el porqué del tono bronco del señor Feijóo". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, usaba estas palabras el pasado martes en el Senado. Tenía lugar la sesión de control de la cámara alta. El líder del Ejecutivo y el líder de la oposición se volvían a enfrentar dialécticamente. Era la primera vez que lo hacían desde la sonada ruptura unilateral del PP en las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y ese día uno de los protagonistas principales fue el poder y la influencia mediática. Algo que ha ganado protagonismo en la vida política durante los últimos tiempos. 

Sánchez y Moncloa fueron claros el martes. La portada del periódico El Mundo había marcado el camino de Alberto Núñez Feijóo. En grande se leía un titular: "El PP empuja a Feijóo a ser hoy implacable con Sánchez". La noticia contaba cómo diferentes cargos de Génova y barones populares querían más dureza de su líder contra el presidente del Gobierno. "Presume de ser un político previsible. Y es cierto, no hay más que leer las portadas de los medios conservadores para saber qué va a hacer", remató Sánchez, portada en mano. 

Feijóo se lo había puesto en bandeja, además, a Sánchez. Porque antes había usado precisamente el término "implacable", rechazándolo, en un claro mensajea la interna. No fue la única portada de El Mundo que le enseñó Sánchez al líder popular. También la del pasado 27 de octubre. Todo estaba listo entonces para que se renovara el CGPJ. Pero, con Sánchez de viaje, el PP decidió hacer saltar todo por los aires con la justificación de que no podían pactar nada con un Gobierno que tuviera intención de reformar el delito de sedición. "El PP teme la reacción de la derecha política, judicial y mediática", titulaba el citado periódico. También durante esos días el popular comunicador Federico Jiménez Losantos cargaba contra un posible pacto. 

Los socialistas han explotado el tema. Y parece que seguirán por este camino. El objetivo es presentar a Feijóo como un líder sin autonomía. Una suerte de títere tanto de los medios de comunicación conservadores como del ala dura de su partido, que representa especialmente la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Sánchez volvió a hacer mención a las portadas de los periódicos y cómo teledirigen a Feijóo en una rueda de prensa celebrada el miércoles en Castellón.  

Sánchez, contra la derecha mediática

La del martes no fue evidentemente la primera vez que Sánchez habla de los medios de comunicación y su influencia en la política. En ese caso usó el poder mediático en su favor. Pero el presidente también ha cargado contra la derecha mediática en los últimos tiempos. Especialmente tras las elecciones en Andalucía y el debate del estado de la nación. A partir de esas citas se emprendió desde el PSOE un giro hacia la izquierda, tanto a niel discursivo como a nivel legislativo, con anuncios de medidas tan relevantes como nuevos impuestos a la banca, energéticas o grandes fortunas, aprobados en el Congreso precisamente esta misma semana

En la rueda de prensa ofrecida en Moncloa a finales de junio para presentar el decreto anticrisis, Sánchez introdujo ya de forma directa esta defensa frente a los medios de comunicación y determinados poderes. "Somos un Gobierno muy incómodo para determinados poderes económicos que tienen sus terminales políticas y mediáticas", dijo sin mencionar ningún medio en concreto.

"La derecha política, económica y mediática quiere que los progresistas nos rindamos", dijo Sánchez en septiembre

Las declaraciones generaron revuelo, pero Sánchez iba a seguir la misma línea en diferentes intervenciones posteriores, también a la vuelta del verano. "Lo que tengo muy claro es que sé que la derecha política, económica y mediática quiere que los progresistas nos rindamos, y no nos vamos a rendir", dijo por ejemplo en septiembre en una entrevista con el periodista Xabier Fortes en el Canal 24 Horas. Un mensaje que ha ido repitiendo también en actos celebrados junto a la militancia socialista. 

La relación de Sánchez con los medios y las presiones contra él no son nuevas. Muy recordadas son las palabras que dedicó en 2016, tras renunciar a su acta de diputado por la decisión de su partido de abstenerse frente a Mariano Rajoy y poco antes de lanzarse al proceso de primarias. En una entrevista con el programa Salvados de La Sexta fue claro. "Ha habido determinados medios de comunicación que me han dicho que si hubiera entendimiento con Podemos ellos lo criticarían. El País ha sido uno de ellos", le contó al periodista Jordi Évole.

Aquel posicionamiento de El País, tradicional medio de referencia para el PSOE, dolió a Sánchez, que llegó a reunirse con los responsables del periódico. En la memoria de aquellas fechas quedan editoriales incendiarios contra el hoy presidente. Una línea editorial que el propio Sánchez calificaba como "abusiva e incluso insultante en lo personal". El propio director en aquella época, Antonio Caño, reconocía recientemente en Twitter que desde su periódico intentaron evitar el pacto del PSOE con Podemos y con los partidos independentistas, a los que él califica como "populistas y separatistas".

Las primarias contra Susana Díaz fueron también tensas, tal y como recuerdan algunos de sus protagonistas. "En los medios de comunicación teníamos ataques continuos. Hubo hasta editoriales de El País insultando a Sánchez", afirmaba hace unos meses para este medio la exvicesecretaria general del PSOE Adriana Lastra. La relación hoy de Sánchez con el diario del Grupo Prisa es bien distinta, también teniendo en cuenta los cambios en la dirección del periódico. 

