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El PSOE cree que la derecha maniobra con la votación de la reforma laboral para boicotear los fondos europeos

El nuevo marco normativo en materia de empleo es uno de los objetivos que el Gobierno tenía que cumplir para poder optar a la siguiente partida de ayudas de la UE. El PP lleva meses intentando desprestigiar al Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez y ha llegado a cuestionar hasta a la Comisión Europea. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Economía Nadia Calviño, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la sesión plenaria del jueves.
Pedro Sánchez, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y María Jesús Montero, en la sesión plenaria del jueves. Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

La votación sobre la reforma laboral era un momento clave para la coalición de PSOE y Unidas Podemos. La negativa de sus socios habituales, ERC y EH Bildu, llevó al Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez a buscar otros apoyos. La incertidumbre y las cuentas crecían a lo largo de esta última semana. A menos de 24 horas todavía no estaba claro que la reforma saliera adelante pese al total convencimiento que mostraban en el Gobierno. Todo parecía estar atado en la noche del miércoles, gracias a los anuncios de PDeCAT y UPN. Pero en la surrealista tarde del jueves el plan saltó por los aires por el voto en contra de los diputados navarros.

Solo un error de un diputado del PP salvó la reforma. Desde entonces, mientras la derecha acusa de prevaricación a la Mesa del Congreso, los socialistas tienen claro que todo forma parte de una sucia maniobra de los populares. Y la enmarcan en su estrategia no solo de desgaste total a Sánchez sino de boicotear la llegada de fondos europeos

Así lo expresan fuentes de la dirección del PSOE a Público. Desde hace meses, el partido que lidera Pablo Casado ha iniciado una ofensiva denunciando una presunta arbitrariedad del Gobierno en las adjudicaciones de los fondos otorgados por Bruselas a España. Uno de los objetivos que tenía que cumplir el Ejecutivo de Sánchez para que llegue la siguiente partida presupuestaria europea era pactar la reforma laboral. Y los populares han intentado que eso no sucediera, mantienen en Ferraz. 

La actitud de Casado con los fondos europeos fue afeada incluso personalmente por Sánchez en la llamada telefónica que mantuvieron hace unos días. Desde el Gobierno han criticado la estrategia del PP, señalando que "hacían el ridículo en Bruselas". Pero los populares no se han movido ni un centímetro pese a que España ha sido el primer país en recibir los fondos o que Bruselas haya alabado los planes del Gobierno en varias ocasiones.

La actitud de Casado con los fondos europeos ha sido afeada incluso personalmente por Sánchez

En su deriva, el PP ha llegado hasta a cargar contra las propias instituciones europeas. Sobre la reforma laboral, además, llegaron a inventar una supuesta negativa de la Comisión Europea a las intenciones de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda. 

Por su parte, el Gobierno siempre ha defendido que todo lo pactado con Bruselas y las condiciones y convocatorias de las ayudas europeas eran completamente públicas. Consideran, como publicó este medio, que las críticas de Casado "no tienen ni pies ni cabeza", especialmente después de que saliera a la luz una carta enviada por la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, a Sánchez. En este sentido, el Ejecutivo ha redoblado la transparencia de la gestión de los fondos europeos esta misma semana. 

Este viernes, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastrafue muy clara al respecto de lo que piensa su partido. La dirigente socialista fue muy contundente, nombrando específicamente a Casado y al secretario general popular, Teodoro García Egea. "Ha sido una compra de voluntades"; "Solo falta saber el precio que ha pagado el PP"; "Son capaces de cualquier cosa". 

Cronología de una traición conocida por la derecha

Según el relato que hace el PSOE, la traición de Sergio Sayas y Carlos García Adanero, diputados de UPN, habría sido cocinada a fuego lento y con un carrusel de mentiras. Lastra desveló que su grupo había hablado hace unos días con Sayas y este les transmitió su voluntad de votar a favor de la reforma laboral si no se tocaba ni una coma del acuerdo logrado por los sindicatos y la patronal. Pero que, en todo caso, el PSOE debería hablar con su presidente, Javier Esparza

Así lo hicieron los socialistas, a través de personas como el secretario de organización, Santos Cerdán, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, según señalan fuentes del PSOE consultadas. Las negociaciones llegaron a buen puerto el miércoles por la tarde, incluyendo un pacto para el Ayuntamiento de Pamplona en el que el PSN retiraría una reprobación al alcalde de la localidad y apoyaría una serie de medidas económicas. 

Lo ajustada de la votación hizo, no obstante, que el Gobierno no cerrara la puerta a convencer hasta el ultimísimo minuto al PNV. Los diputados de UPN ya deslizaron la idea de que no estaban de acuerdo con la decisión de su partido. Pero no reconocieron que fueran a bajarse del acuerdo. Es más, según fuentes socialistas consultadas por este medio, hubo varias conversaciones durante la mañana con ellos para asegurarse tras el ruido creado a primera hora de la mañana. Incluso el portavoz de Cs, Edmundo Bal, según ha podido saber este medio, les preguntó sobre su posición de voto. Las respuestas eran siempre que votarían a favor. 

Al filo de las 18.15, cuando iban a comenzar las votaciones, varios dirigentes socialistas se percataron de que Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso, estaba hablando con la presidenta de la Mesa, Meritxell Batet. "Ahí vimos que había algo raro", cuentan en Ferraz. Los móviles comenzaron a echar humo y pocos minutos después se conocía el resultado, con suspense, de la votación. 

 "Ahí vimos que había algo raro", cuentan en Ferraz cuando vieron a Gamarra hablar con Batet

Esos segundos, por equivocación de Batet, en los que parecía que el Real Decreto no había salido adelante, destaparon una alegría y gestos de complicidad entre dirigentes de Vox y PP, según indican desde las filas del PSOE. Todo fue muy rápido y enseguida se descubrió que Sayas y García Adanero habían traicionado su palabra y que un diputado del PP había votado a favor. 

Todo empezaba a cuadrar. El PP y Vox, según los socialistas, habían preparado a conciencia su estrategia. De hecho, según indicó la propia Lastra públicamente, se pudieron ver conversaciones en lugares discretos entre los navarros y dirigentes ultraderechistas y populares. En concreto, según señalan algunas fuentes socialistas consultadas, participaron Gamarra y el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros

El PP armó entonces otra estrategia a corre prisa. Pese a que fuentes de su grupo parlamentario reconocían, resignados, a Público y otros medios que Alberto Casero "se había equivocado", esgrimieron en una "rueda de prensa" sin preguntas que se trataba de un "error informático". La batalla judicial se prevé larga, vistas las intenciones y acusaciones del PP, dispuesto a llegar al Tribunal Constitucional. En el PSOE están tranquilos. "No tiene recorrido", insisten. 

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