El Tribunal Supremo quiere cerrar el juicio oral a la cúpula del procés la semana del 10 al 14 de junio, cuando se cumplirán 4 meses de su arranque. El Alto Tribunal sólo aclara que tiene previsto que el juicio concluya a mediados de junio, si bien varias defensas consultadas por este diario aclaran que la Sala de lo Penal, presidida por Manuel Marchena, les ha avanzado que esto ocurrirá entre los días 12 y 13 del próximo mes, siempre que no se produzcan nuevos retrasos.

De hecho, la autorización del Supremo para acudir al pleno de constitución de las Cortes Generales a los cinco presos provisionales del procés (Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva) que ya ostentan la condición plena de diputados y senador, respectivamente, llevó al tribunal a suspender la sesión del lunes, y a concentrar el miércoles las declaraciones de los últimos nueve testigos de la causa, el mismo día en que comenzarán a comparecer los peritos llamados por las partes.

Finalizada esta etapa, que podría prolongarse hasta la próxima semana, comenzará la revisión de prueba documental, que fundamentalmente consistirá en la exhibición de vídeos (de la jornada del referéndum soberanista del 1 de Octubre de 2017, de la protesta frente a la Consellería de Economía de la Generalitat el 20-S, etc). Fuentes de las defensas explican que las partes no podrán intervenir, contextualizar o aclarar nada sobre estos documentos audiovisuales, cuya exhibición copará aproximadamente tres sesiones, siempre según las estimaciones del tribunal.

Si se cumple este guion, el Supremo logrará cerrar el juicio en cuatro meses, uno más de lo que esperaba el presidente del Alto Tribunal y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, y los 12 dirigentes independentistas procesados deberán esperar hasta después del verano para conocer la sentencia.

Estas son algunas de las cifras de un macrojuicio en el que originariamente estaban llamados a declarar más de 500 testigos, y cuyo devenir se ha colado incluso en la sesión de constitución del Congreso y el Senado.

-Van 44 sesiones, esta es la 15 semana: de cumplirse los cálculos del tribunal, el juicio concluiría transcurridas 18 semanas desde el 12 de febrero, cuando comenzó. Si se habilitasen los lunes, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones, y sin contar con los viernes, hasta el 13 de junio podrían celebrarse otras 14 sesiones, llegando a un total de 58.
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-Hay 12 procesados, 9 de ellos en prisión provisional. Cuatro de ellos son diputados en el Congreso y uno es senador. [Aquí, quién es quién en el procés]
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-582 días llevan Jordi Sànchez y Jordi Cuixart en prisión provisional, desde el 16 de octubre de 2017. Junqueras fue encarcelado poco después, el 2 de noviembre del mismo año…
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Els líders independentistes Jordi Sànchez, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Joaquim Forn, Jordi Cuixart, Josep Rull i Raül Romeva a la presó de Lledoners.