El PSOE está ahora mismo bastante pacificado y unido en torno a la figura de Sánchez y en apoyo del Gobierno de coalición con UP. Eso no quita para que cada cierto tiempo alcen su voz los conocidos como barones críticos. Son especialmente Javier Lambán y Emiliano García Page. Los presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha no se sienten cómodos con los pactos con ERC y EH Bildu y así lo hacen saber cada vez que tienen la oportunidad. En Ferraz son conscientes de que tienen que lidiar con la situación aunque se han mostrado molestos con algunas entrevistas recientes de Page en periódicos como El Mundo o La Razón

La crisis del PP que acabó con Casado se jugó en los medios

Hace apenas nueve meses el líder del PP no era Feijóo. Lo era Pablo Casado. En la salida del expresidente de los populares tuvieron un papel protagonista muy relevante los medios de comunicación. Las tensiones que se vivían en Génova entre Casado e Isabel Díaz Ayuso, tal y como se fueron luego encajando las piezas, comenzaron a visibilizarse precisamente también con una portada de El Mundo

La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre concedía una entrevista a este periódico en la que cargaba duramente contra algunos "niñatos y chiquilicuatres" de Génova cercanos a Casado. La liebre de la crisis se fue desatando poco a poco. A partir de ahí, decenas de filtraciones casi diarias de diferentes asuntos relacionados con el Congreso del PP de Madrid. Se llegó a publicar que Ayuso podría ir incluso a los tribunales si Génova no convocaba el cónclave. La sucesión de acontecimientos desató una guerra total en el partido, que ya no se ocultaba.

El exlíder del PP se quedó sin apoyos a nivel mediático en su batalla contra Ayuso

Se publicaron, en este caso vía El Confidencial, informaciones sobre un supuesto espionaje de Génova a Ayuso. La batalla final, que probablemente supuso la estocada a Casado, se jugó también en los medios. El líder del PP elegía al comunicado Carlos Herrera de la Cadena Cope para defender sus posiciones en directo e insistir en la actitud corrupta de Ayuso con los famosos contratos que beneficiaron a su hermano durante la pandemia. La presidente intervenía por teléfono minutos después en el mismo programa para retarle a presentar pruebas.

El dirigente del PP se quedaba solo también mediáticamente. Voces de referencia en la derecha mediática como Eduardo Inda, Isabel San Sebastián o Jiménez Losantos cargaban duramente esos días contra Casado. Y algunas de las principales cabeceras terminaron incluso por pedir su dimisión en sus editoriales. Fueron en concreto los diarios ABC y El Mundo. "El tiempo de este equipo que sucedió al de Mariano Rajoy se ha agotado. No hay solución de continuidad. Casado debe marcharse hoy mismo", decía la primera cabecera en un editorial urgente lanzado poco después de la manifestación a las puertas de Génova que tuvo lugar el día 20 de febrero y que aceleró la salida de Casado casi de un día para otro. 

Podemos y sus críticas

Por su parte, en Podemos ha sido bastante habitual desde hace tiempo un discurso crítico con los medios de comunicación. No es algo nuevo y ejemplos de ello hay muchísimos desde los inicios de la fuerza morada. Algunas de sus declaraciones, muy duras, de hecho han provocado tremendos revuelos en una parte de la profesión. Podemos ha recibido y ha denunciado ataques desde los medios de comunicación de forma regular. Uno de los ejemplos que más destacan algunos integrantes de este espacio político es la doble vara de medir para informar sobre causas judiciales cuando se abren, que casi siempre aparecen en las portadas, y cuando se cierran, que desaparecen de las mismas. 

En la fuerza morada han cargado contra la campaña mediática sufrida por Irene Montero a cuenta de la ley 'solo sí es sí'

Durante los últimos días Podemos se ha centrado principalmente en defenderse de las duras críticas recibidas a cuentas de la ley solo sí es sí. Y defender la ley propiamente dicha frente a aplicaciones erróneas por parte de algunos jueces. "Esto tiene que ver con una campaña mediática que responde a intereses evidentemente políticos. No es nuevo, es evidente que Irene Montero ha recibido numerosos ataques, pero creo que este no tiene precedentes", defendió el pasado lunes su portavoz, Isa Serra, en rueda de prensa. 

El asunto llegó también al Congreso en el maratoniano jueves donde se aprobaron los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y los nuevos impuestos. El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique cargó contra un "bloque de poder" que generó una "cacería" desde toda la "derecha y ultraderecha mediática" frente a la ministra de Igualdad Irene Montero. También criticó la participación en esta campaña de "amplios sectores de la progresía mediática". Echenique señaló específicamente a la Cadena SER y El País en este punto.

"Cualquier español o cualquier latinoamericano con un mínimo de formación sabe que la derecha domina un inmenso ejército de televisiones y radios que sirven a su ideología y a sus intereses", destacaba esta semana desde el podcast La Base exvicepresidente del Gobierno y exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para presentar su nuevo proyecto televisivo, Canal Red. La motivación de "romper el bloque mediático" es una de las razones por la que Iglesias emprende este proyecto. 

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