Este artículo se publicó hace 2 años.
Polonia vulnera 18 artículos de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE con la detención del periodista Pablo González
Más de 48 horas después de que el colaborador de 'Público' fuera detenido mientas ejercía su profesión en la frontera polaca con Ucrania, el Gobierno español se compromete a darle protección consular, pero la vulneración de sus derechos como ciudadano de la UE sigue sin recibir respuesta.
Madrid-Actualizado a
"Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad", reza el artículo 6 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, proclamada por el Parlamento Europeo en el año 2000 y vinculante para todos los estados miembros. Sin embargo, en el caso de la detención irregular del periodista español Pablo González, colaborador de Público, por parte del Gobierno polaco hace ya más de 48 horas [fue detenido el pasado 28 de febrero, a las 10 de la mañana] este derecho básico ha sido flagrantemente violado.
No sólo este artículo. Según ha podido comprobar este diario, otros 17 artículos recogidos en el compendio de derechos que amparan a la ciudadanía de la UE están siendo vulnerados por Polonia, estado miembro de la Unión Europea desde 2004, con la detención incomunicada del periodista español por agentes de sus servicios de Inteligencia, bajo la genérica acusación de "actuar contra intereses de Polonia". González trabajaba en la ciudad polaca de Rzeszow, en la frontera con Ucrania, cuando fue detenido.
Entre los derechos de la UE que asisten al periodista vasco Pablo González-- también es politólogo, está afincado en la capital polaca y tiene raíces rusas, ya que nació en Moscú --, y que no están siendo respetados por Polonia se encuentran los que amparan la integridad física y psíquica de las personas; la dignidad humana y el derecho a la vida; la prohibición de infligir trato degradante; y a que se respeten sus comunicaciones y su domicilio.
La libertad de expresión también está siendo conculcada, ya que a González, experto en el entorno postsoviético, se le está privando de poder comunicarse con su abogado y con su familia. Este derecho también comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras, como establece el artículo 11 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
No se le permite ejercer su profesión
Los artículos 12 y 15 también han sido vulnerados ya que a Pablo González no le está permitido en estos momentos ni reunirse con su familia ni con su abogado y tampoco puede ejercer su profesión libremente. Varias organizaciones internacionales de prensa han exigido la inmediata liberación del periodista.
Pasadas las 48 horas desde que el periodista fue detenido y sin que se tengan noticias de él, el presidente Pedro Sánchez ha anunciado este miércoles en el Congreso que el español recibirá protección consular. Un anuncio que ha llegado tarde, según indica a Público su abogado, Gonzalo Boye, y que se ha producido tras el requerimiento de la portavoz de EH-Bildu de forzar una respuesta del Gobierno español, hasta entonces, mudo en relación a la irregular detención del periodista. González cubría la crisis humanitaria desde la frontera polaca desatada por la invasión rusa de Ucrania para Público cuando fue detenido.
Derecho a la tutela judicial efectiva
La Unión Europea prohíbe a los estados miembros la discriminación por motivos ideológicos, entre otros; además declara que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, aunque en este caso parece que un ciudadano español, de origen ruso, no cuenta con derechos procesales en Polonia. Su detención no fue practicada por la Policía, con lo que primarían unos plazos para ponerlo a disposición judicial. En cambio, la detención por parte de los Servicios de Seguridad está siendo incomunicada y sus interrogatorios, sin presencia de un abogado, como confirma el letrado Gonzalo Boye, que ni siquiera conoce los cargos concretos contra su cliente, ya que las autoridades polacas se niegan a desvelárselas.
El derecho a la tutela judicial efectiva está siendo conculcado claramente en este caso, como indica el abogado Boye. El artículo 47 establece que "toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa y públicamente y dentro de un plazo razonable por un juez independiente e imparcial, establecido previamente por la ley. Toda persona podrá hacerse aconsejar, defender y representar". Otro artículo establece que se garantiza a todo acusado el respeto de los derechos de la defensa.
'Sin luz ni taquígrafos'
No sólo no puede comunicarse con su abogado ni con la embajada española en Polonia, tampoco con las autoridades europeas, lo que vulnera otro artículo de la Carta fundamental de la UE.
El principio de legalidad parece estar en peligro en este caso por parte del Gobierno polaco, que tendría que actuar con la transparencia a la que está obligado ante una acusación contra un ciudadano de la Unión.
"Yo he hablado con la Seguridad polaca y se les nota muy seguros de la impunidad con la que están actuando", denuncia Gonzalo Boye. El relativo alivio que ha supuesto el anuncio del presidente español de amparar consularmente a Pablo González no se ha traducido en una inmediata liberación del periodista detenido. Su letrado insiste en que su detención es irregular, sin 'luz ni taquígrafos', por acusaciones desconocidas hasta el momento y con absoluta indefensión.
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