… Con sólo dos salidas de la cárcel, y únicamente quienes fueron elegidos parlamentarios en las elecciones del 28-A -sin contar la asistencia de todos los procesados al juicio, todos los días). Junqueras, Sànchez. Turull y Rull acudieron lunes y martes al Congreso, Junqueras hizo lo propio en el Senado. Todos ellos fueron custodiados por la Guarida Civil y por la Policía de cada una de las cámaras una vez dentro. Tenían expresamente prohibido dirigirse a los medios de comunicación.
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-Tres veces ha pedido la defensa de Jordi Cuixart su liberación en lo que va de juicio. Si en el recuento se incluyen las peticiones anteriores a la apertura de juicio oral, la cifra se dispara hasta 8 en el caso de la defensa de Sànchez Turull y Rull, por citar únicamente dos ejemplos.
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-177 años suman las penas que reclama la Fiscalía en su escrito provisional; la Abogacía del Estado solicitó 119 años de cárcel para los procesados. [Aquí, todas las peticiones] El exvicepresident de la Generalitat Junqueras es quien se enfrenta a las peticiones más altas: 25 años por la Fiscalía, 12 por la Abogacía del Estado y hasta 74 por la acusación popular de los ultraderechistas de Vox.
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-Siete jueces integran el tribunal que preside Marchena. Por el Ministerio Público intervienen cuatro fiscales, dos letradas representan a la Abogacía del Estado y otros dos abogados, también diputados en el Congreso, a la acusación popular de los utraderechistas.
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-422 testigos comparecerán finalmente ante la Sala de lo Penal del Supremo, según el recuento de fuentes del tribunal. Inicialmente fueron llamados más de 500, si bien las distintas partes han ido desistiendo en las últimas semanas. En los próximos días escucharán además a una quincena de peritos. Casi 200 de los testigos, en su mayoría llamados por la Fiscalía y la Abogacía del Estado, son policías o guardias civiles.
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-Seis lenguas: los testigos han requerido de intérpretes para declarar en esloveno, alemán, inglés, francés y portugués. El resto han intervenido en castellano, y el hecho de que no se les permitiera declarar en catalán ha sido criticado en repetidas ocasiones.
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-100 butacas para seguir el juicio desde el Salón de Plenos del Supremo (aunque también se ha retransmitido por streaming). En los primeros días el Alto Tribunal siempre colgaba el cartel de aforo completo, si bien conforme avanzaba la sesión la sala empezó a verse cada vez más vacía. Rondando la sesión 40, podía acoger sin problemas a los testigos que, después de comparecer, pedían quedarse en el espacio reservado para el público.
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-Un expresidente del Gobierno (Mariano Rajoy); una exvicepresidenta (Soraya Sáenz de Santamaría) y dos exministros (Juan Ignacio Zoido, exministro de Interior, y Cristóbal Montoro, extitular de Hacienda) estaban entre los testigos. También han declarado como testigos el lehendakari, Íñigo Urkullu, el presidente del Parlament, Roger Torrent, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y varios exconsellers, diputados y senadores. El vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonés, también fue llamado a declarar pero, en su calidad de investigado ante el juzgado de instrucción 13 de Barcelona, en otra de las causas relacionadas con el procés, fue eximido de hacerlo.
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-Un ausente que intenta estar presente: El expresident Carles Puigdemont, hoy en Bélgica, se vale de mensajes en Twitter y de comparecencias ante los medios para intentar que su perfil público no se difumine. Llegó a ser propuesto como testigo para que declarase por videoconferencia, si bien Marchena lo rechazó de plano.
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-Ni una sola prueba documental propuesta por Vox, que pese a ello no ha tenido reparo en presumir de que el juicio se dirimirá en base a las “pruebas” presentadas en la causa.
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-Dos visiones antitéticas entre los testigos de las defensas y las acusaciones: los primeros se refirieron al carácter pacífico y festivo de las movilizaciones del procés y culparon a los policías de cualquier episodio violento. Los segundos denunciaron haber sido víctimas de agresiones e insultos, y negaron haber presenciado agresiones de sus compañeros a ciudadanos. 
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-Dos relatos contrapuestos entre cuerpos policiales: por un lado, el de los Mossos d’Esquadra, y por otro el de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Durante la jornada del referéndum del 1-O, teóricamente todos estos cuerpos estaban coordinados por el teniente coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos.
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-Dos testimonios despreciados: El fiscal Jaime Moreno pidió investigar por falso testimonio al testigo Jaume Mestre, el mismo al que Marchena advirtió de los serios riesgos de mentir u ocultar información al tribunal. Por su parte, la fiscal Consuelo Madrigal pidió descalificar al testigo Bernhard Von Grünberg.
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-Una sola queja (explícita) del tribunal ante los medios: la pasada semana fuentes del tribunal trasladaron a la prensa su “profundo malestar” con el comportamiento de “testigos y abogados” tras una sesión particularmente bronca. Los magistrados denunciaron la “provocación” de la que fueron víctima, según su versión, y afirmaron que el comportamiento de los letrados defensores en esta jornada “raya con el código deontológico de la abogacía”…
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-E incontables protestas de las defensas y broncas de Marchena -como también es difícilmente mesurable el número de ocasiones que ha comenzado una frase con su muletilla “Vamos a ver” [Aquí, un repaso a las frases del presidente del tribunal]-. Ha habido decenas de críticas de los testigos a Vox, lo que ha acabado cristalizando en la asunción de la fórmula inaugurada por el exdiputado de la CUP David Fernández, llamado como testigo: “Contesto por imperativo legal”.